07/12/2017

¿Dónde Qued@ tu Toque de Qued@?

Muchas veces, de niñxs, se nos ha preguntado acerca de nuestros miedos. A tan temprana edad hemos podido aducir miedos, la mayoría, bastante irracionales y otros no tanto: el coco, el monstruo de debajo de la cama (que queda totalmente neutralizado cuando nos tapamos con una fina sábana), las acelgas o la oscuridad. Tras una leve maduración, cuando somos adultxs, nos planteamos temores más, pues eso, de adultxs: el paro, el hambre, la muerte o las diferentes presentaciones de la discriminación o a sufrirlas de algún posible modo. Y es cierto que los miedos son diferentes en cada persona, sin ignorar que ciertos colectivos confluyen en alguno: el de la discriminación.
En este artículo me querría centrar en las formas de discriminación que más asustan a corto plazo, las que nos provocan miedo de verdad, las que nos hacen temer por nuestra vida.


El toque de queda, a lo largo de la historia de la humanidad, ha tenido diferentes funciones. Un toque de queda puede ser prefijado con objeto de proteger a la ciudadanía. En una guerra debe haber un toque de queda, quizá, para tratar de salvaguardar la integridad física de lxs habitantes de una ciudad que está siendo atacada, bombardeada, cercada o sitiada. Es más, ese toque de queda puede derivarse en una protección más férrea en forma de refugios antibombas como ocurría en el Londres de la II Guerra Mundial o, sin olvidarnos, en la Siria de 2017.
Por otro lado, y no se nos debe escapar, hay otro tipo de toques de queda: los que solo sirven para plantear a una persona según su color de piel, género, orientación sensual/ sexual, clase social o cuerpo. Además hemos de recordar que este tipo de toques de queda o toques de atención no son, ni muchísimo menos, restricciones de tiempo remotos. Sí, es cierto que entramos en la dicotomía oficial/ tácito mas siguen siendo muy reales. Conocemos el toque de queda que tenían las personas negras norteamericanas en los tempranos años tras la abolición de la esclavitud, por no hablar de lo que supuso el apartheid en Sudáfrica o supone el del estado de Israel hacia Palestina como forma de discriminación legal, sin embargo nos empeñamos en abandonar en el olvido ciertos toques de queda tácitos y no recogidos en ninguna norma jurídico-legal y que siempre han existido en nuestra sociedad.

Me quiero centrar en este artículo en el toque de queda pero me es imposible no relatar en primer lugar otras formas de discriminación legal pero amoral, altamente relacionado con el tipo de toque de queda del que hablaré posteriormente.
El feminismo denuncia diariamente que las mujeres, pese a ser más del 50% de la población no acceden a puestos de alta cualificación, cobran menos por los mismos trabajos, ocupan los trabajos más precarios e incluso, en ocasiones, ni siquiera cobran por el trabajo (véanse los cuidados para poner un ejemplo). El caso de las personas LGTBI/GSRDI es claro también. Las trabas impuestas en los trámites adquieren dimensiones inimaginables si la familia demandante se trata de una no heteronormativa, el caso de las mujeres lesbianas es también indignante: en caso en que una pareja de mujeres lesbianas decida gestar a un hijo mediante fecundación in vitro, al nacer esx niñx solo será hijx de la madre que le gestó y parió ¿Qué debe hacer la otra miembro de la pareja? Si quiere ser madre a términos legales deberá adoptar al retoño de su pareja, procedimiento alejado del que hacen las parejas heterosexuales donde se da por supuesto que el hombre que acompaña a la mujer al registro civil es ¡claramente! su padre biológico. El caso de las personas no cisgénero, es decir trangénero, pasa a ser escatológico, todavía más cuando en pleno siglo XXI su despatologización es una quimera cuasi inalcanzable en la gran mayoría de países. Y seguiríamos con las personas con cuerpos no normativos, diversidad funcional, racializadas o migrantes.
 
meme de la página de facebook: memes feministas reloaded

En el meme feminista que os adjunto se explica excelentemente lo que significa el toque de queda que impone el cisheteropatriarcado al mostrar como una mujer explica que, yendo por la calle le paró un hombre preguntándole a dónde iba tan sola, a lo cual ella se ríe al recordar que eran 6 mujeres, que de ningún modo iba sola (*).
Las mujeres, personas racializadas, LGTBI/GSRDI, gordas o migrantes tienen un toque de queda especial y no escrito a partir de ciertas horas de la noche y en según qué lugares.

