Hace casi 2
años escribía, en este mismo blog, lo fuerte que iban pisando lxs diputadxs del
PP Andrea Levy y Javier Maroto y, por desgracia, el tiempo me está dando la
razón. Claro que esto no es mérito mío ni sorpresa alguna, el PP ha agotado
todas sus triquiñuelas tan rápidamente que le quedan pocas cortinas humosas con
las que distraernos, pocos dedos luneros
a los que mirar cuando señalan nuestro satélite planetario. Lo que
verdaderamente me sorprendió fue la postura de FELGTB y COGAM para con el PP y
según qué consignas del partido naranja Ciudadanos, o C’s, en relación a la
gestación subrogada. Sobretodo, cuando en este mismo blog me dediqué a defender
a capa y espada las dos asociaciones anteriores y la postura que mantuvieron en
la manifestación del orgullo en 2016 al no permitir al PP usar nuestras
reivindicaciones con tal de renovar su arcaica y “fascistoide” imagen.
No quiero
ser yo quien critique a dichas asociaciones, todxs sabemos que sin las mimas
nuestro país jamás sería vanguardia de defensa de los derechos del colectivo.
Además entiendo que habrá habido largo debate en el seno de dichas
organizaciones, yo simplemente admito que no entiendo el porqué de la
invitación a encabezar la manifestación del pasado 1 de julio.
Dicho lo
cual, me gustaría que este artículo sirviera para que no olvidásemos lo que
supuso la derecha institucional (y no institucional) de este país para nuestro colectivo.
Andrea
Levy, la diputada del Parlament de Catalunya por el PP y por tanto compañera
del neonazi declarado Xavier Albiol, también conocido por recitar consignas
xenófobas alentando a sus votantes a que le brindaran su confianza para, y cito
literalmente: “limpiar Badalona” (queriendo decir, evidentemente, echar de
Badalona a sus conciudadanxs no blancxs), advertía: “el amor no entiende de
ideologías”. Y ya ¡Pum! ¡Tema zanjado! ¿habéis visto? ¡Más de 80 años de
represión, tortura, violación, intimidación y asesinato borrados de un plumazo
con una consigna políticamente correcta! ¡Que te lo has creído PP! ¡ya te
gustaría que en el colectivo no tuviéramos memoria! ¡Aun además cuando jamás
habéis pedido perdón oficialmente por el daño ocasionado y que seguís causando
al colectivo! ¡Somos interseccionales y os perdonaremos cuando os atreváis a
respetarnos! Ahora bien, nunca olvidaremos, porque sin memoria nunca hubiéramos
avanzado tanto.
¿Por qué
ese enfado por una simple consigna a lo “supercachiwoki”?
Cuando Levy dice: “el amor no entiende de ideologías” está diciendo que
nuestras orientaciones sexuales y sensuales, y nuestras identidades pueden ser
diversas en cualquier persona y en cualquier ámbito. Es decir, que un
sacerdote, un neonazi o unx políticx del PP pueden ser LGTBIQ+/GSRDI. No le
falta razón, poder, pueden serlo; el problema es que si lo hacen visible es
extremadamente probable que o lo expulsen, lo excluyan o incluso lo asesinen; y
en el mejor de los caos: le utilicen para lavar su imagen rancia e intolerante,
al menos, hasta que pase la tormenta mediática del momento.
Levy
también evita hablar de que, en su partido, ser miembro del colectivo
significaba: ser unx trastornadx, unx enfermx, violadorx, ente antinatural y
come-niñxs y demás “elogios” claramente no ideológicos. Porque sí Andrea Levy,
una persona LGTBIQ+/GSRDI puede nacer en cualquier parte del mundo y de la
sociedad, la diferencia es que en tu entorno nos queréis apartaditos, blancos,
heteronormativos, con cuerpos normativos, sin diversidades funcionales, sin
pensar, solo comprando, sin feminismo, con medio cuerpo en el armario y sin inteseccionalidad,
pero justamente nuestra experiencia en el sufrimiento de la LBTBIQ+/GSRDIfobia
en todos sus ámbitos y facetas nos ha hecho forjar una empatía compartida con
los demás colectivos discriminados: con las personas racializadas, migrantes,
con diversidad funcional, con cuerpos no normativos y en especial con las
mujeres ¿Sabes por qué? Pues porque muchxs también tenemos cuerpos no normativos,
no somos heteronormativxs, muchxs son racializadas, muchas son mujeres también.
