29/12/2021

No ere$ tú, ¿$oy yo?

Verdaderamente, el conocido como algoritmo de las redes sociales tiene su componente de inteligencia artificial hábil. No obstante, hemos de reconocer que todavía no es capaz de mantener conversaciones, ni mucho menos. El día en que llegue ese logro podremos encontrar otras utilidades en esas inteligencias o alter egos. Todo este rollo para introducir lo que me ha estado pasando los últimos, digamos, cinco meses al entrar en algunas redes sociales. Mirad, una de las redes sociales que me parece tremendamente eficaz para adquirir información es Twitter, desde luego no es la única, pero en según qué ocasiones es muy cómoda. Yo poseo un perfil en los que no hay, en principio, información personal. Simplemente utilizo la red social para informarme: activismo, autorxs, noticias… Pero el conocido algoritmo ya ha filtrado y seleccionado lo que, en su opinión, es más adecuado para mí.


Ya sabéis que Twitter es una red social consistente en microblogs en el que expresas una opinión en pocos caracteres ante los cuales hay personas que citan esa opinión, la complementan o simplemente le dan una aprobación. La inteligencia artificial de esta red social analiza tu comportamiento y te ofrece seguir perfiles de personas o entidades que cree que te pueden resultar interesantes. No comprendo cómo lo analiza, pero verdaderamente tiene su efectividad. 




En mi perfil de Twitter (@VerdinaCry) podréis observar que sigo a bastantes personas o entidades antirracistas, del colectivo LGTBIAQ+, feministas, anticapitalistas, anime, cantantes, cuentas de humor, políticxs… Considero que tengo un perfil bastante común y habitual, nada interesante. Bien, pues no sé cuál será el motivo, pero últimamente el algoritmo me insiste en que siga perfiles de hombres cisgays/cismaricas que acostumbran a mostrar sus corporalidades normativas. 


¡No os esperabais este giro de los acontecimientos! ¿Verdad? O bueno, tal vez sí. No lo sé. 

Lo que tampoco sé es porqué me molesta todo esto. Lo que sé, es qué hice al respecto un buen día. Desde un buen día en que me salía la enésima persona con las características anteriormente comentadas decidí indagar en sus perfiles. Curiosamente hay un importante sector en esta red social de personas leídas como masculinas con corporalidades normativas y fundamentalmente cishomosexuales o cisbisexuales que muestran fotografías en las que aparecen con cierto estilo, o forma corporal. Fomentan y se enorgullecen de un tipo de corporalidad normativa después de ir al templo del deporte, o gimnasio, en actividades triviales con sus parejas, con nuevas prendas de ropa, comiendo… ya sabéis cómo funcionan las redes sociales; recopilatorios, en principio, memorísticos de recuerdos.



Si me seguís desde hace tiempo sabréis varias cosas de mí, una de ellas es que soy muy pretenciosx, otra es que desde el año 2013 quiero pensar que sigo y comparto muchos de los pensamientos y teorías del movimiento Stop Gordofobia. Aun así, no dejo de sorprenderme de la escasez o incluso ausencia de perfiles en Twitter con personas leídas como masculinas; de orientación sexual homosexual, bisexual o marica; que sean gordas, racializadas, con diversidad funcional, trans y un largo etcétera. 

Soy una persona blanca, en principio marica y además gorda. Y me pregunto ¿Por qué en nuestros perfiles o son falsos o no mostramos tanto nuestras corporalidades? ¿por qué motivo la representación siempre se la llevan ellxs? ¿por qué no nos mostramos nosotrxs? ¿Qué nos pasa? No lo comprendo. Aun todo, me siento mal por quejarme. La representación en las personas cismaricas es prácticamente hegemónica en cuanto a la globalidad de la representación LGTBIAQ+ ¿dónde está esa representación trans, lésbica, bisexual, intersex o asexual? Cada vez es mayor, pero partíamos desde la más absoluta invisibilidad. Así que por esa parte mis disculpas y reconocimiento desde mis incoherencias e hipocresías. Supongo que la intersección también contempla estos sucesos. 


Me preocupa la escasez de representación de estas corporalidades específicamente en lxs maricas y bisexuales en las redes sociales. 

Obviamente, las redes sociales y también incluyo las redes de búsqueda amorosa, funcionan con mecánicas de refuerzo. Una citación o un me gusta son un refuerzo a una conducta, de tal manera que cada vez queda más difuminada el objetivo de dicha conducta ¿Qué fue antes, la satisfacción del momento vivido o el frenesí de la aceptación de las personas para con dicho momento? ¿hasta qué punto organizamos nuestra vida para satisfacer las redes sociales y así reforzar nuestra autoestima? Me disculparéis por el discurso autorreferencial, a veces pecaré de básico en este tema pero comprended la pertinencia del análisis: la baja autoestima es un problema muy arraigado en las personas gordas. Se requieren altas dosis de confianza y autoestima para aceptar un cuerpo que no es normativo, un cuerpo que no está representado y un cuerpo que no entra en la definición hegemónica de deseable. 


Edificamos nuestra autoestima a través de nuestras vivencias, es normal que la baja autoestima sea un mal endémico en las personas con cuerpos que no habitan la norma. No quiero, con esto, caer en individualismos. La gordofobia es una discriminación sistémica que como dice Magdalena Pineyro1, se estructura en 3 ejes: salubridad, ética y estética. El individualismo antigordofobia encarnado por el movimiento body positive es un parche que tiene su utilidad pero fácilmente desmontable, si no lo creéis analicemos la perspectiva del deseo. Es evidente que para que algo sea deseable, en primer lugar, es más, diría en primigenio lugar tiene necesariamente que tener representación, debe existir ¿cómo podemos desear un tipo de corporalidad que ni siquiera somos capaces de conocer? Somos unxs ignorantes de la diversidad corporal en el deseo. La autoestima tendrá muchísimo que ver, pero no puede ser lo único que justifique la ausencia de representación que al ser escasa produce que no nos podamos identificar en personas con corporalidades normativas, nos frustremos, nos ocultemos y padezcamos ¿qué podemos hacer entonces?


Que el deseo se aprehende, que no es innato, se puede educar y que es fundamentalmente social, cada vez lo tenemos todxs más claro. Sobre el papel y en términos teóricos, el eje de estratificación gordofóbica de la estética es el más fácilmente desmontable. En numerosas ocasiones lo hemos destruido de una forma incompleta y errónea ¿cómo? Atribuyendo toda la culpa a la autoestima. Cuando había una autoestima baja por la discriminación sufrida el movimiento body positive, dudo que con mala intención, elaboraba un proyecto emocional de empoderamiento en el que te garantizaba una socialización y una visión más aceptable y más agradable; lo hacían a través del estilo. Desmontar esa discriminación con esa actitud individualista tiene su utilidad, pero tiene como inconveniente la responsabilización de la persona gorda que como la de corporalidad normativa tiene el derecho de tener une estilo diferente o carecer por completo del mismo. Como digo, la belleza y el deseo son sociales, para sociabilizar hace falta existir y como existimos, quizá, debemos analizar qué deber tenemos en representarnos.


Los movimientos en contra de la gordofobia reivindican la validez de los cuerpos, de todos ellos. Despreciar el cuerpo, sobretodo cuando es el propio tiene cierto componente de violencia2 y ya sabéis qué pensamos de la violencia. Evitaremos esa violencia aceptando el cuerpo por ser cuerpo, y bello por ser. Las cubiertas son muy importantes, expresan emociones y sirven para que personas nos visibilicen, pero no pueden servir para completar todo el amor propio de una persona con un cuerpo fuera de la norma. La desnudez gorda es transformadora, representativa y deseable. Si piensas lo contrario es porque lo has aprehendido.