Hace unos meses saltó la noticia de que un chico murciano empapeló su ciudad con mensajes para una chica que vio en un tranvía una noche a las 22:30. Aparentemente un acto de amor romántico de lo más normativo (evidentemente para el chico) se convirtió e un acto de acoso en toda regla, ¿Por qué? ¿Quizá por que la chica no “cumplió” el toque de queda? Pues posiblemente. Ver a una mujer sola en muchos ámbitos como medios de transporte público así como en la calle o discotecas; sobretodo a ciertas horas de la noche pese a que sean de la temprana noche, ¿te justifica mirarla insistentemente hasta incomodarla? Y si no te corresponde, lo cual es altamente probable, (ya que, como mínimo todos los meses una mujer es violada por un hombre, de noche y en espacios públicos no seguros) ¿estás legitimado a empapelar toda tu ciudad, por amor, para que esa mujer se entere de que como hombre le has concedido el “privilegio” de sentirte atraído por ella? ¿Por qué no acercarse educadamente a decirle lo que piensas? ¿Que porque le entraría miedo a la chica? ¡Ah! ¿Y al mirarla como un búho acecha a su presa no? ¿Cuál hubiera sido la actitud correcta para el patriarcado? ¿que la chica hubiera accedido a las miradas insistentes de su admirador “confeso”? Lo que no sabría ese chico murciano es que las mujeres tienen un toque de queda, que las mujeres no pueden ir solas en según qué espacios, no pueden llevar según qué ropas, no pueden, por seguridad. De todos modos si miras a una persona insistentemente y esta te ignora, no hace falta ser ningún sabio, ni mujer, ni heterosexual para adivinar lo que estará pensando. No es no, a veces incluso aunque no se verbalice, el contexto ayuda.

Otro toque de queda que compartimos la gran mayoría de minorías y no tan minorías es el de la noche en general. Algunxs se preguntarán el porqué de los llamados “guetos rosas”. Ya sabéis, los comúnmente conocidos como barrios o lugares gay-friendly. Evidentemente, desde el colectivo aspiramos a que estos lugares exclusivos se incluyan en todos y cada uno de los ámbitos de nuestra sociedad. Que nos podamos sentir como somos de verdad en el trabajo, el la discoteca, en el bar, en la iglesia, en la calle de noche, en los medios de comunicación o en cualquier otro lugar y país. Y estos “guetos”, estos lugares de protección LGTBI/GSRDI, surgen por el toque de queda establecido. Seamos sincerxs: una persona transgénero, lesbiana, gay, marica, bisexual o simplemente no heteronormativa no está igual de cómoda que un hombre blanco y heterosexual a ciertas horas y en ciertos espacios. Y este suceso debe llevar un nombre para poder empezar a combatirlo ya que, una persona LGTBI/GSRDI sola o en pareja se expone: a ser vejada, humillada, violada e incluso asesinada. Y desgraciadamente no solo pasa en el pequeño pueblo donde todxs se conocen, en las grandes ciudades como Barcelona, Madrid o València también lo estamos viendo. Costumbres tan inofensivas como coger el metro un sábado a las 20:00, a muchxs, nos sigue suponiendo un gran esfuerzo. Romper con el toque de queda es un acto político liberador y la esperanza podrá ser mayor que el miedo, pero cuando has tenido una mala experiencia, mucho más cuando nunca la hubieras tenido si fueses una persona heteronormativa o cisheterosexual, cuesta vencer al miedo. No han de poder con nosotrxs.

Como último toque de queda relataré el gordofóbico, no sin admitir que me dejo otros muchos, sobretodo de la mujer. No obstante diré que estoy preparando otro artículo en el que hablo sobre la violación y la culpabilización social hacia la mujer en el que trato estos temas más detenidamente.
Yo creo que es algo fácil de entender que un sistema que oprime nunca va a tolerar que la persona oprimida destruya sus engañosos y falsos discursos o que no se vea afectada por los mismos. Y es que, curiosamente, una persona gorda tiene ciertas actividades restringidas en horas en que otros colectivos pueden vivir con mayor normalidad ¿Habéis preguntado a una persona gorda cómo se siente al hacer ejercicio a plena luz del día delante de personas con cuerpos normativos? ¿Y le habéis preguntado lo que les dicen al verles consumir productos saludables? Mirad, una persona gorda no puede ir a un restaurante y pedirse un helado de tres bolas pues, ¡ese es su propio toque de queda! Para la gordofobia nosotrxs no disfrutamos de la comida sino que la comemos por nuestra enfermedad obsesiva llamada vagancia. Además ¿qué es eso de unx gordxs haciendo ejercicio? ¿A caso nos atrevemos a cuestionar los discursos de alguien gordófobx? No, no, aquí si queremos levar una vida saludable pero somos gordxs debemos de hacerlo ¡a escondidas! Porque torcemos sus discursos y porque claro nuestra estética les molesta. Cosa que no nos debe entristecer, nos debe empoderar.
Ojito que con la comida pasaba lo mismo que con el ejercicio: lo no saludable es malo, pero lo saludable solo autocomplacencia. Hemos de demostrar a la gordofobia que nos pediremos una ensalada porque nos sale de las lorzas y haremos ejercicio si nos sale de nuestros gordos y hermosos traseros. No estamos aquí para complacer su supuesta superioridad ética, estética y en salubridad, estamos aquí para que no nos impongan toques de queda, ni nos lo impongamos nosotrxs, que esa es otra.


