Tras mercados de fichajes y unidades populares fallidas uno
se aventura a hacer autocrítica, que es algo muy sano, o al menos eso dice
Rajoy.
Pues si comprobamos y sumamos muy grosso modo los resultados
electorales del 20D vemos números inauditos. Si las izquierdas hubieran ido
juntas el PSOE no estaría haciendo las tonterías (primero formamos gobierno y
luego ya analicemos lo que pasa en ese partido ¿No?) que está haciendo ahora.
Quedará para los restos la actitud de este partido tras un mes de los comicios
electorales, quedará para los restos. Pero es que podría haber acabado bien
todo, sin dudas ni “ahora le toca a Rajoy formar gobierno” ¡Cómo puede decir
eso un socialista!
No seamos tontxs, el PSOE dejó de ser socialista hace mucho
tiempo, lidiemos con ello y avancemos ya desde la izquierda y desde abajo, pues
la izquierda nunca será desde arriba a no ser que sea para ver mejor a dónde
debe bajar. Obviemos al PSOE y sus aires de grandeza todxs sabemos sus
resultados electorales ¡Avancemos ya a la izquierda!
Dos programas casi calcados fueron independientes a unas
elecciones en las que si hubieran ido juntos quizá hubieran hecho aún más
historia…
Bien, tras introducir lo que todxs ya sabemos procedemos
ahora al quid de la cuestión, sin tapujos diré que debemos ir a la izquierda en
común y no separados ¡Cuidado! ¡Que no es lo mismo que unidos! Yo personalmente
al escuchar unido me suena a aglutinar, pues bien vamos a ir en común
aglutinando lo que realmente importa, el programa ideemos algo que una a la
izquierda programáticamente desde la humildad, el reconocimiento mutuo y que logre conseguir buenos resultados, no por
nada, sino porque no va la vida en ello.
Una razón evidente para haber unido fuerzas, y lo dice uno
que no quería que PODEMOS fuera con IU (y lo digo porque de verdad lo creía firmemente
y ahora me arrepiento de esta postura ¿Cómo no hacerlo viendo los resultados
coartados por la ley electoral?) es la ley electoral tan injusta que
provincialmente adjunta un número de escaños que muchísimas veces no
corresponde con el rango demográfico comparado, sólo hace falta ver el número
de escaños asignados al PV y a Castilla y
León, haciendo que obviamente, un voto valga el doble en otras
circunscripciones menos pobladas cortándole las alas al pluralismo. Por esto
mismo debíamos haber renunciado todxs al nombre y a la soberbia ¡Al menos hasta
cambiar la ley electoral! Porque debemos distinguir quién comparte nuestro
programa y quién no, así, considero yo, que se logran mayorías con esta injusta
ley. Por supuesto incluyo a UP-IU y a PODEMOS-en Marea-En comú Podem-És el
Moment, pues todxs sabíamos que todas ellas eran las “Fuerzas del Cambio”. 6
millones de votos no son precisamente pocos votos. Y claramente hay algo en
común en las fuerzas del cambio a parte de lo más evidente que es lo que reivindica
la izquierda, la interseccionalidad. Mas de lo que hablo es del
autodeterminismo ¿En Comú Podem es independentista o unionista? ¡Ahí lo tenéis!
El autodeterminismo, que al fin y al cabo es lo que define la democracia
participativa es lo que ganó las elecciones en Catalunya.
Como comentaba otra razón de la lucha en común es el
autodeterminsimo izquierdista. Esta izquierda casi mayoritaria abarcaría
mayorías más amplias que las del independentismo y por supuesto el unionismo. Y
esto se ha visto muy claramente en Galicia y sobre todo Catalunya, obteniendo
resultados históricos y relegando al unionismo inmovilista a posiciones casi
representativas, y muy cerca estuvimos en el PV, EUPV no era la IU europea, eso debimos haberlo sabido. Ahora bien, cabe aclarar que el autodeterminismo no es lo
templado, lo de en medio o del centro, no, el autodeterminismo es izquierda, es
democracia participativa, es decidirlo todo y siempre. Al fin y al cabo es buscar
la justicia mediante la democracia, ya que se puede ser autodeterminista e
independentista o autodeterminista y unionista, no obstante el inmovilismo
también puede acompañar ambas vertientes o corrientes de opinión territorial,
así es como lo veo personalmente.
La tercera razón y desde luego la más importante es la
cuestión de la izquierda, es decir, su razón de existencia. Mirad es evidente
que ser conservador es tremendamente cómodo, básicamente no has de hacer nada simplemente
cumplir las normas que según qué ente ha establecido para todxs. No, ser de
izquierdas supone acatar críticamente las leyes, debemos de cuestionarlas
siempre, es de eso mismo de lo que se trata tener pensamiento crítico y por
ende ser de izquierdas. Puesto que por suerte o por desgracia la sociedad
cambia constantemente y es la izquierda la que debe guiar a la misma hacia la verdad.
Claramente el concepto de verdad de Platón suponía una idea inalcanzable, es
ese propio horizonte también lejano mas al que debíamos aspirar, pues así
avanzábamos con personas y sociedad, que no es más que un conjunto de personas
en común.
Esas ganas de aspirar a la verdad que al fin y al cabo no se
distingue en absoluto de la justicia debe de ser lo que ponga a las izquierdas
en común, diferentes pensamientos para un bien común mejor. Si se es
conservador básicamente se cree que ya está todo bien, no hay desigualdad, ni
discriminación, ni por supuesto interseccionalidad. La izquierda tiene en común
que mira al horizonte y no al suelo, que mira a su sociedad en su totalidad y
no solo una pequeña o incluso ínfima parte. Esto para mí, es ser de izquierdas.
Así que dejemos ya la lucha entre las izquierdas y vayamos
en común desde nuestra necesaria e irrenunciable pluralidad hacia un país y un
mundo mucho más cerca del horizonte (donde también estará el animalismo, ya se decía que se conoce a una sociedad por lo bien o mal que trata a los animales, ahí el PACMA tendrá esa voz que las izquierdas no han sabido escuchar en su totalidad). Para ello necesitaremos escucharnos,
debatir, enfadarnos pero también consolarnos, perdonarnos y amarnos, es decir
sentir. La izquierda está viva, la izquierda es pasión (no les llamaron rojos
por nada en especial) y necesita recordarlo en su totalidad, no es su
parcialidad, pues si nos une ese horizonte de justicia, igualdad y verdad
social ¿Qué nos puede parar? Exactamente, sólo nosotrxs mismxs. Más vale tarde
que nunca ¿No? Pues pongámonos ya a ello.