Planteé este artículo en referencia a aquellas personas que ya tienen el deseo reconstruido y que viven en un cuerpo dentro de la norma. Aquellas buenas y bellas personas que me he ido encontrado en la vida y en las redes sociales. Con interacciones directas e indirectas. Personas que se atreven a no temer el deseo de las personas que corporalidades que no viven en la norma. Son aliadxs que queremos en nuestras convivencias y experiencias, que también tienen qué decir en el movimiento antigordofobia y de las que, pese a que no han experimentado en sus propios cuerpos la vivencia gorda; poseen la empatía suficiente para sufrir lo que hemos podido sufrir en según qué situaciones.


Escribo este artículo tras ver una reacción mayoritaria a una imagen de atracción no normativa con corporalidad gorda en la red social Twitter3, de personas con corporalidades dentro de los cercos de la norma. Vi a esas personas leídas como masculinas y con atracciones hacia otras masculinidades alabar una imagen ¡un concepto! ¡una experiencia!

Ante lo cual me hizo plantearme ¿cómo va a poder alguien desear lo inexistente, lo que no tiene representación? ¿qué responsabilidad tenemos las personas gordas en ensimismarnos en nuestro sufrimiento? Considero, al menos el día actual, que tenemos derecho a gustarnos, a representarnos, a visibilizarnos.


Este artículo no pretende ser un aleccionamiento hacia nadie. Es una visión personal, un pensamiento que probablemente cambiará según el momento, las interacciones y los sucesos. No pretende responsabilizar a nadie de su propio sufrimiento ni generalizar en los cuidados de otras personas más normativas en cierta sección. Pretende ser un punto de vista distinto, un grito de las personas de la norma que quieren dejar de generar violencia. Verdaderamente hay mucho trabajo en terminar con la gordofobia y las violencias existentes dentro del colectivo de masculinidades que sienten atracción por otras masculinidades. No dejaremos de reivindicar la belleza y deseabilidad de los cuerpos gordos, por ser cuerpos, por ser atractivos.




  • https://www.eldiario.es/canariasahora/lapalmaahora/sociedad/magdalena-pineyro-sociedad-humilla-patologiza_128_2044311.html
  • https://coletines.blogspot.com/2021/01/la-intereccon-corpore.html?fbclid=IwAR28Zaiwd46F_umahBgLK1VHufGbN2ZZSOCE8mjcjBlGgsHTnYAKdere5gE
  • https://twitter.com/boogyboys/status/1473122491627302914


30/11/2021

Gátov@

Es extraño presentarse a estas alturas, nunca es tarde si la dicha es buena, supongo.


Soy Ferran, soy médico, específicamente residente de Medicina familiar y comunitaria de tercer año. Nuestro periodo de residencia consta de varios meses en según qué rotatorios; estancias formativas: Cardiología, Neumología, Traumatología…

Uno de estos rotatorios es el conocido como “Rural”. Consta de tres meses en un centro de atención primaria de una zona rural. 


Queda ya lejos el mes de mayo en que busqué un pueblo que conoceréis que se llama Gátova, estaba un poco lejos, pero creí que valdría la pena. No me equivoqué. Pensé que vivir en este pueblo, además, me enriquecería como persona, me permitiría observar el significado de ruralidad en la salud en su más extenso significado. Tampoco os negaré, no debo esconderme, la atracción que también sentí al ver desde un ordenador los intensos paisajes montañosos que ofrecía este pueblo de interior. 


Durante estos trepidantes meses de Septiembre, Octubre y Noviembre he podido conoceros, tratar de ayudaros e incluso acompañaros. La profesión sanitaria tiene estos privilegios. Me quedo con todas las buenas personas de Gátova, su honestidad, humildad, fortaleza, amistad, riqueza humana y ¡tolerancia al frío! No es preciso nombrar, que a nivel individual y comunitario ha sido una verdadera experiencia gratificante compartir momentos tan satisfactorios mas a veces dolorosos que implican la salud física, mental y social. A menudo la labor sanitaria consiste en saber acompañar a la persona que sufre y en la medida de lo posible tratar de que dicho padecimiento sea el menor. Espero poder haber colaborado en el aminoramiento de este posible sufrimiento, como vosotras y vosotros habéis incrementado mi formación como médico.


No puedo decir más que buenas palabras de las enfermeras que he conocido, en especial Elba y Vicent: personas profesionales comprometidas en la salud de las personas y la docencia ¡Gracias por compartir un pedazo de vuestro conocimiento conmigo!


No me puedo olvidar de la que ha sido mi tutora y es vuestra médica de familia: María. Quiero llegar a comprender la dificultad de la tarea que es la tutorización de residentes, desconozco los estándares de una persona que llega a ser buena tutora así que te diré lo que yo opino: gracias por la progresividad, por la autonomía supervisada, por transmitirme un pedazo de tu conocimiento, por tu paciencia, por tu dedicación, por tu vocación; no como una romantización ciega hacia una profesión que admita cualquier concesión sino como el privilegio que también conlleva experimentar empáticamente las vivencias de las personas en sus satisfacciones y acompañarlas en sus dolores también diversos. Desde la inexperiencia, pero con convicción puedo decirte que has sido una excelente tutora como lo eres en el desarrollo de nuestra profesión.


Dicen que la lotería en Gátova siempre toca, me temo que a mí ya me tocó cuando escogí este pueblo y conocí a sus personas, profesionales...



Muchas, ¡muchísimas gracias!

20/08/2021

La problemát!c@ del #LoveWin$ (II): la pluma de hierro.

No es nuevo ni es original lo que pretendo comunicar en este artículo. Quería esperar a leerme el libro de Rubén Serrano No estamos tan bien, pero la actualidad se ha superpuesto a mis planes. Urge hablar, de nuevo, de la problemática del amor dentro de las reivindicaciones del colectivo LGTBIAQ+. Han asesinado a un chico del colectivo, siguen agrediendo a las personas con orientaciones y en especial identidades y expresiones de género diversas en intersexuales. Surge por tanto la emergencia de no retroceder en lo logrado, que es mucho. Sabéis que en periodos de crisis, los derechos humanos logrados no están garantizados en especial, si fueron logrados recientemente; podríamos hablar de la despatologización institucional de la transexualidad como ejemplo paradigmático. Tampoco ayuda la amplia representación en la política institucional de los alambradores del horizonte. Sin embargo, el amor sigue siendo un eje central de justificación de los retrocesos de nuestros derechos, paradójicamente. 



En enero del pasado 2020 escribía acerca de la problemática de utilizar la atracción sexual como paraguas acogedor de todo origen de las discriminaciones en cuestión de orientación, género, identidad, sexo y expresión; lo que recientemente me ha gustado denominar como Conglomeridad. Hablo de englobar pero realmente sabemos que se trata de reducir la complejidad de la discriminación hacia el colectivo. A menudo incluso se culpabiliza, a quien está sufriendo la discriminación, de querer más derechos; entonces cabe recordarles que conseguir derechos humanos no despoja de derechos a otros grupos, quizá de privilegios, eso es otro concepto.


No quiero generar conflicto en la pertinencia, idoneidad y deseo de las personas alosexuales no normativas. La persecución de las relaciones sexuales entre personas del mismo género ha sido universalmente practicada por lxs sanxs seguidorxs del cisheteropatriarcado. La centralización de la lucha del colectivo en el amor sexual no solamente borra disidencias, sino que verdaderamente anula e invisibiliza luchas por la autodeterminación de género, la inclusión de las expresiones de género no normativas dentro del imaginario colectivo o las reivindicaciones por la desmedicalización de los espectros intersexuales. 