Muchos hombres, blancos, heterosexuales y con cuerpos normativos podrán decir que esto del toque de queda, ellos, también lo han sufrido. Hemos de explicarles nuestras experiencias, lo que supone que haya un sistema de dominación hacia diferentes colectivos y que una cosa es ir con el teléfono móvil en la mano de noche en un barrio en el que son frecuentes los atracos (lo cual es indignante, nadie lo cuestiona, y menos yo que para que veáis lo tonto que soy me ha pasado ¡2 veces!) y otro muy diferente el miedo de coger el metro por la tarde por si te llaman marica, se enteran tus padres y te echan de casa o el miedo que tiene una mujer que camina sola hacia su casa por al noche. Si sigue sin entenderlo, pues oye ¡no sois prefesorxs tampoco! Ser didácticx es importantísimo pero también lo es vivir como unx es ¡Ya lo intentaréis otro día! ¡No desistiremos! ¡Que a pesadxs no nos gane nadie!

Y ya quería concluir con un concepto que he comentado anteriormente: el toque de queda autoimpuesto. Decía alguien, creo que Descartes, que no podemos cambiar el mundo sin habernos cambiado previamente a nosotrxs mismxs. En este caso, la cita serviría para hacernos ver que los toques de queda también tienen componentes propios, se mezclan con nuestros miedos y nuestras experiencias pasadas para crear, junto la propia discriminación hacia las que los colectivos que ya comenté se ven sometidos, un gran monstruo que te paraliza totalmente. Analicemos los riesgos y los beneficios que tenemos al incumplir todo tipo de toques de queda no oficiales y vayamos poco a poco desmontándolos, yo creo que así podremos con todo. Yo de momento me voy a hacer ejercicio, no vaya a ser que se acostumbren…

(*) Sé que debí haber quitado la explicación del meme pero, escribí este artículo hace meses y en ese momento no encontré el meme... Me ha parecido gracioso dejar la explicación ¡Me parecía gracioso que a la desesperada me pusiese a explicar un meme! ¡No me juzguéis insensatxs!

15/11/2017

Ascensión Mendieta, un poqu!to má$ human@$...

En este artículo pretendo compartir esa alegría que sentimos lxs demócratas al saber que la historia de Ascensión Mendieta para enterrar dignamente a su padre, Timoteo Mendieta, asesinado por el franquismo se ha resuelto más éticamente de lo que al actual estado español le hubiese gustado. Una pequeña alegría y victoria para lxs demócratas.
En este país desmemoriado, todavía, están desaparecidas miles de personas republicanas enterradas, por sus verdugos, en fosas comunes donde sus familiares no pueden saber cómo murieron o tener, si lo desearan, un lugar terrenal en el que recordarles. También, por supuesto, donde la ciudadanía española no olvide lo que ocurrió desde 1936 hasta muy entrada la Transición (no quiero poner ningún año exacto atendiendo los atentados de Atocha y otras desgraciadas situaciones) y así poder empezar a pasar página, tanto nosotrxs como el estado y cierta parte de la Iglesia Católica.

Sé que muchas veces es innecesario pero cuando hablo de memoria histórica me gusta recordar porqué… Estalló en 1936 una guerra en nuestro país con el objetivo de derrocar a un gobierno legítimo, validado por una mayoría de la ciudadanía española y condenada unánimemente por aristócratas, la cúpula militar y la Iglesia católica. La Segunda República trajo numerosos avances, siendo probablemente el más icónico el sufragio femenino, sin menospreciar tampoco la libertad de cátedra o el intento de reforma agraria, por no obviar el hecho de que, ¡era una república claro! entonces ahí ya te ganaba. Ni hay que decir que en una guerra se mataron a fascistas, a inocentes y a republicanxs; la diferencia es que en los años venideros, en los restantes 40 largos años del franquismo, se siguieron matando republicanxs y a inocentes; mientras que fascistas y algunxs inocentes del bando sublevado fueron dignificados. Al estado español le queda por dignificar a lxs republicanxs y a lxs inocentes del bando democrático, juzgar y condenar al fascismo y desencadenarse del eterno concordato con la Santa Sede.
 
