Podríamos preguntarnos de qué signo político es Dios (para los lectores no
creyentes: sustituid la palabra “dios” por la figura de Dios de católicos. Yo
pienso que Dios existe pero respeto cualquier opinión, siempre que me respeten
a mí, evidentemente…), así como pregunta existencial de la semana. Claro que
por otra deberíamos plantearnos el origen de los partidos políticos, que no es
otro que el de la disparidad de ideas, a las cuales cada usuario considera como
ciertas, pues si no las tendrían como ideas u opiniones.
Ya Platón, o incluso Sócrates nos decían (u opinaban) que una cosa era
opinión y otra muy diferente la verdad. La Por ende si Dios es verdad, no tiene opiniones
falsas, tendrá la correcta, la verdad, valga la redundancia.
Es decir, que tras todo este lío cochambroso podemos concluir que como Dios
es verdad, es apolítico, ya que Dios no es humano, o al menos no un humano
común. Es lógico, algo fundado por los humanos no puede ser característico de
una divinidad que como definición propia es superior a su creación.
La política es una herramienta de gobierno, y hay pluralidad porque los
humanos somos así, plurales y diferentes, es por eso mismo que la política,
nada tiene que ver con Dios. Es evidente que los objetivos políticos sí que
tienen que ver con Dios, por supuesto, ya que muchos de estos son la igualdad o
la justicia, lo que estoy afirmando es que la política como entidad, como
partido o como signo político no tiene nada que ver con Dios, o al menos así lo
veo yo.
Recuerdo haber leído y escuchado un pasaje bíblico en el que Jesucristo
echaba de un templo a ciertos mercaderes, ya que sus actividades, nada tenían
que ver con lo que se hacía en ese templo, ya que como templo que es está hecho
para orar, pensar pero no para hacer trueques, porque los trueques nada tienen
que ver con Dios.
Hasta aquí todo parece bastante lógico, sé que aunque lo lógico parezca
verdadero, no siempre lo es, de ahí que existan las llamadas falacias, mas creo
que no estoy dentro de ese terreno.
De acuerdo, ahora os relataré una escena que ocurre en mi pueblo Paterna (y
seguramente en muchos más) anualmente, para las fiestas, claro y que sobretodo
este año me ha resultado muy curiosa: Vemos finalizar la misa (una misa no
común, ya que en ella se encuentran la alcaldesa, sus concejales y otros
festeros y miembros de la Real Cofradía del Cristo de la Fe o RCCF) pero antes
de ello se acerca el presidente de la RCCF un tal A. Baviera, al que a partir
de ahora llamaremos “el Cacique”. Pues bien, el cacique se acerca “al estrado”
y se dispone a dar un discurso de estos que claramente se ha preparado con
ayuda de la “wikipedia” deshaciéndose en alabanzas por la nueva alcaldesa no
electa de PP. Que si ha mostrado humildad accediendo a llevar la alcaldía, que
si es una exquisita paternera, y demás piropos… ¿No os parece insultante? Yo
soy católico y no soy, fui ni seré (espero) del PP y desde luego no creo que fuese
el único, entre otras cosas porque aquella misa en concreto era una misa típica
de una celebración tradicional en Paterna y había personas ateas, socialistas,
de derechas, de izquierdas, anarquistas, homosexuales (vamos habría de todo, no
sólo adeptos del PP)… No obstante no es que sea solamente eso sino es que está
alabando a una señora que ha conseguido la alcaldía de una manera bastante antidemocrática,
aunque muy acorde con nuestra ley electoral actual. Mas, olvidémonos de los
humanos por un segundo ¿Qué tenía que ver un signo político con Dios? Pues como
comentamos anteriormente nada.
Como rápido final podríamos criticar al cacique venido a menos de turno, y
simplemente diré como en cierta película “Yo no le voté” (Anda como los
paterneros a la nueva alcaldesa…). Haremos algo más, analizar la figura del
señor Párroco. ¿Cómo permite que se hable de esas cuestiones dentro de una
Iglesia? ¿No recuerda la lectura de aquel pasaje bíblico en el que Jesús
expulsó a los mercaderes de un templo? En fin, yo sólo pediría que en la casa de
Dios se respetara un poco más a las personas que asisten a misa por la razón
que sea. La Iglesia no es un recinto privado de un partido político así que señor
cacique, guárdese sus discursos políticos para usted o para otro lugar, desde
luego no en este. Y señor párroco, estaría bien que se respetase un poquito más
a las personas que asistimos a misa y no somos políticos, ni festeros ni de la
corte de honor (de la que también hablaré pronto). Gracias y buenos días…