27/11/2016

C!nemát!c@ (VI): "Stonewall (2015)"

No es extraño que hechos tan históricos como la lucha de las sufragistas, o las reivindicaciones de lxs afroamericanxs en pos de la igualdad racial radical sean llevadas al cine. Claro que con el objetivo de hacer atractivo, comercial o incluso moderado, aquello que fue realmente una batalla campal en contra de un sistema opresor para mayor diversión del espectador y mayor clamor de la crítica más adinerada, a menudo se tiende a alterar la realidad histórica. Y desgraciadamente, en cuanto a lo que significó Stonewall, la película que lleva el mismo nombre que aquella legendaria taberna peca, pero no tanto de luchadora, sino de moderada, conservadora y otros atributos que iremos desgajando.

Stonewall fue sobre todo un lugar sucio, ¡asqueroso incluso!, violento (para con el colectivo ¡Cómo no!) y a veces el hecho de acudir ahí podía suponer una paliza por parte de la policía cis-heteropatriarcal y corrupta. Me explicaré, rondando los años próximos a 1969, se prohibía vender alcohol a personas LGTBI/GSRDI “declaradas”, es decir, a personas que no cumpliesen con el estatus cis-heteropatriarcal, por no hablar de que se les impedía regentar un negocio ¡Y eso en EEUU! Ya os podréis imaginar qué pasaba en un país totalitario (en aquellos años) como España… Entonces, lo que ocurría es que personas del colectivo acudían a esa taberna para poder ser ellxs mismxs, para divertirse, bailar, besarse, vestirse como les diese la gana, llorar, reír, y en definitiva refugiarse de un sociedad profundamente LGTBI/GSRDIfoba. Y claro, la mafia asomó.
Resultó que Stonewall era un lugar que la mafia ideó para vender alcohol a un público necesitado de espacios, desesperado y que pagaría cualquier precio (dentro de sus precarias situaciones) para poder tener un poco de calma y de bienestar al menos una vez por semana. Para que al menos, pudiera unx sentirse vivx tal y como verdaderamente era. Aunque claro, con el alcohol y la mafia, llegó la policía corrupta y cis-heteropatriarcal a chantajear a la mafia (que a su vez chantajeaba a aquellas personas del colectivo ¡Dinero por unas horas para ser como unx era!) y de paso a “pasárselo bien” a costa de personas del colectivo.

Básicamente la policía hacía redadas al local en cuestión ¿Para qué? ¿Si la mafia estaba avisada y guardaba el alcohol en esos momentos? Pues básicamente para ensañarse casi diariamente con las personas del colectivo, para recordarles que no estaban a salvo ni en ese espacio. Tras las palizas, violaciones, robos, asesinatos, vejaciones, abandonos familiares y un sinfín de atrocidades, los héroes y heroínas que frecuentaban el local de la futura famosa Christopher Street dijeron basta, y una mujer transgénero latina junto a una Drag queen luchadora por los derechos de las personas transgénero y transexuales afroamericana decidieron encender la mecha de lo disturbios de Stonewall y comenzar con la lucha por la visibilidad y la igualdad del colectivo GSRDI/LGTBI esta vez de forma coral y colectiva (ese fue el propósito ir unidxs). Y esas legendarias personas eran Sylvia Rivera y Marsha P. Johnson.

Sabiendo por lo menos grosso modo lo que ocurrió, podemos decir muchas cosas de la película: ¡sí! es muy bonita y ¡hace llorar!, ¡pero no cuenta la verdad!
En esta película se cuentan medias verdades, es una película comercial sobre una lucha contra el sistema, que el propio sistema vería con mejores ojos de lo que creemos algunxs…