Ascensión Mendieta en el entierro de su padre
Hecho el inciso ya podemos describir brevemente el caso de Ascensión Mendieta. Ella no era nada más, y tampoco nada menos que una niña cuando le arrebataron a su padre. Pasó la dictadura, pasó la Transición, pasaron 40 años de democracia y desmemoria y gracias a la justicia argentina (y a la ejemplar actuación del pueblo argentino ante la dictadura que ellxs también padecieron con el criminal y condenado Videla) y diversas organizaciones para la recuperación de la memoria histórica; la lucha incesante de 91 años de Ascensión Mendieta (y sus familiares) servirá, además de para enterrar al sindicalista de la UGT Timoteo Mendieta, para que todxs lxs que no éramos suficientemente conscientes de que España es el segundo país del mundo, después de Camboya, en número de personas desaparecidas (más de 114.000 personas desaparecidas, ahora sí, por la represión franquista) nos impliquemos más radicalmente en el recuerdo colectivo de las luchas para la democracia ocurridas en nuestro país.

¿Por qué no ha sido el propio estado español el que ha ordenado buscar a lxs desaparecidxs?, ¿acaso el estado español sigue siendo franquista? y ¿parte de la justicia española? En casos como estos como estos ¿sería necesaria una justicia supranacional que superara cualquier vestigio autoritario con tal de hacer cumplir los DDHH? Me temo que responder a estas preguntas es imposible sin un debate previo introspectivo que debemos tener toda la sociedad española. No obstante, antes de finalizar este artículo, es imprescindible relatar los contrapesos que ha tenido este proceso digno de memoria democrática: tenemos una clase política de derechas que se cree democrática sin serlo, un estado que todavía no se sacude el franquismo de encima, una ley de amnistía que avergonzó a lxs inocentes y perdonó a lxs verdugos y torturadores, y una ley no escrita en nuestra sociedad que nos impide hablar del pasado para, supuestamente, no reabrir unas heridas que, realmente, nunca han sanado. Perdonando al cuchillo y olvidándote de la carne no se cierra herida alguna.

Pese a todo esto ganó la justicia, ganó Ascensión Mendieta, ganamos todxs. Todas y cada una de las situaciones que he enunciado merecen un artículo propio por su complejidad ideológica  y social, pero la memoria histórica también es reivindicar las victorias, y esta ha sido una que nos va a hacer mucho más demócratas de lo que éramos. Pues, que una hija haya podido enterrar dignamente a su padre asesinado por el fascismo nos indica que una gran parte de la sociedad ya no tiene miedo al mismo, sabe que las heridas solo las cerraran la memoria histórica colectiva, no quiere volver a lo que fue el franquismo: una dictadura, está ansiosa de democracia y básicamente quiere que su estado (y en parte la Iglesia católica) reconozca los crímenes que perpetuó o consintió. Una guerra es una guerra, sí, e inocentes hubo de todos los bandos, sí, pero unxs fueron dignificadxs (en una gran parte), y todxs lxs demás siguen en las cunetas. Además de que después de la guerra vino la represión: no olvidamos a Puig Antich, ni los atentados de Atocha, ni Vitoria, ni a lxs exiliadxs, ni a lxs estudiantes y sindicalistas torturadxs por el estado, ni a las mujeres de los rojos (http://www.aguilardigital.es/?p=12992), ni a lxs familiares de lxs represaliadxs.


Este logro puede ser el comienzo del final de la impunidad del franquismo, puede permitir iniciar pequeños pasos como cambiar el nombre de calles y plazas con nombres de franquistas, hacer realidad más casos resueltos de “los bebés robados”, condenar finalmente el golpe de estado de 1936 e iniciar los posteriores juicios a los torturadores y asesinos. Y aunque de momento se trate de quimeras hemos de congratularnos, cada vez tenemos más memoria. De aquí hasta el referéndum para conseguir la república no hay ni un suspiro ¡Acordémonos!

15/10/2017

Perú, N@c!ón Herm@n@.