Recuerdo en las noticias de la televisión como en un día del Orgullo, creo que del año 2014, se dio cobertura paralelamente a una concentración, por entonces, minoritaria de una escisión sectaria extremista en contra de los derechos humanos que proclamaba la aceptación de lxs desviadxs siempre y cuando fuera en la intimidad de una habitación, alejadxs de la vista de cualquier mirada infantil a quien pudieran trastornar. En esos momentos reflexiono acerca de un par de premisas: ¿tendrá validez la pregunta de cuándo nos dimos cuenta de quiénes éramos? Ni que no hubiera niñxs con identidades, expresiones u orientaciones no normativas. El segundo planteamiento me lleva a cuestionar, de nuevo, la problemática del #LoveWins. Para ese grupúsculo extremista las personas del colectivo ya poseíamos los mismos derechos que ellxs ¿qué demonios reivindicábamos entonces? Quizá mi obsesión por conocer la historia del movimiento del colectivo me haga buscar alguna justificación a tales argumentos. Es cierto que la continuidad de las reivindicaciones, específicamente, de los hombres blancos homosexuales fue la libertad de tener relaciones sexuales con personas de su mismo género. La normalización de las relaciones afectivosexuales entre personas del mismo género en la intimidad como reivindicación central todavía es punto primero en la agenda de muchos activistas homosexuales blancos y varones, de algún modo también podríamos mencionar temas como la profilaxis preexposición contra el VIH; pero esto daría para otro artículo. Ciertamente, no siempre especificaban la libertad de la muestra de afectos en público pero por un lado, en sus mentes sanas patriarcales, quiero justificar al grupúsculo extremista pensando en su desconocimiento del origen de las luchas del colectivo. Luego recuerdo las palabras de Brigitte Vasallo: “el sistema admite una irregularidad”, admite una tara, no más.



Se ha mencionado en numerosas ocasiones, cuando los colectivos logran derechos el sistema no le queda más remedio que reconocer alguno. No excluiremos el cuestionamiento continuo de derechos en periodos de crisis. Es de ese modo que me parezca tan poco ambicioso el paraguas del amor. Es impropio y antinatural en un colectivo tan diverso y tan vanguardista como el LGTBIAQ+ limitarse a un tema, que si bien es central en la sociedad actual, tan singular y excluyente. Nuestro colectivo cuestiona ejes tan diversos como el género en su identidad y expresión, su relación con la genitalidad, la existencia de personas con diversidad de atracciones que no incluyen la sexual, las intersecciones con cuestiones de corporalidades, racialización, diversidad funcional, neurodivergencias e innumerables ejes de opresión que nos quedan por reconocer y por combatir. Para estar exclusivamente luchando porque un par de señores y señoras puedan follar en la intimidad y privacidad de su domicilio, habitación o armario. Perdonad la exageración, sé que el movimiento #LoveWins aboga por la expresión de afectividad en cualquier ámbito pero no podemos limitarnos, no podemos ser nosotrxs mismxs quienes nos cerquemos el horizonte, para eso ya está la reacción extremista de la LGTBIAQ+fobia.


Ya dije en aquel momento que qué le importaba a la bollera con martillo, al marica con pluma, a la niña trans sin passing, al bisexual cuando le cuestionan la validez de su orientación sexual, a la asexual cuando la patologizan, cuando nos insultan por la calle, cuando nos agreden, cuando asesinan…

La buena intención del paraguas del amor sexual en aquellxs que todavía no han incidido en la diversidad de nuestras reivindicaciones por desconocimiento o falta de interés por privilegiadxs, entre quienes me incluyo, pueden pecar al reivindicar la exclusividad a veces intencionada, pero por ellxs inintencionada metonimia amorosa. Surgen entonces planteamientos y dudas a cerca de las naturalezas de odio al colectivo conglomerado en las acciones de ciertas alimañas hijxs sanxs del patriarcado. 


¡No le conocían! ¡Iba solx sin pareja! ¡Si parece del género correcto! ¿¡Cómo lo puede saber si no se ha acostado con esa persona!? 

Esto trasciende el amor, el amor es muy importante para todas personas, así como también lo es el sexo para muchas; que como sabemos no siempre es lo mismo ni tienen porqué ir de la mano. Conocemos centenas de casos de personas del colectivo que fueron agredidas cuando mostraron su efectividad en público, evidentemente no ocurre tan sistémicamente en la privacidad del domicilio de unx, pese a que esto también puede ser leído como un privilegio, algún día podríamos hablar del Cruising y lo que supone para muchas personas que no ven privacidad ni en su propia vivienda; con todas las diferencias que pueden haber en estas experiencias. No obstante, todos los mecanismos del miedo van más allá de mostrar afectividades en público. ¿Por qué cuando estamos viviendo no de acuerdo a como realmente somos tratamos de esconder actitudes, experiencias, rasgos de personalidades, gestualidades o utilizamos ciertos vestuarios? Solo son unos ejemplos, son innumerables las técnicas utilizadas para escondernos del odio, una forma de ocultar nuestra conglomeridad. Desde los códigos de colores al lenguaje verbal y no verbal, son solo unas muestras de la performatividad que hemos de llevar a cabo, del molde en que nos hemos de colocar.



La angustia de ocultar quien verdaderamente se es va más allá de ocultar a quiénes te puedes sentir atraído sexualmente. La negación de la propia persona supera con creces la temática del #LoveWins porque es imposible negarse continua y constantemente en público y en privado, y quienes han de cercar los horizontes lo saben, incluso saben mucho antes que nosotrxs le hayamos puesto nombre a nuestras vivencias y sentimientos que somos unxs monstruxs como reivindica Susy Shock. Precisamente por esto decido realizar esta crítica a quienes llevan el paraguas del amor sexual a extremos demasiado injustos. Las personas con disidencias conglomeradas no entran en dichos moldes, no se sienten constantemente identificadas con un paraguas que como la letra G acostumbra a superponerse en el enorme resto de experiencias e identidades. Las personas que no hemos tenido pareja activa, las vírgenes, las transgénero, las asexuales, las poliamorosas, las bisexuales, las personas sin passing, las personas con pluma y martillo, las personas mayores ¡También hemos sentido miedo! Miedo a ir solxs por la calle, al cruzarnos a un grupo de personas, a ir a una discoteca, a vestir de acuerdo a nuestras expresiones o identidades, incluso a hablar libremente sin miedo a que nos delaten nuestros gestos, nuestras palabras, nuestro tono.


Desafortunadamente el #LoveWins y el paraguas de la atracción sexual y el amor no son suficientes para explicar toda la violencia hacia el conglomerado LGTBIAQ+, un colectivo complejo en el que confluyen, ya, numerosas formas de intersección. Cuando la misma forma de reír puede llegar a ser objeto de violencia verbal y física es que la atracción sexual no es tan importante. Desde luego sigue siendo transformador y aunque no tanto como años pasados, las protestas en forma de besadas públicas siguen siendo formas de desafiar el sistema muy potentes y transgresoras pero no deben ser la parte por el todo, porque mostrar solo una parte permite la existencia de argumentos para negar la violencia que sufrimos y podemos llegar a sufrir por ser quienes realmente somos, permite la relativización de nuestro sufrimiento, permite la erradicación de nuestras reivindicaciones y posteriormente de nuestros derechos. 


Escribo este artículo ante la emergencia que nos genera el asesinato acontecido hace ya un par de meses. Lo hago porque me genera miedo y espanto lo que le hicieron, lo hago porque no podemos dejar que ese miedo humano que sentimos nos permita retroceder un ápice de nuestros derechos conquistados, de nuestro camino hacia el horizonte. Lo hago con la frase Alana S. Portero: “contra el becerro, pluma de hierro”. No nos cansaremos de ser quienes somos compañerxs.

28/07/2021

Am!$tade$

He de reconocer que en numerosas ocasiones he aprovechado este espacio para tratar temas de mi esfera íntima, con excusa de aquello de que lo personal es político y que una buena estrategia para combatir el dolor era politizarlo.

Bien, vengo a hablar de un tema que me gustaría relacionar con el amor, uno de los amores que creo que he llegado a sentir y siento. No es el único, pero sí uno de los más intensos. Como últimamente estoy haciendo pondré las referencias que he seguido para realizar esta declaración íntima de sentimientos compartidos. Aunque no sería lícito omitir hasta el desenlace que gran, sino todo el ideario del que medito cuando nombro el amor viene inspirado de la obra de Brigitte Vasallo Pensamiento monógamo, terror poliamoroso. Desde luego no es el único ensayo de esta pensadora y escritora, pero reconozco que a mí me ha enseñado a comprender muchas experiencias y vivencias. 