Tenemos la figura de un chico blanco homosexual (Danny) y con actitudes masculinas patriarcales. Esta figura es muy importante, pues representa al “gay bueno”, el chico homosexual perfecto que no tiene excesivas gestualidades, es “puro”, con un cuerpo atlético y profundamente emprendedor. Vamos, que al cis-heteropatriarcado casi ni le importa con quién se acueste o a quién ame, pues sigue haciendo patente la diferencia entre los gais buenos y gais malos, promiscuos, negros, latinos, asiáticos, con “pluma”, gordos, femeninos, demasiado delgados, vagos, de clase trabajadora, prostitutos… Es lo de siempre, me parece bien que haya gais masculinos y femeninos y cómo quieran ser ¡faltaría más! Y por esto no puedo evitar pensar que esta película peca de establecer esa tan dañina dualidad entre el gay patriarcal y el que no lo es, al que hace invisible por ser supuestamente malo y avaro, o incluso supuestamente “inútil” (lo vemos en la película: como Danny, el homosexual homonormativo siempre tratando de salir de la calle ¡Cómo es natural! Pero ¿Por qué Ray no busca un futuro mejor? ¿A caso el activismo no es compatible con una vida mejor? Yo creo que sí, desgraciadamente no es lo mostrado en la película…) es decir, establecer la homonormatividad, la homosexualidad que lxs heterosexuales pueden tolerar, esa homosexualidad en que el hombre no es femenino, evidenciando de nuevo el machismo y la gordofobia entre otras muchas actitudes. 
Desde el colectivo fomentamos la diversidad, por que somos diversxs y desde luego no sólo somos gais. Y es que en esta película hay un ocultamiento casi total hacia el colectivo trasngénero, transexual, lésbico, bisexual, asexual, afroamericano y latino… La película nos muestra a una Marsha P. Johnson muy divertida sí, al igual que secundaria en las revueltas ¡Ella lanzó el primer ladrillo y no un chico blanco homonormativo! ¡No pasaría nada en tal caso! ¡Pero la historia es la que es! Además se siguen ocultando o mostrando demasiado parcialmente a todas las mujeres lesbianas y personas transgénero y transexuales que ahí había (por no hablar de las personas de género no binario). Se muestra demasiado poco sus historias, historias de mujeres y hombres violadxs y abandonadxs por sus familias o incluso internadas en centros de supuesta curación donde lxs torturaban diariamente. No se contaron las historias de las mujeres lesbianas que frecuentaban la taberna con sus novias o amigxs, y que contaban con el “agravante” de haber nacido mujeres algunas blancas, otras negras, otras latinas, con lo que ello suponía en una sociedad acérrimamente machista y racista, en la que quien tenía marido e hijos recibía palizas y no volvía a ver a sus retoños jamás y además con la ley por delante.

Hay un personaje fundamental en la película, Ray, que ya digo para aclarar que ni es Sylvia Rivera ni Ray Castro. En mi opinión el director quiso hacer una fusión entre los dos, es decir, entre un hombre homosexual y una mujer transgénero. Es cierto que le salió un personaje divertido, amigable, entrañable, luchador y aunque estereotipado, con el que muchos nos identificamos. Ray es un buen samaritano que ha sufrido lo indecible (Sylvia Rivera) pero no es tan importante como el chico homonormativo ¡Y eso que el director decía que Danny representaba solo al espectadorx!
También nos encontramos con la pandilla de Ray ¡Eso sí que era diversidad! ¿Por qué no lo extendió a toda la película? Sí es cierto que la genial queen Conga era magnífica y no le tosía ningún policía cis-heteronormativo, pero vuelta la mula al trigo ¡Es un personaje secundario!


Ya voy concluyendo diciendo una contradicción clara: la película emociona pero no cuenta la verdad y distorsiona al colectivo para hacerlo más atractivo al cis-heteropatriarcado, y lo siento… Seguramente el director tendría buenísimas intenciones mas no se puede agradar a todo el mundo, no se puede esconder a las mujeres lesbianas y al colectivo transexual, ellxs formaron una parte importantísima de la lucha, y si lxs escondes, no muestras la totalidad de la historia y mientes por ende. Muchxs, después de ver la película y leer esta crítica diréis que soy muy cruel con Danny. No es mi intención, Danny es un personaje con el que nos emocionamos cuando sufre, sin embargo no podemos admitir ni el Whitewashing ni la dualidad (que debería ser inexistente) entre gais homonormativos y no homonormativos. Seguiremos analizando más películas “a nuestro modo”, pero esta es mi opinión y ninguna otra cosa más. Esperemos con ansias a ver Happy birthday Marsha, un proyecto filmográfico independiente y transfeminista LGTBI/GSRDI con un reparto más realista e inclusivo para con las mujeres, el colectivo transgénero y el colectivo homosexual afroamericano y latino, en fin un reparto más fiel con la verdadera historia de estxs héroes y heroínas.

07/11/2016

C!nemát!c@ (V): el Anime y sus Pre$c!nd!ble$...

