Hace tiempo que no
escribo sobre cómo se encuentra la situación actual, y creo que me debo a esta
causa, ya que no podemos quedarnos sentados ante una situación aterradora
porque lo que está sucediendo en nuestro país no tiene nombre, así que pondré
mi minúsculo granito de arena contando una situación que mi familia y yo, como
millones de españoles, estamos viviendo.
Fuera redundancias, he escogido este título en referencia a una de las
películas de Almodóvar más artísticas, en mi opinión.
“Y esa situación horrible
también rodea a mi abuela de 82 años.
Mi abuela tenía una
movilidad forzada, pues desde hace ya años, pues desde que la conozco siempre
le ha ocurrido lo mismo, tiene artritis, y caminaba bastante mal. Pero el
diciembre del pasado de 2013 se le hinchó la pierna y tenía unos terribles
dolores. A parte de pasarse, la pobre todas las navidades en el hospital tuvo
una infección que le causaba esa hinchazón, pero se le “curó”. Claro, lo pongo
entrecomillado porque una persona con movilidad reducida que pasó más de un mes
en cama sin moverse no se cura mi abuela
es una persona que depende de la ayuda de otra para vivir dignamente”. Esto
es lo que me contó mi amigo Leo de lo que estaba ocurriendo en su familia, y a
él le doy gracias de todo corazón por haberme dejado escribir y contaros lo que
a mí me transmitió.
ipso facto, necesita una larga recuperación.
Bien, a parte las historias clínicas, iré al quid de la cuestión,
Pues sí, la abuela de Leo
es una de esas personas “dependientes” como las llama la administración, no
única en su familia puesto que Leo tiene una hermana con discapacidad, al igual
que yo que también depende de sus padres para tener una vida digna. Y sí,
recalco lo de también, porque la abuela de Leo, Maruja, está siendo atendida
por los padres y tíos de Leo. La madre de Leo ayuda muchísimo pero ella es
miembro de una pequeña asociación de ayuda a su hija y ha de estar muchísimo
tiempo pendiente de ello, es como si fuera su trabajo, aunque tengo constancia
que es un trabajo gratificante para ella y su marido, ya que también colabora.
Pero menos porque él tiene bastante trabajo, no sólo fuera de casa, sino
también con su madre enferma, ya que la acuesta, la levanta le da de comer, le
prepara la comida… En fin, la abuela de Leo tiene muchas sombras a su vera para
asistirla.
El tiempo se puede
distribuir inteligentemente y siempre hay tiempo de todo y un todo para cada
tiempo, pero claro, el humano no es un ser superior y a veces el estrés gana a
la inteligencia de la administración temporal, lo cual nos ocurre a todos.
Ahora os formulo la
siguiente pregunta a vosotros ¿Para qué sirve un político? ¿Para qué sirve el dinero?
Muy bien, os respondo con la respuesta que yo confío que es la más adecuada.
Sirve para servir al ciudadano y a la persona.
Leo se describe a sí
mismo como una persona afortunada, pues
aunque le han recortado una de las ayudas a su hermana, todavía tiene una, sus
padres cobran todos los meses, y no le falta comida ni techo, es decir, la
situación de Leo no es económicamente extrema, pero os puedo asegurar que el
estrés que lleva su abuela y sus cuidadores es extremo.
Tras insistir varias
veces, un trabajador social fue a visitar a Maruja y dictaminó que le
asignarían una persona que le asistiera, si no tuviese familiares que le
pudiesen ayudar. Los familiares de Maruja la quieren muchísimo pero también
tienen sus necesidades, son personas, no pueden estar todo el día con ella,
tienen también tareas que han de cumplir, hijos que atender… Pero “está la cosa
tan mal” que sólo se darán esas ayudas (que por cierto están apoyadas por la
ley de dependencia y son totalmente legales a parte de éticas, dignas y
legítimas) a las personas que no tengan nada ¡MENTIRA! Pese a la insistencia de
la mayoría de trabajadores sociales en que hay personas que necesitan ciertas
ayudas, una administración gobernada por papeles, números impersonales, ordenadores y políticos, la mayoría de ellos
muy frioleros ajenos, de esos que cuando tienen escalofríos meten las manos en
los bolsillos ajenos ahogan a las personas que necesitan ayuda e intentan crear
una mala propaganda del trabajador de abajo, y digo intentan porque jamás lo
conseguirán, ya que las intenciones se las lleva en viento siempre que están
sustentadas en discursos para ganar votos que son más billetes que el apoyo
para personas.
Odio que estas personas
que nos gobiernan, no diré colores porque pocos se salvan, aseguren que estamos
saliendo de la estúpida crisis esta mientras se deniegan ayudas a los más
necesitados, porque Maruja, tras cinco meses y alguna que otra insistencia
acaba de recibir una ayuda, pero yo me pregunto qué habrá de esas personas que
están solas, porque Maruja no puede leer ni escribir además de que no puede
permitirse un audífono pero tiene familia capacitada. O de las personas que no tienen
ni para comer algunos días ¿También están saliendo ellos de la crisis?
Mirad políticos, no es
que los ricos estén saliendo de la crisis y a los demás nos cueste más por
vagos, los ricos que nos trajeron la crisis nunca estuvieron dentro y os diré
una verdad, no estáis para servir al pueblo ¿Para qué estáis?
Parafraseando
a Leo: “Mi caso no es de lejos el peor, pero tampoco es el menos difícil. Mi
abuela necesitaba ayuda, y si no se la hubiesen proporcionado, la política no
tendría función alguna, pues se estaría tratando a una persona como un número
el cual sería rescatado en las próximas elecciones”. Y es el caso de una
persona mayor, que es en este caso no tanto, pero en el de otras es aterrados,
pero el caso de los niños y de los jóvenes que no reciben ningún tipo de ayuda,
que incluso hay días que ni comen eso es desgarrador…
No voy a ser hipócrita
diciendo que yo ya he puesto mi grano de arena, no, eso se hace votando, en
las manifestaciones, en el día a día, ayudando... Con esto Leo y yo sólo intentamos transmitiros lo que está
sucediendo con muchísimas personas para que la próxima vez conozcáis (si no
conocéis ya) un caso peor o parecido al expuesto, os concienciéis y os mováis (como estamos dispuestos a hacer),
puesto que poquitas “personitas", en muchos sitios cambian el mundo ¡y
podemos hacerlo! Y esto también va para la gente buena en la política y demás
sectores llenos de corruptos sin vergüenzas, JAMÁS NOS OLVIDAMOS DE LA GENTE
BUENA ¡Así que a moverse que SÍ SE PUEDE!
Así que como diría Maruja "Que deixen ja d'amagar la gallina que al final tindrem fam i tot!" ¡Porque con alegría (aunque a veces flaqueemos) nos transformamos en superhéroes!
Os dejo aquí una canción, (que al menos a mí me transmite alegría) como estoy haciendo últimamente: