17/10/2018

C!nemát!c@ (IX): "Get real"

La película de la que hablaré hoy se trata de la segunda película con protagonistas LGTBI que he visto en mi vida, después de Shelter, si la memoria no me falla. Se trata de una historia de “salir del armario”, expresión que espero que quede en desuso en próximos tiempos, por cierto. No obstante, estamos lejos de que las películas LGTBI dejen de ser consideradas como un género aislado. Es cierto que el hecho de que haya un género propio y diferenciado del resto ayuda a aquellxs jóvenes LGTBI que no teníamos con quién hablar de lo que nos pasaba, de quiénes nos gustaban o de nuestros miedos. Buscábamos ese género de películas y nos salían infinitos blogs con listas y listas de películas en las cuales podíamos encontrar lxs referentes que necesitábamos…


La película es un espejo en el que muchxs nos podríamos ver reflejadxs puesto que Steven es un chico gay no heteronormativo, aspecto de su vida que solo conoce su mejor amiga Linda, que es víctima del bullying de sus compañeros. Su casa no sería motivo de confort si no fuese que Linda es su vecina porque, pese a tener una madre más tolerante (como suele ocurrir en estos casos), su padre no se cuestiona la orientación o identidad del protagonista, tiene una personalidad más bien fría y distante, y solo quiere que su hijo se centre en el periodismo, su futura carrera. Steven, como adolescente de 17-18 años (cursa lo que sería la preparatoria o 2º de bachiller), frecuenta los baños públicos de un parque apartado de su ciudad. Allí conoce a hombres adultos que esconden su orientación sexual pero Steven tiene la esperanza de encontrar ahí el amor, es junto al tiempo que pasa con Linda, uno de los momentos en el que es él mismo. Un buen día se encontrará con un compañero de clase, el típico chico popular, John. De ese encuentro fortuito se desarrollará una historia de amor donde se explotan las dudas, la pasión, la liberación y el miedo. Steven, harto del bullying, harto de las dudas de John o harto de tener que esconderse decide escribir un artículo en su periódico de su instituto donde reivindica (como anónimo) la normalidad LGTBI. Este, al ser censurado, será la escusa que use Steven para abrirse al mundo sin miedo, sin vergüenza  y sin cuidado de lo que piensen lxs demás.

Dentro de ese género de películas LGTBI existen varios subgéneros, siendo uno de ellos el que se centra en “salir del armario”. En mi opinión Get real es la película que mejor ejemplifica el subgénero en los chicos gais. Hemos de recordar que este subgénero no se centra tanto en la comedia, el drama o el terror sino que es un alegato al yo interior de cada unx. No importa tanto el final del personaje, creo yo, sino el hecho de que ser como unx es te libera del papel que tienes que interpretar para con todo el mundo, es un acto rebelde y liberador. Esto, a veces, puede ser arriesgado e incluso mortal mas este subgénero se centra en lo bueno que tiene dejar de fingir una cosa que no eres, que también es necesario… Si sois un poquito avispadxs os habréis dado ya cuenta de que no me gusta el dicho “salir del armario”, y tengo mis razones. Cuando se dice ese recorrido dicho se está poniendo todo el peso completo en la persona LGTBI y ninguno en la persona cisheterosexual. Así es como yo lo veo, ¿por qué si no le decimos a una persona que somos LGTBI y esta se entera por tercerxs estamos cometiendo un acto deshonesto? Es una de las pocas críticas que le puedo hacer a esta película: no enseña a las personas cisheterosexuales a crear un ambiente de confianza a la persona LGTBI para que actúe y sea como verdaderamente es ¡No quiero que el mejor amigo de Steven vaya directo a preguntarle si es gay! Necesitamos tiempo para asimilarnos y conocernos ¡Como todo el mundo! Pero a mí me hubiera reconfortado y fortalecido que todas las personas no LGTBI con las que salí del armario hubiesen propiciado un ambiente relativamente favorable y de aceptación personal.

En Get real lo importante es que Steven supera sus miedos, no su final amoroso ¡Ni mucho menos! Algo parecido a lo que pasa con otras películas de este subgénero: Pariah (2011), Dorian blues o Plegarias para Bobby. Lo importante es que después de ese comienzo de aceptación lxs protagonistas son más felices consigo mismxs, aun cuando no todxs son más felices. Lo diré de otra forma: maduran. Sí porque Steven no se va con John, y realmente es una lástima, ¡hacían buena pareja! Pero, ¿realmente está Steven dispuesto a vivir en secreto que le gustaba John y tener que fingir hasta, al menos, su entrada en la universidad? ¿Realmente podemos aguantar más del tiempo del necesario imitando o mintiendo? ¡Pero solo es hasta la universidad! ¡Ya pero es que es mi vida!


Guardo esta película como oro en paño y no será la última vez que escriba sobre ella o inspirándome en ella. No es ni muy buena ni tampoco mala pero para mí posee un significado emocional inmenso. Me da rabia no recordar la edad específica que tenía cuando descubrí esta película pero recuerdo la escena: una gran dosis de fuerzas y de esperanza. Todavía seguimos necesitando estas película que nos muestran referentes que tras tener los arrestos para vivir, pensar o actuar como verdaderamente eran y sin importarles lxs demás, maduran y se sienten en paz consigo mismxs. Es imprescindible en según qué ambientes. A cada unx le dará una virtud. En un ambiente más tolerante daría fuerzas, en otro menos, al menos grandes dosis de esperanza, ya sabéis que la esperanza de hoy, la fuerza de mañana.