24/10/2016

¡Lengu@je Inclu$!vo (X/E/A/@)! ¡Gr@c!@$!

Los seres humanos tenemos una característica que nos diferencia de otros seres vivos, el tan complejo leguaje que tenemos. Es cierto que otros animales no racionales tienen complejos métodos de comunicación, todxs recordamos aquellos interesantes documentales donde se explicaban los famosos “bailes de las abejas”, pero seamos francxs, no veo yo a una abeja entramando un sistema ortográfico y sintáctico alrededor de unos pasos de baile, es cierto que tendrán sus reglas, mas el instinto prima, no es esto lo que ocurre con nosotrxs, nuestras reglas han ido evolucionando a lo largo de los años y siglos. Y es que el lenguaje, como seres emocionales que somos, debe adaptarse a cada época, lugar y desgraciadamente clase social, entre otros factores. Cada estrato tiene cierta variación de la misma lengua, es evidente  que una personas culta no hablará igual que otra que no ha tenido las facilidades, ganas, tiempo, motivación o lo que fuere, para leer o estudiar. Podrá simular, claro, pero será raro que esto sea norma.

En la lengua castellana o español, tenemos un organismo regulador de la misma, la conocida RAE, a la que muchos aclaman para describir una norma o para corregir una palabra mal escrita o pronunciada. Pareciera que se trata de un ente estocástico y sobrenatural, nada que ver, simplemente se trata de personas que debido a sus méritos ya sean académicos, científicos o incluso y en algunos casos sociales y artísticos. Es un grupo de varios estudiosos de fundamentalmente la lengua. Evidentemente estas son las cabezas visibles, los famosos “Académicos de la lengua española”, no me cabe ninguna duda que detrás de ellos habrá muchísimxs trabajadorxs detrás del propio trabajo, valga la redundancia, de los académicos de la RAE.
 
"Meme" obtenido de https://memesfeministas.wordpress.com/
Hago un inciso para responder a una pregunta que de seguro muchxs os estaréis haciendo: sí, sé perfectamente que no estoy usando el no oficial género neutro (x-@) para dar de contenido feminista a los sustantivos, adjetivos o artículos referidos a las cabezas visibles de la RAE. Esto tiene una clara explicación, y en seguida os cuento. Y es que resulta que pese a que más del 50% de hispanohablantes sean mujeres (ya no hablamos de quiénes sean españolxs o latinoamaricanxs dentro de su enorme pluralidad…), el porcentaje de académicas de a lengua se reduce al bochornoso número, pues, de 44 académicos, solamente 8 son mujeres. 8/44 si los cálculos no me fallan, ni el recuento tampoco (http://www.rae.es/la-institucion/los-academicos/academicos-de-numero/relacion-actual), se trataría se un trágico 18’2%, esto es, que menos del 20% de académicos son mujeres, y ¿qué queréis que os diga? Culamen.
Con estos datos podríamos hacer muchas cosas, una de ellas es comparar por ejemplo letras (ya sabéis que lxs académicxs de la RAE se designan con letras mayúsculas o minúsculas) ¿qué sé yo? Pues ¡Mira! La i con al H o con la T ¿A que las comparaciones son odiosas? Sobre todo cuando ponemos la i en la mesa, cuando ponemos el feminismo en la ciencia con el recalcitrante clasismo y machismo de por ejemplo la H. Evidentemente no estoy diciendo que los hombres no podamos ser feministas, pero ¿Quién va a saber más del feminismo que las mujeres y además que las mujeres feministas? ¡Admitámoslo ya! Ningún hombre va a saber nunca con total certeza como son las experiencias específicas de las mujeres frente al machismo. Podremos compartir dolor y lucha, siempre y cuando sepamos quiénes son las protagonistas y quiénes son el sujeto político de las reivindicaciones feministas.
Y es que si más del 80% de académicos de la RAE son hombres, pues como poco, no avanzarán tan rápido en el lenguaje inclusivo, eso siendo generosxs. Sobre todo, de nuevo cuando sacan normativas como la que os ajunto: http://www.rae.es/consultas/los-ciudadanos-y-las-ciudadanas-los-ninos-y-las-ninas. En ella se especifica que el uso de formas inclusivas como “todas y todos” u ¡obviamente! los géneros neutros no “legales” como el uso de terminaciones en e, x o @, es lo mismo que tomar una actitud irresponsable, inútil y que atenta contra el principio básico de buscar lo económico también en el leguaje. Es decir, que en una aglomeración de 99 mujeres y 1 hombre, al referirte a ellxs como todes, todxs, tod@s o todas, ¡estarías atentando contra el lenguaje normativo! ¡Nada menos! ¡Todxs a la cárcel entonces! Y claro ¿qué les han contestado las feministas? Básicamente que no les da la gana.
¡Es un sinsentido! La RAE periódicamente propone nuevas normas y nuevas palabras (como culamen, pechamen o tetamen ¡Qué apropiado señores!) a su archiconocido diccionario y no son capaces de ver que las mujeres pueden trabajar fuera de sus casas (evidentemente no con los mismos derechos todavía…) e incluso ¡tener ideología política! ¡Ocupar espacios antes solo propiedad de hombres! ¡Qué escándalo señores de la RAE! ¡Qué sumo escándalo! Pues bien, ni un solo atisbo de tino han mostrado sus señorías en materia feminista y mejor ni me pongo a buscar a ver qué ponen en referencia a ciertas connotaciones de algunas palabras.


Comenzaba y ahora terminaré este artículo con lo mismo, el leguaje es una herramienta que se moldea de acuerdo al tiempo y sus hablantes entre otros muchos factores, es por esto que no es descabellado proponer abrir el tan necesario debate del lenguaje inclusivo y feminista para con las mujeres y también con las realidades del colectivo LGTBI/GSRDI. Pienso fervientemente que un nuevo género neutro supondría algo totalmente inclusivo para un colectivo totalmente silenciado a lo largo de la historia, las mujeres. Y por supuesto lograría incluir a personas que no se identifiquen con los géneros sexuales binarios ¡Ellxs también existen! Y tienen derecho a ser INCLUIDX/A/@/ES. Si el famoso culamen tiene cabida en la legua española, las mujeres y los colectivos de géneros no binarios deben tener también cabida, y aunque el lenguaje no lo sea todo en esta lucha, a poco a poco se va haciendo camino...