Cuando interseccionan varios ejes de opresión las experiencias normativas dejan de ser compartidas, al menos no en las mismas etapas de la vida. Viajar, tener pareja, ir a un gimnasio, perder la virginidad, ser económicamente independiente son solo unos ejemplos. Sé que son muy dispares, pero comparten el ser eventos vitales cronológicos desordenados. Al fin y al cabo, no debemos olvidar que cumplir estos eventos vitales en un orden cronológico normalizado es también un privilegio. Y de la necesidad de reparar las reacciones de ciertos grupos privilegiados al preguntar sobre los eventos vitales de alguien y no admitir su periferia, extrarradio y anormalidad se está generando dolor. Y de la génesis del dolor nuestra respuesta política amorosa. Pero no es para todxs.


Brigitte Vasallo lo explica mil millones de veces mejor, yo os daré mi versión. Comparto ese hartazgo que transmite la autora acerca de combinar horarios y repartir cuidados, establecer ciertas reglas amorosas y de prácticas sexuales o establecer lugares de encuentros exclusivos. No creo que sea poliamor, es narcisismo multimonógamo, el poliamor era otra historia. No se trata de ver cuál es mejor de forma individual sino la que se deja, como dice la autora, menos cadáveres amorosos por el camino. El poliamor es cuidar, es no jerarquizar, es no competir para así, llegar a la no exclusividad. Ni podemos construir nada con las herramientas de la opresión ni podemos comenzar un hogar por el tejado. El poliamor es también, comprender que el fin de la no exclusividad puede ser el medio para romper la jerarquización pero también el horizonte al que nos acercaremos mediante los cuidados de todxs por igual, de no olvidar a lxs demás.

Hacemos lo que podemos.


Mi crítica es a la apertura en contraposición a la no exclusividad. Será una cuestión de índole lingüística, puede ser, no obstante, me da la sensación que cuando se habla de una relación abierta se está excluyendo a otras atracciones; a otros amores, se está cayendo de nuevo en la primordialización del sexo, se está construyendo con las herramientas equivocadas. Con mis incoherencias, inexperiencias, defectos y dependencias ¡Creo! Plantear la no exclusividad es más sano. Igual solo follas con otra persona compañerx, pero amas a muchas más, de formas diferentes pero no superiores, no mejores. A veces, esto es más rompedor ¿por qué no centrarnos en lo transformador de los cuidados? ¿No iba de esto el poliamor? Igual mi idealismo hipócrita y neófito es exagerado, romántico y poco certero. Aun todo, considero que no es descabellado señalar la apropiación del término poliamor cuando este se convierte en egoísmo multirrelacional, con múltiples exclusividades y jerarquías de prácticas y de personas.


Tras una lectura de Pensamiento monógamo, terror poliamoroso unx puede llegar a concluir que el poliamor no es para todxs, es para quienes no tienen otra opción que tener y tejer redes de cuidados amplias no normativas porque la norma no ha sido nunca su compañera de vida, nunca fue su aliada ni nunca fue un objetivo alcanzable por su condición de monstrux2. Con las redes de cuidados surge la necesidad de pensar en la dinámica de los autocuidados y la soledad. Fexs, gordxs, putxs, LGTBIAQ+, neurodivergentes, pobres, ancianxs y tantos grupos de opresión que nos quedan por identificar experimentan la soledad en etapas y periodos vitales importantes; en muchas ocasiones la soledad más dolorosa, la no deseada. En las soledades encontramos utilidad de estas etiquetas, otro día hablaremos de las supervivencias contra los identitarismos. Cuando trabajas la no exclusividad debes conocer el límite de las energías relacionales, una nueva relación no debe descuidar otras, al menos no si te importa no dejar detrás cadáveres emocionales, queridx. Intentemos no descuidarnos, no maltratarnos3, callarnos ni olvidarnos. A veces un simple “¿cómo estás?” es más podereso que cualquier manifiesto anárquico que la estridencia conglomerada pueda vociferar de rabia.



En el azar de una tarde en coche hacia un destino fortuito predestinado con la radio programada en música aleatoria de tu biblioteca trabajada de esperanzas y desencuentros surge la coincidencia. Se reproduce una canción que en cierto momento vital te transmitió una emoción que te evoca recuerdos de épocas en la que había facilidades, dificultades o simplemente eventualidades. A veces eso sirve para vivir un momento de felicidad. Sé que es simple y azaroso, pero os garantizo que es orgásmicamente placentero. No obstante, me hace temer que la soledad ha hecho el placer y la felicidad como una experiencia desesperada. Quizá lo pienso demasiado, quizá es absurdo, pero ¿si un momento me evoca tanto placer y posteriormente un periodo de tanta prolijidad, vale la pena? 


No descuidemos a nadie compañerxs, a veces la amistad es saber que puedo contar con esa persona.



1.Brigitte Vasallo, Pensamiento monógamo terror poliamoroso
3.https://www.youtube.com/watch?v=AOheyNzLXWI&ab_channel=Nitoniko




27/06/2021

P$eudoter@p!@ para c@mb!@r el m!edo por r@b!@.

No podía ser de otra manera dentro del mes del orgullo del colectivo de personas con identidades y orientaciones diversas e intersexuales LGTBIAQ+ que paso a resumir como colectivo. Temeroso de mi agotamiento monotemático, sabréis disculparme, he decidido escribir del apasionante mundo de las “terapias” de reorientación sexual y de género; que como trataré de explicar a lo largo del artículo: ni cambian nada ni son terapias. Las denominaremos, entonces, tal y como se recomienda desde el año 2009 en la disciplina de la psicología1, esfuerzos en cambiar la orientación sexual, la identidad y la expresión de género (ECOSIEG). Sorprende la osadía de la cisheteronorma para opinar de las vidas de las personas del colectivo o como denomina Brigitte Vasallo, conglomerado2. Decido realizar una contestación elaborada a un mensaje en una red social de una persona sanitaria a favor de esas pseudoterapias. La apelación a la libertad individual, no sabemos muy bien de quién, para escoger cómo dañar tu salud mental no es ninguna novedad. Que una persona aliada trate de cuidarme implantándome ECOSIEG me hace pensar que bien poco me quiere cuidar esx aliadx. 

No será este artículo lugar de debate acerca de si la orientación y la identidad son elecciones; mi opinión tras mi experiencia, estudio, discusiones y fracasos es que no es una elección. Respeto a quiénes creen que puede llegar a ser una elección para algunxs, mas comprended que no es mi posicionamiento.


Antes, como inciso, diré que la cantidad de bibliografía dispuesta en la red ha hecho posible que este artículo transmute hacia un cierto intento de revisión bibliográfica. No obstante, como pasa en todos lo ámbitos, la cuestión de género e identidad no son neutrales. La mayoría de guías, estudios hacia supervivientes de ECOSIEG, y demás resoluciones y artículos versan fundamentalmente de hombres cisgénero que sienten atracciones por otros hombres. El apartado que versa específicamente sobre mujeres, personas transgénero y no binarias, y del espectro grisexual3 siempre es mínimo, anecdótico y circunstancial. Cuando sabemos que precisamente la lesbofobia y transfobia no son circunstanciales ni mucho menos anecdóticas. Suena verdaderamente hipócrita viniendo de una persona marica cisgénero blanco; de nuevo la masculinidad protagoniza e invisibiliza el resto de identidades de la diversidad humana.




El miedo a lo desconocido, la ignorancia hacia el sufrimiento.

Los ECOSIEG son un conjunto de ejercicios que pretenden cambiar a una persona no cisheterosexual para que sea cisheterosexual, despojar de lo que me gusta denominar como conglomeridad, a una persona.