Este verano pasado vino mi amiga Luz desde Perú a pasar unas semanas en València. Aprovechando “la tesitura” estuvimos hablando de la situación política institucional y social peruana. He de reconocer que hablar con una persona de una realidad tan diferente es tremendamente enriquecedor, por esto convenimos en hacer una breve entrevista de lo que comentábamos en nuestras “tertulias amateur”. No soy periodista, ni mucho menos, y no es el propósito de este blog (ni de esta entrevista en particular) ser una herramienta periodística, por eso la entrevista fue mucho más larga de lo que veréis a continuación pues he creído conveniente cortar las partes más personales y resaltar las más importantes para el ámbito más estrictamente político con la supervisión, evidentemente, de Luz.

Bien Luz, vamos directamente al tema institucional, cuéntanos cómo es la situación política peruana más reciente
Como sabrás, Perú es una república presidencialista con elección directa. Podría compararse al sistema francés en que se escoge al legislativo y al ejecutivo en votaciones independientes. Tras las elecciones del pasado 2016 la mayoría del legislativo pasó a Fuerza Popular (FP, que podría corresponder al PP en España), el partido fujimorista. El caso del ejecutivo fue más reñido y gracias a la segunda vuelta conseguimos que Keiko Fujimori no se hiciera con la presidencia de la nación. La alianza no escrita entre el Frente Amplio (FA, la izquierda transformadora que en España podría representar a las fuerzas del cambio) y Peruanos por el kambio (PK, que representaría a una socialdemocracia neoliberal) fue vital.

Con todo el historial que tiene el fujimorismo, en cuanto a violaciones explícitas de DDHH, ¿cómo explicas ese gran apoyo?
Desde luego es triste por todo lo que implicó Alberto Fujimori (Exdictador de Perú condenado por crímenes de lesa humanidad): terrorismo de estado, corrupción, empobrecimiento de la mayoría social, o esterilizaciones no consentidas y forzadas a más 200.000 mujeres indígenas. Luego su hija Keiko Fujimori, líder del partido naranja (FP) además, que se pone de costado ante las condenas del régimen dictatorial de su padre… Entiendo que sea tu padre pero ¡hay límites que sobrepasan lo indecente! Ahora ¿por qué ese gran apoyo? La eterna pregunta que se hace el progresismo en países como EEUU, Argentina, El mío propio, y en España también ¿Miedo acaso? Quizás falta de información o tergiversación de los medios de comunicación ¿Clasismo desmedido? De veras que no lo sé, ser conservadora o progresista está muy determinado por la vida familiar, colectiva e individual. Si tendría que contestarte bajo mi vivencia personal te relataría que en la época dictatorial, las personas que no cuestionaron el régimen vivieron (si lo comparamos con el resto de personas opositoras) relativamente de forma digna; y como más vale malo conocido que bueno por conocer no quieren arriesgarse con partidos de las nuevas derechas, pese a que ello conlleve votar a partidos antidemocráticos raídos por la corrupción como método gubernamental y de enriquecimiento.


Nos hemos dejado el tercer poder por le camino ¿Crees que en Perú hay una separación de poderes real?
Todo es mejorable, y con eso te lo digo todo. En nuestro país los partidos más votados pueden elegir al fiscal general del estado y otros fiscales dedicados a temas como la lucha contra la corrupción, la defensa de los DDHH o la condena de la violencia de género. Desgraciadamente han saltado varios casos de corrupción judicial con conversaciones filtradas entre jueces afines a partidos tanto de la derecha como de la izquierda más conservadora avisando de escuchas telefónicas que se ordenaron a miembros de estos partidos. De nuevo es indignante como una sociedad verdaderamente movilizada, al menos así lo percibo yo misma, es incapaz de sacar los colores a una clase política normativa y apalancada en el poder. Claro que lxs políticos no están solxs: los medios de comunicación que más espacios tienen, ocultan sistemáticamente información referida a cualquier caso de corrupción de aquella política más normativa, es decir, a esa política que más lleva tocando poder, a ver si me explico.
Ahora bien ¡que se atreva algún partido nuevo o de la oposición a cometer el más mínimo error! Sin ir más lejos la prensa más amarillista culpó a Verónika Mendoza del FA de llevar a un corrupto en su lista electoral, mientras ni siquiera pasaron de puntillas por el caso Oderbrecht, el enésimo caso de sobornos en que el fujimorismo se ve implicado ¡Coherencia es todo lo que les pedimos! Me parece correcto que investigue a todx políticx mas no pueden poner al mismo nivel de corrupción a un partido como el FA y al fujimorismo, sería históricamente imposible.