La cultura japonesa siempre me ha fascinado, es irremediable. Y es bien sabido que uno de los pilares de la cultura nipona es sin duda alguna el anime. Este llamado anime por animación evidentemente, pues sabemos que los japoneses incorporan muchas palabras de origen inglés en su idioma (por ejemplo huelga en japonés se pronuncia de forma muy parecida al anglosajón strike), se trata de series o películas, fundamentalmente, que son creadas con imágenes en movimiento, lo que aquí en España conocemos como dibujos animados. Existen animes para personas de todas las edades, por ejemplo Pokémon o Digimon son animes dirigidos sobretodo al público infantil y adolescente joven, mientras que Danganronpa o Death note son más dirigidos a adolescentes mayores y adultos jóvenes y de mediana edad (aunque evidentemente ambos pueden verlos cualquiera que lo desee ¡solo faltaría!). Ya veis, animes muy diferentes, pero que a parte de las bonitas imágenes que nos muestran los buenos animes, desgraciadamente comparten por lo general algo más triste, el machismo.


Trataré de justificar lo dicho anteriormente con ejemplos de anime que yo he visto, sé que no son muchos pero los que he visto los conozco relativamente bien (excepto Danganronpa que como me encanta me lo sé “de pe a pa”).
Comienzo así por Death note, un anime terriblemente recomendable pero con actitudes muy machistas. Tenemos a Light Yagami, el personaje de este anime, antes manga por cierto, como un chico de lo que aquí llamaríamos 2º de bachillerato, que es lo que significa preparatoria, que tiene el defecto de tratar a casi todas las mujeres de un modo subhumano, y sí, me refiero sobretodo a su actitud con su madre y con Misa Amane. Como no quiero hacer ningún spoiler (revelar contenido del anime o serie) más del necesario, diré que Misa comparte con Light una habilidad muy poderosa, pese a que Light la obtuvo antes que Misa. Nuestro protagonista se lleva una gran decepción tras saber que había otra persona con esas capacidades, mas al ver que Misa sabe que él las tiene, y le admira sin cortapisas por eso y por sus otras capacidades, y además que está enamorada de él, Light no duda en usar a Misa a modo de herramienta para satisfacer sus deseos y salvaguardar su integridad y anonimato. De modo que no dudará en utilizar ese amor incondicional de Misa, en pos de más poder y más beneficios. Quizá aparentemente con esta descripción sin spoilers no os parece muy machista pero tendríais que ver la actitud de Light para con Misa, sinceramente prescindible…
 
El gran Monokuma
Tenemos otro manga hecho anime tremendamente famoso, y este es el interminable Naruto. Este anime trata de la historia de Naruto, un chico de 13 años en la primera temporada del anime, y 16 en la segunda (hay una tercera, me parece, pero realmente me quedé en la segunda, tiempo al tiempo…). Está ambientado en un mundo ninja dividido fundamentalmente en 5 grandes regiones, las cuales poseen sus ninjas especializadxs. Vemos que en este mundo los ninjas tienen poderes sobrehumanos pudiendo permitirse el lujo de generar fuego, agua, rayos, madera, vapor, lava y otros elementos naturales mediante simples movimientos de manos, entre otras muchas técnicas. Hay de nuevo varios aspectos machistas en este anime, pero me centraré en uno que envuelve a una personaje principal de la historia: Sakura Haruno, no sin antes recalcar que lxs ninjas, cuando empiezan su largo entrenamiento, acostumbran a agruparse en grupos de 3. Yendo al grano, esta chica siempre es representada como la que sobra, la tercera en discordia, la inútil que jamás puede superar o igualar a sus dos talentosos compañeros varones que son Naruto y Sasuke. Sakura, incluso tras entrenar con la 5ª Hokage (lideresa de la nación o región del fuego), adquirir entonces, una fuerza sobrehumana y técnicas médicas envidiables y milagrosas, sigue sin ser suficientemente buena en comparación con sus otros dos compañeros. Esto en sí no tenía porqué ser machista (spoiler: al fin y al cabo, la mayor antagonista es mujer), pero el creador del anime lo hace posible dándole una actitud pesimista y débil a Sakura en momentos críticos. Sakura es presentada como una persona con complejo de inferioridad por siempre haber estado por detrás de sus dos compañeros y amigos. Llega a tal extremo que solo quieres abrazar a Sakura. Y no se entiende cómo una chica con tales poderes sienta tales complejos casi siempre ¡no sé! ¡quizá exagero! pero lo cierto es que considero que esta personaje podría haber sido desarrollada como mujer que supera sus complejos para luchar (mucho antes de una lucha final, donde realmente podemos verla así de verdad [digo de verdad ya que en otras ocasiones la hemos visto superar sus complejos, pero en seguida caer de nuevo en la desesperación por una supuesta en inexistente inferioridad]) y servir de ejemplo para todxs. Es como yo he visto a esta personaje, disculpadme si creéis que exagero, no me hubiera importado que Sakura fuera pesimista, pero si le das esas magníficas habilidades ¡cuánto menos! ¡déjale tener un poco de autoestima!