Progresivamente la sociedad avanza hacia la igualdad y la aceptación de la diversidad de la condición humana, por tanto, hablar de curación de la “conglomeridad” queda cuanto menos reaccionario. Se prefiere la reorientación: una palabra mucho más amable, casi reminiscente de acompañar. Los argumentos de estas prácticas son lógicos y versan desde la mejora de la salud mental, mejor inserción en la sociedad y seguridad. Las ventajas de ser normal, de no ser unx monstrux4. Las bondades de ser cisheterosexual cuando no lo eres. El conformismo reaccionario. 


El despojo de la conglomeridad y el cisheteromorfismo extremo no es inocente, pongámoslo en contexto. Conforme la sociedad ha sido transformada por la lucha feminista y del colectivo, los sistemas de opresión han ido criminalizando según qué prácticas. Divido artificialmente las ECOSIEG en prácticas biológicas, psicológicas y espirituales5. Quizá carece de sentido hacer esta diferenciación dada la complementariedad, pero es didácticamente necesaria debido al tremendo oscurantismo de lxs paladines de estos procedimientos. Un oscurantismo necesario para que ciertos sectores puedan justificar el libre acceso a estas prácticas, a estas torturas.

Dentro de las prácticas5, 6 biológicas constan las intrínsecas que consistían en generar daño médico y quirúrgico al cuerpo de la víctima o superviviente mediante técnicas como la lobotomía, la castración. Estas torturas quirúrgicas datan del año 1930, afortunadamente intolerables en la actualidad. Sim embargo, otros procedimientos biológicos médicos intrínsecos no son tan remotos. El suministro de hormonas sexuales fue una práctica especialmente prevalente hacia las mujeres que sentían atracción sexual hacia otras mujeres, y existen testimonios de sucesos en la China de 2015. 

Como no puede ser de otro modo existen las terapias extrínsecas que versan acerca del castigo positivo: aversión, electroshock, administración de fármacos entre otras muchas. Registros y supervivientes relatan situaciones de descargas eléctricas ante estímulos visuales o tras escoger vestimentas no asignadas a su sexo, pese que sí a su género. Técnicas de provocación de náuseas con fármacos o incluso convulsiones. 


La esfera psicológica6 nace de la idea que la conglomeridad se desencadena a raíz de un evento traumático comúnmente relacionado con la xaternidad. La hipnosis, pseudopsicoterapia o el reacondicionamiento clásico en la masturbación son solo unas técnicas recogidas en los ECOSIEG con testimonios que datan de 2017 de Rusia entre otros muchos países. En cuanto a las prácticas psicológicas recomendadas por los organismos promotores hacia usiarxs incluso menores de edad constaban la desnudez colectiva, el contacto no erótico con la persona que actuaba como terapeuta… El superviviente queer canadiense a las ECOSIEG Matt Ashcroft narra cómo se le obligó a golpear un saco de boxeo que representaba su familia, responsable según sus torturadores de unos supuestos traumas que le habían concedido la conglomeridad. 

Muy en relación con esta última tenemos la esfera espiritual. Es la más oscurantista de las tres, lo cual es difícil pero no imposible. Introduzco el concepto de no profesionalidad, ya que, los consejos religiosos están más allá de tecnificación de las anteriores esferas. Interseccionar la espiritualidad con la salud mental, la culpa, el silencio. 



Señalar el miedo con rabia.

Si hacéis una búsqueda bibliográfica y filmográfica simple os podréis encontrar con numerosas experiencias relacionadas con el sufrimiento psíquico e incluso físico al pasar por los ECOSIEG. Como podréis observar en la sección a las referencias bibliográficas, la mayoría de información ha sido extraída de guías de consenso7 de prevención de las violencias y torturas contra las personas del colectivo. En estos textos hay numerosos apartados analizando de quiénes parte el acceso a los ECOSIEG. El Proyecto Trevor8, en su encuesta nacional anual acerca del estado de la salud mental de las personas del conglomerado identificó en 2020 que el 35% de xadres o tutorxs5, 6, 8 legales fueron quiénes convencen a las víctimas/supervivientes a contactar con los ECOSIEG. Seguidos de amigxs, y un no despreciable 14% de organizaciones religiosas. Y no me resisto, evidentemente no me resisto. 


The Trevor Project: National Survey on LGBTQ Youth Mental Health 2020

Libertad de opresión.

Quienes desprecian la diversidad sexual, de género y por tanto humana se refugian frente al concepto de libertad individual para justificar la existencia de este tipo de tortura. No es posible justificar los ECOSIEG con la excusa de la libertad individual pese al empecinamiento patológico recalcitrante de quiénes ostentan poder. Dicen defender la libertad de expresión9 para opinar de la idoneidad de los ECOSIEG para nosotrxs las personas del conglomerado, así hacer de eternxs salvadorxs de lxs pecaminosxs. El conglomerado luchando por la implantación de leyes de protección de los derechos de las personas transgénero y ellxs proponiendo prácticas de sufrimiento. Agenda común cuanto menos.


Es preciso señalarles, es preciso socavar su discriminación con nuestros testimonios de verdad. Los textos revisados proponen numerosas acciones para facilitar la tarea.

La declaración universal de los derechos humanos aboga por el derecho a una vida libre de tortura, con salud y una integridad psicológica en todas las edades, para todxs. 

Tras el trabajo de las personas del conglomerado que han puesto sus cuerpos e incluso sus vidas los ECOSIEG que sean practicadas en título de profesional6 no tienen recorrido. Cualquier profesional en la medicina o la psicología que incurra en ECOSIEG atenta directamente con los principios éticos básicos de beneficencia y no maleficencia: desde 2019 todas y cada una de las identidades de género, así como sus expresiones y orientaciones sexuales no cisheterosexuales están oficialmente despatologizadas. Ser personal profesional de los ECOSIEG indica incurrir en una mala praxis profesional.

No obstante, quienes recomiendan y defienden la libertad individual de las personas del conglomerado para el acceso a estas prácticas carecen de vergüenza y rigor científico. No repudian los ECOSIEG interpretados por personas no profesionales. En estos casos sería beneficiosa la evaluación del principio ético básico de la autonomía ¿libertad o es obligación? ¿Qué opciones tiene la infancia o alguien dependiente económica o funcionalmente de otra que profesa por estas técnicas fraudulentas timadoras? Así como la evaluación de los estados que negligentemente incumplen el precepto básico de promoción de la salud permitiendo por omisión o emisión la existencia de estos esfuerzos. 



Rabia activa contra el miedo, contra la opresión.

Es papel central de los estados y los gobiernos, de los sistemas sanitarios y de la ciudadanía la promoción de la salud: derechos de la infancia, garantizar el acceso de las víctimas y supervivientes a la justicia, prohibir la publicitación de las torturas de la culpabilidad, ¿cómo? Mediante políticas públicas son unas de las numerosas medidas que debería tomar cualquier gobierno sano para con el colectivo, el estado español todavía no las condena, pese a que muchas comunidades autónomas sí.


Muchxs os cuestionaréis los motivos por los que se habla de promoción de la salud. Y es que pese a que toda sociedad científica médica, de psiquiatría y psicología reniegue del efecto terapéutico de los ECOSIEG, puesto que la conglomeridad no es más que una parte de la diversidad de la condición humana y no una patología curable, hemos de ir más allá. Existen estudios que evalúan los efectos sobre quienes han sobrevivido a estos procedimientos. Con una simple búsqueda en cualquier base de datos científica observamos estudios en que se destaca el efecto de los ECOSIEG9, 10: humillación, ansiedad, depresión, insomnio, trastorno de estrés postraumático, ideación y consumo suicida, a parte del daño físico temporal. Sí, hablamos de salud y lo hacemos porque estos procedimientos atentan contra el derecho a la salud, entre otros muchos.