Abandonamos la política institucional, dentro de lo posible, para hablar de interseccionalidad y feminismo. En tú país mueren mensualmente decenas de mujeres asesinadas por las violencias machistas, ¿crees que un pacto real por el fin de estas violencias está cerca?
Yo creo que gracias al trabajo incesante del feminismo, se consiguió que ser machista estuviera mal visto en la sociedad, ahora bien, ser feminista también lo está en muchos ámbitos. Evidentemente la violencia de género remueve las consciencias de hasta la derecha más cavernícola. El problema fundamental sigue siendo el significado político que le da cada unx porque el machismo se escuda en una locura transitoria del hombre individual, desacreditando y culpabilizando instantáneamente a la víctima o superviviente del propio daño sufrido: ¿por qué no hizo caso a su marido? o ¿por qué no denunció antes el maltrato? son entre otras, las barbaridades que tenemos que escuchar de políticxs, machistas y una gran cantidad de medios de comunicación.
En el caso institucional, toda la sarta de excusas que te plateé se eleva a la millonésima potencia y cuando llegamos a tal punto de muertes de mujeres por parte de sus maridos (sin dejarnos otros tipos de violencias machistas fuera de la pareja heterosexual o el ámbito más doméstico) casi diariamente, como ni la prensa ni la clase política es capaz de acallar las protestas feministas multitudinarias ¿qué hacen entonces? se inventan un pacto de estado ¡Eso sí! caduco desde su nacimiento, sin inversión presupuestaria, ni tan siquiera un calendario de acción a corto o medio plazo. Desgraciadamente todo lo conseguido por el feminismo no ha recibido ni un ápice de ayuda de la clase política de la que hablábamos antes. En cuanto al estado social o popular, desde luego, está cambiando drásticamente.

Cambiando drásticamente de tema, y ya para finalizar la entrevista quiero pedirte que nos expliques algo sobre el quechua y la ideología lingüística del Perú
El quechua y el aminara son dos idiomas originarios en Perú, Bolivia y otros países como Argentina o Chile. Más de once millones de personas hablan al menos uno de estos dos idiomas, siendo lenguas que se podrían hablar potencialmente en territorios de más de 61 millones de personas siendo así bilingües con el castellano.
Desgraciadamente el hablar quechua o básicamente no hablar español de primeras está relacionado, en grandes capas de mi país, con la pobreza, la ignorancia, la vagancia y otros sinsentidos. Nadie cuestiona a idiomas como el finés, el holandés o el balón, sin embargo, somos una de las pocas naciones del mundo con lengua propia que no podemos informamos, confeccionar documentos burocráticos para el estado o pedir un plato en una taberna en la lengua quechua.
Creo que el castellano es una lengua muy hermosa que, pese a la historia de represión y genocidio, ha sido capaz de unir pueblos de los lugares más insospechados; mas quiero que el quechua también tenga ese propósito: ¡volver a recordarnos nuestros orígenes! ¡Escribir y recitar nuestro presente y futuro en otra lengua! Conseguimos la cooficialidad del quechua con el castellano pero no hay una igualdad real, ni mucho menos, para lxs hablantes del quechua quiénes muchas veces somos criminalizadxs ¡simplemente! por pedir una cerveza en quechua… Todavía estamos por superar ese odioso clasismo lingüístico.

Finalizada esta entrevista, debo confesaros una cosa, esperando que no haya sido demasiado evidente: esta entrevista es falsa.
Muchas veces me pregunto cómo puedo convencer a una persona con la que estoy en desacuerdo… Creo que poniéndole el ejemplo de una situación equivalente a la nuestra pero lejana en el espacio o el tiempo puede hacer florecer opiniones que su lealtad a su cultura política no le permitiría. Pues bien, los relatos establecidos en la entrevista ficticia son claramente equivalentes a situaciones que ocurren en España.
Ahora bien, no toda la información es falsa ni mucho menos, me he basado en información real que ocurre en Perú pero la he tergiversado para que “entre” en las realidades españolas. Sacad vuestras propias conclusiones ¿Os habéis creído la entrevista o era muy obvia la comparación que trataba de hacer? ¿Habéis prejuzgado a las gentes de Perú mientras muchas veces, y yo el primero, hemos escurrido nuestra responsabilidad pasiva ante situaciones insostenibles en nuestro país? ¿Ha habido, quizá, cierta superioridad moral “colonialista”? Perú tendrá sus errores, pero nosotrxs no somos perfectxs ni muchísimo menos ¿Qué hay de Moix? ¿Cuántas televisiones retransmitieron el documental de las cloacas del estado? ¿Hace cuánto no votamos nuestra propia constitución? O ¿hace cuánto se celebró el último referéndum en nuestro país?