Y sobretodo porque con lxs primerxs que nos encontramos, con lxs primerxs que
nos cuidamos no fueron con vosotrxs, sino con el feminismo y con la
interseccionalidad. Sabemos de donde venimos y quiénes son lxs que siempre
vinieron con nosotrxs, y también estamos orgullosxs de pertenecer a sus luchas
y de que ellxs pertenezcan a las nuestras. Ese también es nuestro orgullo pues
hasta es ese punto somos radicalmente diversxs.
Bien,
pasemos al segundo asalto: C’s. Ya sabéis, ese partido liberal para lo
económico y clasista en lo social, ese partido que gusta de coquetear con el
fascismo tanto en elecciones como en manifestaciones anti-referéndum en
Catalunya, ese partido cuyo presidente renegaba del matrimonio igualitario
porque no le gustaba el nombre. Sí, evidentemente este partido anti-interseccionalidad
no sólo participó en la movilización sino que además, en su autobús daba apoyo
a la gestación subrogada, una práctica que vulnera directamente los derechos de
un colectivo hermano y aliado: el colectivo de las mujeres. No hablaremos largo
y tendido sobre porqué la gestación subrogada vulnera los derechos de las
mujeres, este tema merece un artículo completo que estoy ya preparando.
Solamente diré que plantear un tema tan polémico y machista dentro de nuestros
espacios, de nuestras reivindicaciones es una grave ofensa que no debemos
tolerar jamás, no debemos tolerar jamás que se utilice a nuestro colectivo para
legitimar violaciones de ningún tipo hacia los DDHH y muchísimo menos si se
tratan de los derechos de las mujeres. Sin feminismo no hay orgullo…
Concluyo
sin entender porqué FELGTB y COGAM han permitido que dichos partidos políticos
utilicen nuestras movilizaciones para lavar su imagen o legitimar su ideario.
Sigo desde hace tiempo las declaraciones de activistas del colectivo y (algunxs)
miembros de estas organizaciones pro-DDHH como: Jesús Generelo, Carla
Antonelli, Boti García Escudero, Beatriz Gimeno y tantxs otros; y desde luego
entiendo que, dentro de las incoherencias que les habrá supuesto, habrán
permitido lo sucedido por y para el avance de nuestros derechos. Soy consciente
de que quizá ni siquiera lxs organizadorxs hayan podido responder ante estos
actos previamente a la celebración de la reivindicación en Madrid mas, me
satisface que nuestro colectivo (y evidentemente también las organizaciones y
personas citadas anteriormente) les haya contestado casi unánimemente con
respeto pero firme oposición a nuestra "cosificación" y utilización.
El pink washing, lavado rosa o
legitimación de prácticas en contra de los DDHH escudándose en una supuesta y
falsa defensa de nuestro colectivo no ocurre solamente en Israel. El PP y otros
partidos nos tienen acostumbradxs a sus prácticas fraudulentas, sin embargo esto no supone un olvido de la nocividad que suponen para los DDHH. No dejemos que
piensen que no tenemos memoria ¡Estamos vacunadxs contra sus mentiras! Cuando
veamos sus actos entonces hablaremos, hasta entonces nosotrx seguimos.
Si la derecha quiere participar en nuestras movilizaciones: al fondo y haciendo bulto. No es su reivindicación, aunque todas las personas estén invitadas, eso por delante. Y lo último aquí os dejo unos artículos que me han servido para informarme y confeccionar este "semi-ensayo", espero que os sirvan:
-http://diario16.com/orgullo-gay-o-marca-gay/
-http://blogs.publico.es/shangaylily/2014/07/02/gaypitalismo-orgullo-empresarial/
-http://blogs.20minutos.es/1-de-cada-10/2017/06/25/aunque-israel-se-vista-de-rosa-apartheid-se-queda/
-https://www.youtube.com/watch?v=w0nfdlSldOg