06/10/2016

C!nemát!c@ (IV): @ctore$ & @ctr!ce$ tr@n$ ¡Y@!

No sé si os habréis dado cuenta ya a estas altura, pero me encanta el cine ¡no puedo remediarlo! Y en especial el cine LGTBI/GSRDI, aunque muchas veces desaparezcan todas las letras combativas para centrarse solamente en la “G”. Sobre la visibilidad vengo a hablaros, sin embargo haré hincapié en otra vertiente de la visibilidad, la de las personas transgénero y transexuales, representando personajes que son transgénero o transexuales (y desde ahora generalizaré en transgénero, que es un término más inclusivo, no todas las personas transgénero deciden someterse a las diferentes cirugías de reasignación de sexo). Trataré de defender mi opinión, aprehendida por supuesto, de la lectura responsable (o al menos eso intenté) de escritorxs de espacios transfeministas como Akntiendz (Blog totalmente recomendado) y un artículo en el que se recogen declaraciones de mujeres transgénero sobre el tema de la visibilidad del colectivo (http://fusion.net/story/342023/matt-bomer-transgender-character-casting-cis-actors-in-trans-roles/?utm_source=facebook&utm_medium=social&utm_campaign=socialshare&utm_content=sticky+nav_desktop), entre otras fuentes de información rebelde, radical y reivindicadora. Y esa opinión no podría ser otra que la de proclamar la necesidad de que sean las personas trangénero quiénes representen papeles de personajes con esta identidad de género (tan olvidada, discriminada y vejada), ¡O al menos un porcentaje significativo!


Considero que desmontar los argumentos en contra de esta opinión tiene más relevancia que enumerar los propios argumentos a favor de la misma, ya que, es evidente, al menos eso creo, que el colectivo transgénero es totalmente ignorado y escondido incluso dentro del colectivo y ya no hablemos dentro del cine… Sin embargo, primero lo bueno, luego lo peor, o quizá no, ¿quién sabe?.

¿Por qué es mejor que esos papeles los interpreten personas transgénero? Pues en primer lugar porque lo son, de Perogrullo ¡eh! Y es que es obvio ¿quién sabrá mejor cómo siente una persona transgénero que una personas transgénero? Los países de mayoría racial caucásica o blanca, hace años que afortunadamente superamos el despropósito de representar a personas negras como cualquier blancx con la cara pintada ¿por qué no avanzar también con el colectivo transgénero? Muchxs pensaréis como yo lo hacía, que la profesión de actor significa suplantar una identidad que no es la tuya e imitarla con perfección, transformar la mentira en realidad temporal cuyo espacio es un escenario o una pantalla. Durante ese periodo, el actor o actriz puede ser cualquiera, puede ser un asesino en serie, la presidenta de EEUU o incluso ¡Hitler! Y eso no cambia nada, pues es todo mentira, de ahí la gracia del cine o del teatro, es “simplemente” una representación. Es por esto, por lo que nos podría parecer lícito que actores y actrices cisgénero interpretaran personajes transgénero, al fin y al cabo es todo una mentira ¿no? una alteración de la realidad, y cuanto mejor lo sepa hacer unx profesional, mejor será, por ejemplo Antonio Banderas podría interpretar perfectamente a Victoria Abril en Tacones lejanos, o el bueno de Clint Eastwood a Chiyo en Memorias de una geisha ¡Que imagen eh! O hacemos como antes, que las mujeres no podían ser actrices y los papeles de mujeres los hacían hombres, como todavía hacen en el teatro tradicional japonés o kabuki, o en El mistèri d’Elx, representación medieval donde el papel de la Virgen María, lo representa un varón todavía… Por tradición… Así de nuevo, el protagonista de 12 años de esclavitud, sería un fornido hombre heterosexual cisgénero y blanco con la cara pintada. No ¿verdad? Pues lo que decía antes, papeles transgéneros para personas transgénero.
Saga Becker