Me despido ya no sin antes adjuntaros artículos que os pueden servir de interés. Nos gusta mucho criticar pero, de vez en cuando, hemos de permitirnos pararnos a pensar qué estamos haciendo ¡Ah! Evidentemente no os voy a decir qué información de Perú es cierta y cuál no…Que la luz de la sabiduría nos guíe… Que cosas más raras hago, de verdad…

15/09/2017

1º, 2º, 3º, 4º, 5º, 6º, 7º y má$...

Tranquilxs no soy Rajoy hablando de obviedades pues, ¡os vengo a hablar del problema catalán! Por eso digo que no soy Rajoy, vamos. En este artículo me apetecía sacar las vergüenzas de cada partido y así plantear posibles argumentos para romper equidistancias o establecer nuevas ¿Choque de trenes? Sí pero, ¿Qué tren es más terco? La equidistancia de la terquedad no es tal, ahora bien ¿está libre de “pecado” quién mira desde lejos? ¿Qué hay de las incoherencias dentro de las fuerzas del cambio? Pretendo poner en cada lugar, clasificar de cierto modo a los diferentes partidos políticos o movimientos bajo la intensa luz de los patrones democráticos y la coherencia política: bienes escasos en la política institucional actual, salvo breves y momentáneas excepciones transitorias y fugaces.


Quién impide la democracia, por supuesto, suspende. No me voy a alargar, de momento, demasiado con el PP o Ciudadanos (C’s). El nacionalismo español está demostrando una falta explícita de sentido democrático por razones muy sencillas que trataré de complicar al final del artículo. Anticiparos que el título, como es natural, tiene mucho que ver con esto: si permitimos que voten estxs que se han manifestado, ¿qué vendrá después?

El otro nacionalismo español más “light”, es decir, el PSOE y a gran parte de la socialdemocracia europea ni está ni se le espera. El PSOE como partido histórico de España no entiende que en las pasadas elecciones plebiscitarias catalanas del 27S hubo, aproximadamente, un 80% de votantes solicitando un nuevo encaje de Catalunya en relación al estado español. Es cierto que el independentismo no llegó a ganar el plebiscito, como sabéis, en votos totales pero ahí sí que perdió por goleada el nacionalismo español. Y tras las elecciones del 20D y posterior 26J se dejó constancia de que una amplísima mayoría de catalanxs estaba por el derecho a decidir. Es más, objetivamente hay un 57% (ECP, ERC, PDeCAT ya que CUP-CC no se presenta a las elecciones estatales españolas [adjunto datos electorales: http://www.eleconomista.es/elecciones/generales/resultados/Catalunya]) de votantes que defienden este derecho, mientras que dentro de ese 43% restante (PSC, PP, C’s y otros partidos como el PACMA de los cuales desconozco su posición frente al referéndum, pese a que me consta que el partido animalista es un partido que estaría a favor, seguramente, del derecho a decidir) hay más de un tercio de votantes (lxs del PSC) que quieren una relación distinta con el estado español. Y bien ¿el PSOE qué? El PSOE, como referí, ni está no se le espera. Sí ¡Claro! ¡¿Qué remedio le quedó?! En su congreso estatal aprobó que, desde ese momento, estaban a favor de la plurinacionalidad en España ¡pero nada de referéndums! Y habría que preguntarle al PSOE andaluz, extremeño o castellano-manchego, entre otros. El PSOE quiere una reforma constitucional que debería ser aprobada por más de dos tercios del Congreso de los diputados y por mayoría en el senado. Las fuerzas plurinacionalistas, autodeterministas e independentistas no suman tanto, y menos aún en un senado donde el PP hace lo que le da la real gana ¿Qué pretenden entonces? ¿Están, acaso, vendiendo humo para “demostrar” que no son el PP o su socio C’s? O, ¿es que se creen que somos tan estúpidxs? ¿Qué eso de que vote todo el mundo un referéndum que interpela solamente a la ciudadanía de Catalunya? y, ¿votaron ellxs en Escocia? ¿No estamos todxs en la UE? ¿Se creen acaso que la democracia tiene algo que ver con aquel vergonzoso 135 que nadie votó?