Gary Cooper, Michael Busse, John Paul, Peter Toscano y un largo etcétera de personas del colectivo6 que han pedido disculpas tras promover los ECOSIEG y ser propixs supervivientes. Narran sus experiencias como víctimas/supervivientes pero también como paladines cómplices de estos procedimientos dañinos. Y de nuevo la ignorancia aprovecha para culpabilizar de la LGTBIAQ+fobia hacia las personas del conglomerado a lxs que se refieren como rerpimidxs sexuales. Como si la conglomeridad fuera de sexo y amor, ya ni digo solamente. Pero precisamente estos preceptos son utilizados por las personas defensoras de las ECOSIEG como libertad individual de la persona. Como ilustres ignorantes desprecian intencionadamente el papel del sistema de opresión cisheteronormativo que criminaliza las relaciones no heterosexuales, las identidades no cisgénero y las expresiones de género no normativas.

La conglomeridad no genera mal estar emocional, la discriminación interseccional que sufrimos sí. Los ECOSIEG podrían ser algo justificable en una sociedad en que todas y cada una de las discriminaciones fueran historia, si las personas que abogan por estas prácticas fueran coherentes buscarían la igualdad, buscarían el bienestar y escucharían al colectivo. Pero no somos insensatxs, no lo harán. No buscan nuestro bienestar sino nuestra desaparición. Son reaccionarios amigxs y por la cuenta que nos trae, aunque solo sea en memoria de quienes pusieron el cuerpo y sus vidas para que pudiéramos vivir y tener la opción de ser felices no debemos dejar de luchar. No nos lo podríamos perdonar.



Referencias bibliográficas

1. https://www.apa.org/centrodeapoyo/sexual.

2. https://www.youtube.com/watch?v=w_hrHbDb4t8&ab_channel=Alternatiba.

3. http://coletines.blogspot.com/2019/07/breve-introduccon-sobre-el-prvlego.html.

4. https://www.youtube.com/watch?v=UAuHa0whIM8&ab_channel=ColectivoManifiesto.

5. Humanos CDD. Asamblea General. 2020;06294:1–24.

6. ILGA Mundo: Lucas Ramón Mendos, Poniéndole límites al engaño: Un estudio

jurídico mundial sobre la regulación legal de las mal llamadas “terapias de

conversión” (Ginebra: ILGA Mundo, 2020).

7. https://www.noesterapia.net.

8. https://www.thetrevorproject.org/survey-2020/?section=Conversion-Therapy-Change-Attempts.

9. https://www.irishtimes.com/opinion/owen-jones-giving-the-gay-cure-quack-a-tv-platform-is-an-abuse-of-free-speech-1.3212873.

10. The Global State of Conversion Therapy - A Preliminary Report and Current Evidence Brief.

11. Cochran BN, Sciences B, Carolina S. Sexual Reorientation Therapy Interventions : Perspectives of Ex-Ex-Gay Individuals. 2013;(August):37–41.




17/05/2021

C!nemát!c@ (XV): la versión de la maldad

En mi decadencia anímica intrapandémica, desde la habitación de los horrores y la ansiedad a ti debida espero con alta impaciencia, emoción y esperanza la nueva película que promete Disney: Cruella. Admito que esta villana peletera no ha sido mi favorita, Úrsula y Maléfica siempre han ocupado mi corazón, pero ¿qué villana escoger si casi todas son maravillosas? Quiero hablar de Cruella, Maléfica, Úrsula, Madame Mim, Yzma y La reina de corazones. Sé que me dejo algunas, sé que habrá cierta parcialidad en estas palabras, sé que habrá medias verdades, pero ¿no se llama acaso este artículo la versión de la maldad?  



Disney, como industria del cine, siempre se ha preocupado por transmitir desde la infancia ciertos valores. En este Blog ya hemos tratado cuáles acerca de las relaciones de afecto y las identidades de género, sin embargo, es evidente que también ha querido imponer un modelo de conducta, personalidad, cuerpo y modelo a las niñas, las mujeres. 

No es de extrañar que, con cada nueva película esto sea menos evidente: al fin y al cabo en la industria cinematográfica también trabajan mujeres, también ponen sus ideales, sus cuerpos, sus luchas. Pero es de interés conocer los motivos por los cuales algunas villanas Disney son y serán iconos en los movimientos feministas y por la diversidad sexual y de género.


El la película Los 101 dálmatas, sus secuelas y diferentes versiones no somos conscientes de los diferentes juicios a los que, probablemente, Cruella estuvo sometida. No obstante, haciendo un acto de imaginación podremos suponer ciertas alegaciones de esta villana amante de la última moda. No seré yo quien defienda los asesinatos de los animales para la confección de vestidos y abrigos, tampoco el robo de criaturas para dicho propósito. Robo o compra, sea dicho. Pero Disney nos intenta presentar estos punibles actos que probablemente sí son más universalmente despreciados con ciertas conductas y posturas relativas a mujeres que curiosamente se relacionan con la independencia para con los hombres. Una mujer fracasada en el amor, pero que tampoco depende de la aprobación de nadie; una mujer a la que no le gustan los bebés, por tanto la crianza y la maternidad; una mujer que compadece a su amiga Anita del matrimonio, por lo tanto una mujer que podría ejercer nuevas formas de amar y de establecer relaciones; una mujer con mal carácter y ciertos aires de psicopatía, es decir, una mujer loca, una mujer que no tiene miedo: la presentación de la mujer poderosa como mujer poco cuerda es un acto intencionado del Disney de 1961 y del año 2003.



La soltería es denominador común en las villanas Disney. Hablemos de Yzma, la villana de El emperador y sus locuras. Disney presenta a esta villana no solamente como soltera sino vieja. El paradigma de la vejez en las mujeres como factor imperdonable solo justificado por la maternidad o la bondad y la servidumbre. Yzma es una mujer vieja, soltera, “fea” y por tanto mala. Podríamos que solo le redime el hecho de no ser gorda, a diferencia de sus compañeras Madame Mim o Úrsula. El caso de la Bruja del mar es curioso. Úrsula necesita una precuela de forma urgente. Conocer perfectamente los entresijos del cisheteropatriarcado de una manera que solo quien ha experimentado la opresión puede describir. Convence a Ariel de formar parte de un acuerdo que le arrebatará su esencia y facultades de vida submarina para conocer a un hombre con la particularidad de que durante tres días ha de haber logrado un beso de amor verdadero, ¡dale con el amor verdadero de las villanas Disney! Además, relativiza con Ariel su pérdida de facultades ¡todo son ventajas! ¡no podrá hablar, cantar y si te apresuras pensar!, según nuestra mediocefalópoda: atributos envidiados para una mujer de bien, véase bien todo aquello que concuerde con los dictámenes del patriarcado, evidentemente. Será acuerdo común que Úrsula hubiera ganado con todo esto si no ambicionara el poder. Disney enseña a las niñas, desde bien jóvenes, que la mujer solo ha de ambicionar el amor con otro hombre, preferiblemente blanco. El poder no es atractivo ni bueno en la mujer. A diferencia de los hombres, que claramente no les corrompe… y tal.


La mujer en Disney sí puede ser vieja, gorda y fea pero únicamente en caso de poseer si numerosos atributos que lo compensen. Hablemos de Nany y el hada madrina. Son mujeres presumiblemente viejas y gordas. Sin embargo, Nany es servicial, maternal, bondadosa y desprendida. Por otra parte, nuestra mágica madrina es cuidadora de su ahijada, y bueno tiene un ritmo envidiable y un estilo supremo, todo sea dicho. La mujer vieja, gorda o fea en el mundo Disney solo podrá ser buena si es inofensiva, si es desprendida, si es una madre correcta.



