15/03/2012

Duele muchí$!mo

Este escrito que os traslado es uno, a modo de una especie de desahogo personal, es decir es de mi propia experiencia. Yo siempre me digo a mí mismo que lo que digan de ti personas, a las que no consideras amigas, no te afecta mucho, porque como he dicho y es evidente, no las consideras amigas, por consiguiente es muy posible que no deseen tu bien, con lo que no estoy afirmando tampoco que te deseen el mal…Pero en cambio, un amigo siempre te deseará lo mejor, pues para esto es tu amigo. Según Aristóteles dos amigos eran dos cuerpos diferentes que compartían almas, consecuentemente es ilógico e incoherente que un amigo te desee el mal, pues se estaría deseando el mal a sí mismo.
Pues bien, aún pareciendo incoherente, esto pasa…

Pondré un ejemplo personal, si tu le comunicas a un amigo una buena noticia, lo más lógico es que se alegre por ti o que incluso sienta una envidia sana de parecerse a ti o de pasar lo que tú estás en un determinado momento, sentimientos que todos, o al menos yo, hemos vivido. Pues de nuevo me equivocaba, parece que al comunicar una buena noticia a un amigo, ¡éste puede llegar incluso a ofenderse! Para situaros un poco, en esta evaluación, los exámenes me han salido bastante bien, y a unos amigos en concreto parece que no, cosa que no me alegra en absoluto. Pero el ser humano NECESITA compartir sus triunfos, logros o incluso pérdidas a sus personas más allegadas, porque la alegría de un hecho si no es compartida es nula.

Siguiendo con el ejemplo expuesto anteriormente, diré que estos amigos míos se pusieron a hacer bromas sobre mis calificaciones, diciendo afortunadas frases como las siguientes, que si lo mío era el “pelotismo”, que si me pasaba el día estudiando… Me considero suficientemente maduro para afrontar pequeños comentarios insignificantes como éstos, pero lo poco gusta y lo mucho cansa, uno es maduro pero no de piedra, y al final DUELE. Sé que muchos lo hacen de broma pero a la enésima vez uno tiene ganas de llorar, pues parece que éstas personas a las que considerabas amigas, resulta que no lo son, sino todo lo contrario.

Sólo les diré una cosa a estas personas, que no se preocupen que nadie es perfecto, y yo no iba a ser más obviamente, yo no quiero amargar la vida a nadie comunicando mis buenas nuevas, sino compartir mi felicidad por ellas, al igual que comparto la alegría de las buenas noticias de mis amigos, y les escucho aunque por dentro esté pensando que qué suerte que tienen y que me gustaría estar en su lugar, porque unos son buenos en según qué cosas y otros en otras, pero que no viene nada mal escuchar al prójimo y complementarse con él, no como estas personas a las que me refiero que se entristecen por tus buenas nuevas, te insultan reiteradas veces por ellas, o básicamente no te escuchan cuando estás hablando. En fin, rectificaré y no les consideraré más mis amigos, hasta que si quieren, me demuestren lo contrario, y por supuesto me quedo con l@s vedader@s amig@s que verdaderamente me quieren por lo que soy, como yo mismo a ell@s...