La mayoría de la ciudadanía catalana está demandando un debate y un referéndum en el que decidir su futuro no sea una quimera inalcanzable. Por primera vez en el estado español hay unas fuerzas políticas con lxs suficientes votantes para poner en el orden del día y en el vocabulario político la plurinacionalidad. Las fuerzas del cambio han reconocido rápidamente el derecho de los pueblos y las naciones de decidirse a sí mismas, de que cada persona decida, en el marco de los DDHH, sobre su propia vida. Pero, últimamente, están incurriendo (al menos sí en sus posicionamientos oficiales) en algo muy peligroso: la incoherencia política. Las fuerzas del cambio han reconocido a las naciones históricas del estado español como tales. Muchísimo más cuando así lo dicta las historia, la cultura y lo más importante para mí: una mayoría de votantes que así lo expresan. Reconocen sin tapujos que Catalunya se trata de una nación, de un país. Pues bien, parad atención un momento más: si consideras a Catalunya como nación soberana debes considerar también a su gobierno como soberano. Un gobierno, si es soberano, puede perfectamente escribir o cambiar leyes (siempre que estén en el marco del respeto de los DDHH, por ahí no debemos de pasar). De este modo, ¿por qué no una ley de un referéndum? ¿Por qué no una ley para defender a lxs trabajadorxs públicxs del estado español el cual les amenaza incesablemente? Que yo sepa votar no tiene absolutamente nada de malo. Sí claro, el nacionalismo español llamará a sus votantes en Catalunya para que no se movilicen y así no voten. Con una consecuente baja participación no habría validez moral para los resultados ¿no? Claro, pues si votara el 57% del censo sería algo tramposo ¿no? Ahora bien, si participara un 67% todo correcto ¡como las elecciones del pasado 26J amigxs! Además ¿no debemos considerar al pueblo como capaz? ¿no debemos tener la esperanza de que lxs votantes del nacionalismo español se movilicen aunque su partido les diga que no porque la democracia está en juego? Es que señorxs, si no confiamos en el pueblo, ¿en quién entonces? ¿En los bancos?

En una campaña electoral se hacen promesas para indicar por qué camino tiras: si eres más de monte, de playa o de ciudad. Las garantías sí que están para cumplirse, al menos eso debemos exigir. La CUP-CC prometió que jamás daría apoyo a un gobierno de Artur Mas o Junts pel Sí (JxSí), y acabó cediendo, cosas de negociaciones y asambleas; ERC y el PDeCAT (antigua Convergència) fueron rivales hasta protagonizar uno de los pactos más estrambóticos y sinsentido de la democracia catalana en forma de una candidatura única (JxSí ganadora de las elecciones del 27S en 2015), al menos el pacto fue preelectoral y no postelectoral, me temo que el PSOE, el PP o C’s no pueden decir lo mismo. Supongo que la democracia es negociar y ceder, sin embargo, las mentiras deben ser dejadas a parte. Y así lo hizo JXSí. Lxs votantes de JxSí votaron tanto a ERC como al PDeCAT, y lo hicieron a sabiendas de nuevo, no como otrxs. Mas prometieron un estado catalán independiente en un plazo que ya terminó, y en esas siguen. Hay que romper equidistancias, sí; las promesas electorales son orientativas, sí de nuevo; no se puede hacer política con un estado español gobernado por el PP con el inestimable consentimiento cómplice de C’s y del PSOE (veremos qué avances hace Pedro Sánchez, yo muchas esperanzas en él no tengo…) que encausa y manipula a jueces y trabajadorxs públicos de las altas esferas policiales para atacar a la democracia y los partidos que no piensan como ellos, cierto es sí; pero, y sin entrar en debates de la necesidad o no de la independencia en Catalunya, ¿están en una situación tan límite para incumplir esas promesas electorales? ¿o de ensañarse de esas maneras con las fuerzas del cambio catalanas por su ambigüedad? ¿Qué hay de lxs trabajadorxs públicxs implicadxs? Permitidme que no lo responda, no lo sé, yo no puedo votar en Catalunya y no sé qué hubiese votado aquel 27S ¿Quizá un voto de protesta? o, ¿quizá uno de ruptura?



El independentismo catalán no tiene la misma responsabilidad que el nacionalismo español, aquí no valen equidistancias por mucho que no me guste el ideario político del PDeCAT. Aquí se está poniendo la democracia encima de la mesa, unxs están por votarlo todo y otrxs están tratando de bloquearlo todo. Hay otrxs que se abstienen, que no lo ven claro dentro de su complejidad que valdría la pena analizar más profundamente, lo admito. El drama está servido. Y el progresismo que anhela una democracia participativa para superar esta democracia representativa debe entender que después de este referéndum pueden venir otros, ¡decenas incluso!: ¿república o monarquía? O ¿abolición de la tauromaquia? Quizá, ¿nos planteamos reformar la constitución? ¿Necesitamos más inversión en investigación y menos en privilegios políticos? ¿Queremos entrar en el CETA, el caducado TTIP o en el TISA? ¿Nos podremos perdonar aquellos que anhelamos la democracia participativa no apoyar y tratar de convencer de la legitimidad de un referéndum, de la democracia propia, para resolver un conflicto? Después de un referéndum vienen otros.