Había pensado titular el artículo “donde intersecciona el racismo
y la lesbofobia”, sin embargo hubiera caído en ese deje racista que presentamos
lxs blancxs cuando hablamos de historias antirracistas: asumir que nada es
interesante hasta que no presentan al protagonista blanco en la película sobre
historias de personas negras. Ya sabéis que incluso aunque quien haga el
personaje histórico de blancx actúe de forma racista ya sea siendo el dueño de
esclavos que interpreta Michael Fassbender en Doce años de esclavitud (2013)
o de aliadx como hace el novio de Star en The hate u give (2018),
pareciese que la industria cinematográfica no tolerara la ausencia de
personajes blancos relevantes. Películas como Black Panther (2018), Moonlight (2016)
o la que nos ocupa actualmente rompen estos esquemas racistas de opresión. La
película no es un manifiesto directo contra el racismo, sí contra la
LGTBIfobia, el cisheteropatriarcado y la lesbofobia, no obstante, es una
película importante y muy subestimada: presenta protagonistas racializadxs
hablando de sus historias, intereses y peculiaridades. En un mundo donde la
norma es ser blancx, esta película ya es subversiva.
Dentro de la literatura y el cine con perspectivas de inclusión de
personas con orientaciones, identidades, expresiones diversas e intersexuales
el protagonismo recae desgraciadamente y de forma mayoritaria en quiénes están
atravesados por menos intersecciones de opresión: hombres blancos
cishomosexuales con expresión de género normativa. Encontrar una película con
personajes LGTBI/GSRDI racializadxs es una quimera a no ser que se hayan
filmado en países con mayoría de personas racializadxs ¡solo faltaría! Pero si
deseamos encontrar personajes homosexuales o bisexuales femeninos ya resulta
del todo imposible. Pariah viene a romper esta costumbre.
Pariah cuenta la historia de Alike, una joven de 17 años
racializada y lesbiana con expresión de género no normativa o Butch,
en el seno de una familia cristiana conservadora. Alike se nos presenta como
una persona que esconde su expresión de género y orientación sexual en su
entorno salvo cuando sale con su amiga Laura, su único referente de mujer
lesbiana negra. Ni en su casa o en su instituto se desenvuelve tal y como es.
Sin embargo dejarlo así sería negar también la realidad de que en esta película
se innova es este tema. Normalmente se muestra a las personas LGTBI/GSRDI como
personas solitarias o solamente aceptadas cuando se someten a la norma. Alike
tiene a su amiga Laura y con ella es quien realmente es. Me parece que proponer
un cortafuegos al It gets better transformándolo en It
gets even better hace un enorme favor a lxs adolescentes LGTBI/GSRDI
que pueden soñar en ser quienes realmente son ya, a corto plazo, no en la
universidad. Esto es un avance.
Esta maravillosa película muestra también la figura de
heterxcuriosx. Se trata de una persona cisheterosexual con expresión de género
normativa que decide “experimentar” con otra persona que normalmente en la
esfera cinematográfica o de ficción suele ser mucho menos normativa que ellxs.
El personaje interpretado por Aasha Davis, Bina, seduce a Alike, tiene una
noche se sexo con ella y posteriormente la desecha de su vida como si fuera un
pañuelo usado y sucio. Esto no es poliamor, no es tener dudas ni muchísimo
menos ser bisexual. En el poliamor se tejen redes afectivas y de cuidados,
totalmente ausentes por parte de Bina; las dudas son inherentes a la condición
humana, la lesbofobia es una cosa muy diferente; la bisexualidad es una
orientación sexual y una ofensa continua al binarismo normativo que nada tiene
que ver con la experimentación o la duda, ni mucho menos con tratar mal a una
persona. Sí podemos justificar a Bina como que es joven pero el daño que le
hace a Alike sigue siendo tremendo y cruel pese a su juventud. Romperé una
lanza a favor de Bina, no obstante, ya que al menos trata a Alike como un ser
sintiente de placer a diferencia de sus compañeros heterocuriosos masculinos
con quienes lxs maricas-gays somos tratadxs como seres diseñados para
satisfacerles y debemos agradecerles continuamente que se hayan dignado a bajar
la mirada hacia la variedad LGTBI/GSRDI. Para no ser injustxs, vamos.
El tercer pilar de esta película se nos presenta en la familia de
Alike. Arthur y Audrey son el padre y la madre de Alike respectivamente.
Sharonda es su hermana pequeña. Pariah nos muestra un papel
diferente del hombre cisheterosexual para con su hijx LGTBI/GSRDI. Una actitud
de negación que pasa a la aceptación relativa. Mientras que la actitud de la
madre se mantiene LGTBIfóbica pese al acercamiento de Alike, pese a que la
madre le había agredido verbal y físicamente. “Rezaré por ti” es lo único que
logra verbalizar Audre frente a una Alike ya liberada, que ha dejado de huir
para elegir vivir.
Las películas con protagonistas LGTBI/GSRDI suelen ser
dramáticas, Pariah indudablemente lo es, pero mediante la
poesía de Alike es capaz de abrir una ventana de esperanza rompiendo uno de los
estándares básicos dentro del imaginario de las películas con protagonistas
diversxs: ha elegido y tiene a familiares que la apoyan. Alike acaba
despidiéndose de su entorno más directo con la seguridad e poder contar con su
mejor amiga Laura, su padre y su hermana. Deja un mensaje, de nuevo, muy
poderoso: ya no todo el mundo piensa tolerar la discriminación.
El papel de la mujer racializada y lesbiana siempre ha estado
invisibilizado a causa de demasiados patrones interseccionales de opresión. Es
precisamente por esto por lo que merece ser alabada. Pariah rompe
con muchos cánones dentro de las historias de la LGTBIfobia, que también es
variada. No debemos olvidar que es una película que cuestiona el núcleo
familiar normativo y, pese a que no es hazaña exclusiva suya, contribuye a
demostrar algo que pocos colectivos pueden afirmar con tanto conocimiento de
causa como el nuestro: la familia biológica no se elige. Alike construye y
construirá su nueva familia, no son necesarios vínculos genéticos, ella ya
estableció vínculos de experiencias comunes con Laura.
Como veis es una película muy vanguardista sin la que
probablemente Moonlight no hubiera sido posible, no obstante
es tan grande por, sobretodo, un logro y es que crea referentes y visibiliza
sensibilidades, vivencias y experiencias, sin las cuales el lema It
gets better estaría vacío de contenido.