Adoramos a las villanas Disney porque representan muchos de los componentes que la norma considera malo, son monstruos como diría Susy Shock. Sabéis que no es azaroso que a estas villanas se les atribuya cierto componente de anormalidad dentro de lo mainstream, al fin y al cabo ¿Cómo justificaría Disney que una mujer blanca y cisheterosexual madre y con una fiel devoción a su esposo le gustara maltratar a su hijastra o asesinar cachorros de dálmata, despojar de su esencia a su sobrina lejana o condenar a la hija de su exnovio a la muerte dormida? No es inocente. Y aun todo es sorprendente como villanas como Cruella persisten en su empatía para con su compañera y amiga, con respecto a su actual vida de casada. Cruella está rabiosa, no comprende cómo su amiga prioriza el amor y su maternidad a su éxito profesional, evidentemente con intereses egoístas por parte de nuestra bicolor amiga, pero dentro de su rabia hay cierto nivel de compasión, de ponerse en el lugar de su amiga. Por las razones que sean le hacen una villana más existosa.


Disney se ha percatado de nuestra devoción a sus villanas, y como óptima empresa nos seduce con nuevas historias sobre las villanas de siempre. Nos encanta. Con Maléfica hizo un buen trabajo, que se guarde de santificar a Cruella, nos gusta mala, nos gusta brillante y un poquito loca.




22/04/2021

¿Por qué escoger Med!cina F@miliar y Comun!tar!a?

No acostumbro a escribir en este portal sobre temas relacionados con la medicina, y menos tan internas y especializadas como la oposición a la formación sanitaria especializada (FSE). Ya sabéis que las diferentes disciplinas que corresponden la sanidad pueden optar a un examen anual para poder especializarse en un ámbito. En cuanto a la medicina consta de diferentes especialidades: dermatología, urología, cardiología, gastroenterología, cirugía vascular… Son muchas. También sabéis que quiénes estamos en proceso de especialización se nos conoce como residentes, habiendo procesos de 2, 4 o 5 años de FSE. En caso de lxs médicxs acostumbran a ser 4-5 años. 


Bueno pues yo en el momento que escribo este artículo estoy terminando mi segundo año de residencia ¡ya no podré hacer la ingeniosa broma de ser “R2-D2”! Y mi especialidad será la de Medicina familiar y comunitaria (MFyC). Muchas veces se nos conoce como la médica del centro de salud, de atención primaria o de cabecera. Rarísima vez se dirigen a nosotrxs como la especialista en atención primaria, y muchísimo menos de primaria y comunitaria; aunque esto último se trataría de culpa compartida, más que probablemente.

Y sabiendo todo esto yo creo que ya podemos ir comenzando a detallar posibles razones para escoger esta especialidad, y ya cada cual escoge lo que desee, o lo que más se parezca a lo que había soñado de sí mismx…

Realizo, antes de todo, este artículo ¡ya fascinado! al observar que cualquiera tiene la capacidad de opinar acerca de la que en un futuro será mi especialidad sin haber tocado un centro de salud en años o en la vida incluso. Yo intento acercarme todos los meses, pues tras año y medio en formación hospitalaria, lo echo de menos, lo necesito. No obstante, pese a mi escasa experiencia de menos de un semestre en Atención primaria y comunitaria, poseo casi seis meses más de experiencia que muchas personas que creen saberlo todo de esta especialidad, del ámbito de trabajo en el centro de salud y las soluciones a unos problemas que ¡evidentemente! sus otras especialidades nada tienen que ver ni que aportar. Nótese mi recargada y a menudo furiosa ironía.



Lo primero que os aconsejarán o aconsejaremos ante la duda existencial básica de no saber qué hacer con vuestras vidas es ¿médica o quirúrgica? MFyC es una especialidad médica generalista de ámbito no hospitalario. Es labor de una persona profesional en MFyC saber identificar patología quirúrgica, saber diagnosticarla. La terapéutica subsidiaria de intervención quirúrgica no es competencia nuestra. Bien es cierto que hay cierta moda en MFyC de la cirugía menor: cirugía de la uña, lipomas, quistes sebáceos, drenaje de abscesos, biopsias simples… No sé en otras áreas departamentales, en la mía no es la actividad central en MFyC, ni muchísimo menos; ni de lejos.


El ámbito, reconocido como hospitalario o ambulatorio, es una de las peculiaridades que os debéis cuestionar ¡Ah! disculpad mi binarismo. Sala de hospitalización, consulta, centro de salud, quirófano, sala de radiología, laboratorio, sala de observación y las que me dejaré. El lugar de trabajo posee connotaciones emocionales, os lo puedo garantizar ¿Dónde os imagináis? Si os planteáis MFyC haced un ejercicio de imaginación de una consulta, de una calle y de un domicilio; atención primaria y comunitaria, “de las batas a las botas1”. Pero también imaginad un teléfono, más que probablemente ha venido para quedarse.


Desde las academias que nos forman para las oposiciones de FSE se nos transmite la idea romántica de escoger la especialidad hecha para ti, a tu gusto y que más se corresponde a ti; tu media naranja. Creo que yo no he errado, también es cierto que no he trabajado apenas en primaria y no lo puedo asegurar, además considero que no siempre ha de existir una especialidad hecha para una persona o viceversa. Esta idea romántica puede suponer grandes decepciones para lxs opositorxs. En caso de tener una idea clara ¡adelante! Pero trata de no descartar nada. Escoge por muchos factores: experiencia, prestigio ¿por qué no?, sueldo, conocimiento, pero no olvides aquello que creas que te va a ayudar a ser feliz y hacer la vida más fácil a las personas que lo requieran, al final ese es el objetivo de la sanidad ¿no? Lícitos también son el resto, seamos sincerxs, no trabajamos gratis; o al menos no deberíamos.

Como sabréis en el pasado 21 de julio de 2020 lxs Médicxs Internxs Residentes (MIR), iniciamos una huelga para reivindicar nuestros derechos, de la cual se precisa otro artículo para desarrollar, pero una de las consignas que gritábamos estaba relacionada con la condena a la vocación de la medicina: nos gusta, a la mayoría, un trabajo que ayude a las personas, pero también tenemos derecho a trabajar con condiciones dignas, sueldo proporcionado y tiempo para nuestros autocuidados. Y en esto seguimos: “Resident i de primària, doblement precària2”. Como asunto de la interseccionalidad nos dejamos por el camino a lxs otrxs compañerxs de otras disciplinas en FSE, eso es un error que ya no podemos reparar.



Nuestra especialidad, como generalista, tiene varias salidas profesionales después de la residencia: centro de salud, planificación familiar, pediatría de atención primaria en zonas rurales o de pocos recursos, trabajo de corte económica y de gestión, unidades docentes de MFyC, docencia universitaria, unidades hospitalarias médicas de corta estancia y de hospitalización a domicilio o urgencias hospitalarias y extrahospitalarias. 

Me detengo en las últimas. El estado español no dispone por el momento de una especialidad de medicina de urgencias y emergencias (MUE), a diferencia de otros países de nuestro entorno y a nivel internacional no europeo. Especialistas en medicina interna, neumología y MFyC forman los servicios de urgencias en su mayoría. Es indudable que por número de plazas la mayoría sean especialistas en MFyC, pero pese a la polivalencia de esta especialidad, nuestras unidades docentes no nos forman para ser especialistas en MUE, ya que por lo general no tenemos estancias en unidades de cuidados intensivos o anestesiología, por poner un par de ejemplos y aunque haya departamentos donde formen a lxs residentes de MFyC más en servicios hospitalarios es una reivindicación histórica dentro de los servicios de urgencias, ellxs saben más. La especialidad en MUE será una realidad a corto plazo, pero mi opinión es que si deseas trabajar en urgencias, una especialidad parecida sería una generalista y de ámbito hospitalario, al menos hasta que oficialicen la especialidad. Desgraciadamente, como pasa con la especialidad de MFyC, parte de la formación habrás de brindártela tú mismx con cursos y estancias extracurriculares fuera de los planes formativos de la especialidad. Por descontado, recalco que, el hospital y centro de salud escogido influyen bastante en la presencia o mitigación de dichas carencias.


