Es curiosa ¿no
les parece? Me explicaré. Últimamente hemos podido “gozar” de innumerables
declaraciones de políticos criticando a sus contrincantes como si de un patio
de recreo se tratase. No me pregunten cómo, pero esa “virtud” que tienen muchos
políticos en criticar lo mal que lo hace el prójimo, me resulta la mar de
curiosa. Claro que me resulta aún más curiosa la nefasta capacidad que tienen
en evadir los problemas que rondan por su partido, véase corrupción, apoyo a
acosadores (pocos partidos se salvan de estas “capacidades” pues en los
partidos los caramelos podridos abundan, ni que le hubiesen timado)… Podríamos
aprender del bueno de Rajoy y su tan común como incómodo silencio.
Sin embargo,
estos reyes de la “pseudodemocracia”, al aburrirse tanto parece que están
abordando ya no sólo a sus contrincantes políticos, sino a periodistas,
ciudadanos en incluso jueces y esto es exuberantemente preocupante.
Y aquí viene la
clave ¿dónde estaría la separación de poderes? Un político, jamás ha de opinar
en la vida pública (en la privada que haga lo que venga en gana) sobre acciones
judiciales, porque entonces los ciudadanos podemos sospechar, y con razón, que
se está presionando a la fiscalía del estado para que pare un juicio, y bien
sabemos que un político está para realizar su función y no en el poder
judicial, sino estaríamos ante un matrimonio vomitivo, apestoso y purgante. Así
que señor Pujalte, antes de opinar e insultar las acciones de un juez que de
leyes sabe mucho más que usted, mejor haga su trabajo y así todos iremos mejor,
o mejor aún, como dudo de su eficacia no haga nada y córtese las uñas o juegue
con su nuevo IPad, que por algo se lo hemos pagado, para que incompetentes como
usted no hagan destrozas, ya que como esta pseudodemocracia no nos permite nada,
pues al menos hacemos tiempo para no votarle más.