Acabo con mi queridísimo Danganronpa (desde ahora DR). DR, es ya una franquicia de videojuegos, anime, novelas ligeras, y sobretodo novela visual, de corte de intriga ¡a menudo desesperadamente demasiada! e investigación (y no me sacaréis más porque no quiero hacer, de nuevo, ningún spoiler sobre esta grandísima historia). El orden cronológico que se debe seguir es el siguiente: primero debéis ver o jugar DR Trigger Happy Havoc, luego DR 2, luego podéis optar por leer DR 0, jugar o ver DR Another episode: ultra despair girls, y si no me equivoco alternar un episodio con otro de DR 3 future side y luego despair side,  además es muy recomendable haber leído DR If antes de comenzar a ver en anime de DR3. Sí, la cronología es fundamental para entender DR, sin embargo, y aunque me duela decirlo, a menudo posee demasiado fanservice (básicamente son escenas dedicadas a atraer público no tan interesado en la historia. Y esas escenas son sobretodo de contenido hipersexualizado) cis-heteropatriarcal. Bien, DR, diré que está protagonizado por estudiantes de preparatoria y en posteriores años ya universitarios (no quiere decir que vayan a la universidad ¡eh!). Evidentemente hay alumnos hombres y mujeres. Lo curioso viene cuando todos los estudiantes varones van vestidos de una forma normal, no sé con pantalones largos y piratas y con camisas, camisetas o trajes (hay excepciones como la de Sakakura, pero son minoritarias). No obstante muchas de las participantes femeninas llevan minifaldas, escotes exagerados y cuerpos del agrado del cis-heteropatriarcado (como ejemplos están Enoshima Junko, Owari Akane, Ando Ruruka, Nanami Chiaki, Maizono Sayaka, Tsumiki Mikan o Koizumi Mahiru [que probablemente es la única personaje LGTBI de DR junto a seguramente Komaeda Nagito y aviso de spoilers Fujisaki Chihiro]). Las mujeres, evidentemente, pueden llevar lo que les dé la gana, pero es muy curioso que Kodaka, creador de DR, solo acepte esta proposición feminista e ignore casi todas las demás. Esta franquicia es muy querida tanto por hombres como por mujeres a partes casi iguales (y daría lo mismo si no fuera así…), y sinceramente no veo a los personajes varones enseñar el pecho o su ropa interior, que sí que las mujeres pueden hacerlo ¡pero los hombres también! ¿No? No digo que quiera, yo amo a DR por su intriga y suspense, no por su fanservice, y es cierto que tiene aspectos feministas como que el personaje más inteligente de la historia de la franquicia sea mujer, mas no es suficiente.



A muchxs nos gusta el anime por las bonitas e interesantes historias que cuentan, porque muchas veces son una vía de escape para una realidad que de otro modo no sería soportable en muchos casos. Es por esto por lo cual el anime debería dejarse a un lado estas actitudes retrógradas y centrarse en desarrollar las tan buenas historias e imágenes tan bien hechas que caracterizan a estas series. No todo anime es machista, pero casi todo el fanservice sí acostumbra a serlo, y habría forma de hacer un fanservice menos sexista, por ejemplo potenciando los que se basen en la adición de más tragedia, comedia o batallas épicas incluso. Además se deben implementar personajes que representen mejor la diversidad de cuerpos, razas, orientaciones sexuales, e identidades de género entre otras características humanas, no todos los hombres somos musculosos, atléticos o delgados, ni todas las mujeres son delgadas y con mucho pecho ¡no para fastidiar a nadie! sino porque es tal y como es la sociedad, y sinceramente, en animes ambientados en personas sin poderes mágicos o ninjas omnipresentes, valdría la pena que estos autores se planteasen más feminismo y menos fanservice, lo que hará resaltar la historia, agradar y llegar a muchísimas más personas, no solo a los hombres heterosexuales que solo quieran fanservice. Así que fanservice, el justo ¡gracias!