Claro pero dentro del colectivo, personajes homosexuales o bisexuales son representadxs a menudo por actores heterosexuales… Y así es. Vamos a ver, un actor o actriz puede interpretar a un personaje gay, lesbiana o bisexual ¡Incluso transgénero! ¡Claro! ¡Pero este no es el tema! El quid de la cuestión está en otro sitio, en el lugar que se merecen las personas trasngénero en la sociedad. La visibilidad es fundamental para todo el colectivo, pero seamos sincerxs, la visibilidad de los hombres blancos cisgénero y homosexuales no es la misma que la visibilidad de las lesbianas, bisexuales o transgénero, dentro de sus propias diferencias evidentemente. Y ningún actor o actriz, por mucho que se prepare su papel, por mucho que invierta tiempo en ver cómo son las personas del colectivo (como si solo fuéramos de una manera), nunca llegará a comprender cómo se siente una persona del colectivo (¡Somos todxs diversxs y diferentes!). Te puede gustar más o menos Brokeback mountain, La chica danesa, Romeos o Boys don’t cry, que pese a ser excelentes películas (sobretodo las dos últimas) que merecen ser vistas ¡desde luego!, no dejan de ser oportunidades perdidas por la industria cinematográfica para potenciar actrices y actores del colectivo, en especial transgénero haciéndolxs más visibles.

Otro motivo que sustenta la opinión que venía a defender es la que expresan muchxs profesionales del arte de la representación y transgénero como Laverne Cox, Shakina Nayfack o Mya Taylor alegando la importancia de que los papeles de personajes transgénero vayan priorizados en su destino hacia personas de este colectivo, porque básicamente ellxs no son hombres o mujeres vestidxs del sexo contrario. Esto sobretodo es importantísimo para llegar a personas no cercanas al colectivo o que pueden desconocer en su totalidad los sentimientos e identidades plurales de las personas transgénero, llegando al equívoco de que unx persona transgénero no es más que una persona que se viste conforme la sociedad dicta pero al revés. Podríamos cuestionarnos: ¿dónde están las historias de hormonas, operaciones o vejaciones en relación a tus genitales en un hombre o mujer cisgénero? ¿Dónde quedarían esas emociones reales e historias? Quizá en espectáculo puro y duro, por no hablar del morbo de algunxs…


Mis conclusiones son kilométricas, pero alguna vez debía comenzar el final de este artículo ¿no? Y diré que muchxs profesionales del cine que además son transgénero (pues de ellxs estamos platicando [que viejo suena ese verbo…]) a veces reclaman los papeles que por derecho les corresponderían, por cosas más simples que no precisan un entendimiento en teoría de género de tercero de carrera ni mucho menos. Si la industria cinematográfica discrimina ya a actores blancos cisgénero y homosexuales (el caso de Matt bomer es notorio), no me puedo imaginar lo que les ocurre a las personas transgénero (no me lo imagino, como persona cisgénero, por eso leo sus declaraciones en el artículo que os enlacé… Ahí queda eso queridxs…), mas ellxs declaran cristalina discriminación hacia ellxs ante sus privilegiadxs compañerxs cisgénero ¡Incluso! en los castings para papeles de personajes transgénero (algunos reales) como: Brandon Teena, Gwen Araujo (buscad sus historias tanto en sus películas como en la red, fueron personas que merecen, cuanto menos nuestro recuerdo), Marsha P. Johnson (esto se remediará en la película Happy birthday Marsha), Rayon (Dallas Buyers Club) y otros papeles en tantísimas películas, que finalmente, fueron encarnados por personas cisgénero.

Reconozco que aunque he visto muchas películas centradas en personajes transgénero, muy pocas han sido protagonizadas por actores o actrices transgénro, me viene a la cabeza Something must break ¡Claro! mas pensar en lo que nos estamos perdiendo por la maldita discriminación de siempre… Ver a estas personas actuar como personajes con lxs que seguro sienten empatía a las mil maravillas… Sí, desde luego que hay muchas películas centradas en personajes transgénero que aunque estén protagonizadas por actores o actrices cisgénero dan mucha visibilidad a este colectivo, pero debemos de ser sabixs y escuchar a estas personas del colectivo que siempre han antepuesto los derechos de las personas homosexuales o bisexuales sobre los suyos propios, siempre callándose sus reivindicaciones (aunque necesitaran respeto tanto o más que nosotrxs) en pos de facilitar los logros del colectivo homosexual (aunque queda muchísimo todavía, bien lo sabemos…). Merecen ser escuchadxs, no solo porque se lo debemos, sino porque es lo mejor, aprendimos del feminismo a escuchar a las mujeres como personas iguales en derechos y libertades (y repito, lo que queda…) ¡aprendamos de una vez a escuchar a las personas transgénero! ¡No solo son la “T” de nuestro colectivo LGTBI/GSRDI! ¡Ya está bien de que los homosexuales monopolicemos las reivindicaciones del colectivo! Si queremos caber todxs, debemos ceder el espacio que nos cedieron sacrificándose a ellxs mismxs incluso… ¡Más cine transgénero! ¡Y más personas transgénero en el cine!