¡Por fin! ¡Hablemos del elefante de la habitación! ¡Hoy toca analizar el sexo anal compañerxs! El órgano hecho tabú, la sexualidad no reproductiva, el placer indiferenciado, la prohibitiva y punitiva sodomía, la gran incógnita, la cicatriz de la vergüenza y el orificio por donde salen los excrementos; ¡no vamos a ser finxs ahora!
Pretendo este artículo para explicar de forma práctica algunas particularidades del sexo anal así como comentar la carga política de este órgano. Al final tendréis las referencias en las que me he apoyado para redactar.
No es necesario ser LGTBIQ+ para disfrutar de los placeres prohibidos que entraña el ano. Más adelante comentaré la carga política implicada en todo su desprecio, no os preocupéis. No obstante y para variar quería comenzar desde la práctica antes que la teoría, tal y como me ha pasado a mí no hace tanto como me gustaría pregonar.
El ano es un órgano que tiene su función concreta pero posee suficientes terminaciones nerviosas para experimentar placer. No es un órgano que lubrique de forma autónoma, eso por sentado, por tanto a aquellxs que les asuste el dolor el lubricante es un requisito previo indispensable. Segundo: progresividad. El placer anal no tiene porqué ser doloroso. Nada en contra de quiénes sienten, previo consentimiento, placer en el dolor. Pero sí es cierto que muchas personas lo temen por el dolor. Mi recomendación lubricación, progresividad y hedonismo ¡si te apetece lo haces y si no para otro día! Niega las presiones, niega las obligaciones sucumbe a tu placer y si tu compañerx te presiona: amigx date cuenta, búscate a otrx. Otra recomendación es que pruebes tú solx previamente. Nadie como tú va a saber hasta que punto quiere llegar, la velocidad, el grosor, la textura que le agradará. Una vez adquirida dicha certeza transmitirla a tu acompañante que se dispone a penetrar. Quien manda en tu ano eres tú amigx y quien no lo entienda pues que no penetre. Si sigues, no obstante, con miedo una buena opción es la práctica del anilingus o beso negro previa limpieza de la zona de placer. A muchxs les hará cambiar de idea…
Sobre la limpieza. Los enemas de uso diario y los suplementos alimenticios intravenosos para las personas que deciden disfrutar de su sexualidad anal son reaccionarios, irreales, irracionales y estúpidos. Seamos clarxs, el ano es también un conducto de salida de detritus y excrementos, es obvio por tanto que ¡va a estar sucio! Para lo cual puedes hacer antes de tener una relación que implique a tu ano, una buena relación por tanto, lavarte antes ¡Oh qué descubrimiento! ¿¡Verdad!? No obstante, amigx que penetra y ¡siempre con protección! tampoco te vas a morir porque tu preservativo se manche ¡supéralo! Es reaccionario y obsceno culpar a la persona con la que estás disfrutando y a la que estás penetrando de infrahumanx. Mírate tus prejuicios, mírate tu superioridad moral.
El ano como órgano postidentitario.
El ano es un órgano carente de género. Bien es cierto que hay personas que poseen próstata pero ano poseemos casi todxs las personas y esto es algo revolucionario. Desgraciadamente el poder cisheterosexualizador cargó este órgano común de alto contenido sufrimiento de opresión. Desde la simpleza reproductiva atribuida al pene como órgano de placer reproductivo se contrapone la genitalidad uterina, el tabú del clítoris y la cicatriz anal (1). A la par que el pene está cargado de contenido de placer siempre y cuando sea utilizado para la reproducción la desgracia de las personas con vagina sin útero, vagina no funcional o intersexualidades el cisheteropatriarcado las excluye de la sociedad y las considera sujeto no reproducible y por tanto desechable.
No es la envidia al pene-falo sino que los hombres nazcan sin ano (1).
Una criatura con sexo visualizado como masculino por el cisheteropatriarcado instantáneamente coserá el ano y lo estigmatizará. Enseñará la masculinidad y prohibirá su uso. Lo hará asociar como de maricones, de algo malo, de algo a evitar cuando tenga relaciones sexuales, de tabú. Educación de la única función de dicho órgano y el temor. Temor no solo al dolor si no a la muerte: terror a la analidad. Bien es cierto que no es despreciar la existencia de las enfermedades de transmisión sexual o ETS pero el terror tampoco está justificado, los autocuidados (2) utilizando preservativo no protegen de todas las ETS así como la estigmatización tampoco evita que la serofobia, LGTBIAQ+fobia y misoginia. La sexualidad anal sirve para muchas personas con sexualidades, orientaciones e identidades diversas e intersexuales (3) para vivir su sexualidad con placer y bienestar pero el cisheteropatriarcado ha sabido ver de esta lucha una opresión y lograr transformar lo anal en, también, objeto de enfermedad y discriminación. Preservativo, autocuidado, promoción y prevención. En otro artículo se podrá comentar la idoneidad de la terapia preexposión antirretroviral (PrEP), ya os digo que bajo mi punto de vista no suplanta los autocuidados anteriormente mencionados, ahí queda la cosa.
El ano como placer no reproductivo, no normativo e igualador.
El ano iguala al género, orientación e identidad. No diré que todo el mundo tiene ano pero sí muchas personas, de ahí podríamos aprender la prevención de alguna otra opresión que se nos escapa. El ano no es propiedad de ninguna orientación sexual (3) pese a que algunxs le hayamos perdido el miedo al sufrir ya el estigma hace demasiado tiempo. El ano hace comprender el concepto de cuidados y consentimiento. Porque cuando una persona tiene que consensuar y cuidar también en el dormitorio destruye muchas opresiones. Es quizá por eso el prejuicio cisheterosexual patriarcal. Despojar al hombre cisheterosexual blanco de un poquito de su poder, quitarse los prejuicios. Si genera placer no tengo tan claro que sea un sacrificio de abandonar un privilegio. El privilegio de no tener que consensuar, desechártelo es transformador.
Es bien cierto que el ano, pese a que común, también es diferente. Como persona que tiene próstata desconozco si las sensaciones son diferentes o no. Desde luego muchos de los placeres del sexo prohibido son comunes a todos los géneros. Comienza a explorarte, nunca es tarde. Ojalá que con este artículo muchxs redescubran su corporalidad y la sensación de curiosidad sana. Evidentemente habrá personas que no disfruten de este tipo de sexualidad ¡sin problemas! otras habrá para ellxs, o quizá no. No es ninguna desgracia no sentir interés por el placer sexual ni la atracción sexual: para gustos colores. Mi recomendación, no obstante, es que curiosees solx, acompañadx, con juguetes, sin juguetes, con consejos o sin ellos ¡da igual! Pero bórrate el estigma y la discriminación. Deja de discriminar porque amigx en la historia de la humanidad, por la boca también ha salido mucha mierda.
- Preciado, Beatriz. Terror anal y manifiestos recientes. 2013.
- https://www.pikaramagazine.com/2017/03/el-virus-del-estigma/
- Bernini Lorenzo, Las teorías queer una introducción. 2018.