Conozco que uno de los motivos por los que compañerxs eligen MFyC es por bajos puestos en la calificación del examen MIR. Quizá esto es un rumor que se extiende entre lxs opositorxs pero ahí está. Conozco pocxs compañerxs que han hecho esto, por lo tanto, no tengo una muestra representativa. Mi opinión acerca de esta opción es que debéis elegir la especialidad que más se acople a lo que teníais pensado de vosotrxs en el ejercicio profesional. Habrá mil factores. La profesión médica es eso, una profesión. No diré que “ni más ni menos” porque no me parecería justo, no obstante, mi contribución a la desromantización de esta profesión que yo quiero aportar es esta: no todo el mundo puede permitirse estudiar un año entero además de los seis de carrera con su pertinente academia de preparación junto con los diversos cursos, autoaprendizaje y demás ¿Dónde ha de quedar nuestra salud social y mental? El reparto entre especialidades médicas hospitalarias y ambulatorias es equilibrado, no obstante, en cuando a no hospitalarias MFyC y Pediatría son las más representativas con diferencia, no hay tanta variedad. Además, MFyC sabéis que es la especialidad con más plazas en la elección MIR. Está claro que habéis de elegir especialidad sobre ciudad, pero a veces no es tan sencillo como lo tuvimos algunxs. Vuestra opción será la correcta, al fin y al cabo la habéis escogido.


Si queréis prestigio no escojáis MFyC. Comienzo por esa obviedad en este párrafo que perfectamente podría portar el título de miscelánea. Esta especialidad médica generalista de ámbito no hospitalario no posee prestigio dentro de un sistema donde la norma y la atención está focalizada en el hospital y sus alrededores, donde se premia la curación y no la promoción de la salud, donde la medicina es una guerra y no una oportunidad para mejorar la vida de las personas, donde sobretodo prima la atención en la prevención secundaria y terciaria, donde el centro de la salud está en el hospital, donde la salud se basa en recursos y no en activos, en un sistema sanitario especializado en que las necesidades del momento hacen que cualquier persona graduada en medicina pueda suplir la formación especializada reglada si de MFyC se trata, según el sistema. Si escogéis MFyC y deseáis prestigio no será imposible lograrlo, pero no lo busquéis como refuerzo cortoplacista. No considero que el prestigio sea más que refuerzo positivo cortoplacista, os recomiendo fervientemente que si buscáis esto en la medicina no escojáis esta especialidad. Otra historia será la de obtener la confianza de tus pacientes, si buscáis esto, si esto os llena, MFyC puede ser una buena especialidad, pero no la única.


Para obtener es confianza de la que os hablaba se requiere una amplia formación. Algunxs ignorantes dirán que lxs médicxs de familias y comunidades (MFC) de todo saben y al final no saben nada; por el motivo que os decía anteriormente que cualquiera puede opinar de la especialidad de MFyC ¡Miradme a mí! Pero reconozco que a veces nos sentimos lxs enternxs estudiantes de medicina: sentadxs en una consulta apuntándonos truquillos diagnósticos exploratorios y tratamientos ocultos para nuestro futuro profesional.

Esto es coetáneo al primer año de residencia de cualquier especialidad, pero en MFyC se mantiene dos años más y comprendo el componente de frustración, pese a su utilidad. Hay días que sientes que esto se cronifica y enquista, como la pandemia que estamos atrevesando, como las carencias del sistema sanitario que permiten desde hace años y años que la especialidad no sea requisito primordial para ser MFC: otras especialidades o ya ser graduadx en medicina. Tras casi dos años de residencia sigo y seguiré necesitando estudiar para poder realizar la función de una MFC, o al menos de una buena profesional, claro.  


En vuestros primeros meses de residencia descubriréis el egoísmo y jerarquización dentro de la profesión médica, muchas veces reproducido por algunxs de vuestrxs futurxs compañerxs residentes, seguramente por mí mismx también, no seré hipócrita. Temas tan sangrantes e infrahumanos como las guardias de 24 horas con tan solo un día o incluso en casos ningún día de descanso serán frecuentes durante vuestra residencia y MFyC no es una excepción, si bien es cierto que en el caso de las especialidades médicas esto es más infrecuente. Es cierto que durante las guardias tenemos una curva de aprendizaje de corte práctico exponencial, pero ¿a qué precio? Ansiedad, depresión, miedo, inseguridades. Muchas veces también asunción de responsabilidades no correspondidas, menos frecuente en el caso de MFyC al nunca realizar guardias presenciales solxs.

Pero me permitiréis que recalque el egoísmo y la jerarquía; menor en caso de ámbitos no hospitalarios, no me preguntéis los motivos.



Se observa como especialistas ajenxs a la atención primaria y comunitaria opinan sin tapujos sobre el funcionamiento de este nivel asistencial, de la puerta de entrada al sistema sanitario. Curiosamente observaréis como también opinan de otros niveles asistenciales como urgencias, aquí al menos sí han trabajado alguna remota vez. Evidenciaréis cómo opinan pero cuando la administración propone medidas al viento miran hacia otro lado “eso su médicx de cabecera”, en especial si son temas burocráticos. 

Si escogéis MFyC como especialidad sabed que la lucha y la reivindicación para la mejora de la asistencia a pacientes y de vuestras condiciones laborales va a ser constante desde el primer día. En la mente de muchxs residentes y ya especialistas en MFyC esta especialidad es apasionante, pero sin lucha volverán a cercar3 nuestros horizontes, y de esto no solo la administración es responsable, cada cual sabrá qué parte de culpa tiene.

Siento cierto componente agridulce en mis palabras, la pandemia y la situación que he podido observar en muchos centros de salud para con la actividad habitual de la atención primaria y comunitaria a través de personas residentes y adjuntas a las que quiero y admiro mucho, me ha hecho ver al sistema sanitario público, la administración y la especialidad en MFyC con otros ojos. Unos ojos que quizá no brindan una imagen tan halagüeña como cuando cursaba el primer año de residencia o escogí plaza, como es normal y hasta saludable. Que han recibido experiencia, desde luego escasa todavía, pero catalizada en comparación. Sin embargo, al fin y al cabo unos ojos escasamente más experimentados que confían en la atención primaria, comunitaria, sus profesionales y lxs compañerxs que creen en ella. Las unidades docentes de la especialidad no siempre han estado a la altura de las situaciones límite en que nos hemos visto como personal en formación; en situaciones límite en las que muchxs nos hemos visto solxs, y escribir protestas tiene todo su sentido ¡¿qué estoy haciendo yo ahora?! Pero yo no tengo poder, otras personas sí. De nuevo cada cuál sabrá.


La atención primaria y comunitaria precisa de personas que se crean esta especialidad y que luchen por lo que creen que es la especialidad: promover la salud. Quizá mi inexperiencia me hace creérmela todavía, seré inocente, pero temo que los disparos constantes a las pianistas4 estén dejando personas excelentes y maravillosas atrás, que no están dispuestas a sacrificar su salud mental, física y social; que no estamos dispuestas a sacrificar.


Siento ser tan agridulce, pero creo que merecéis saber la verdad que veo a través de los mis ojos enamorados de mi futura especialidad, la MFyC. Escoged esta especialidad con ansias de cambio, con esperanza y con alegría. Mi más sincera enhorabuena por el examen que habéis realizado, no desistáis si no os ha salido bien, celebrad cualquier elección ¡Ah! Y elegid MFyC, fechas de hoy, apunto de ser residente de tercer año, yo la volvería a escoger, no me veo en otro sitio “resis pequeñxs”. 




1) https://saludpublicayotrasdudas.wordpress.com/2017/11/04/de-las-batas-a-las-botas-nueve-anos-despues-entrevista-en-la-revista-comunidad/

2) https://twitter.com/huelgamircv/status/1309213433129246720?s=27

3) La maleta-Pedro Lezcano

4) https://twitter.com/covidactuar/status/1302674439801393152?s=27