No sé si os habréis dado cuenta ya a estas altura, pero me
encanta el cine ¡no puedo remediarlo! Y en especial el cine LGTBI/GSRDI, aunque
muchas veces desaparezcan todas las letras combativas para centrarse solamente
en la “G”. Sobre la visibilidad vengo a hablaros, sin embargo haré hincapié en
otra vertiente de la visibilidad, la de las personas transgénero y
transexuales, representando personajes que son transgénero o transexuales (y
desde ahora generalizaré en transgénero, que es un término más inclusivo, no
todas las personas transgénero deciden someterse a las diferentes cirugías de reasignación
de sexo). Trataré de defender mi opinión, aprehendida por supuesto, de la
lectura responsable (o al menos eso intenté) de escritorxs de espacios
transfeministas como Akntiendz (Blog
totalmente recomendado) y un artículo en el que se recogen declaraciones de
mujeres transgénero sobre el tema de la visibilidad del colectivo (http://fusion.net/story/342023/matt-bomer-transgender-character-casting-cis-actors-in-trans-roles/?utm_source=facebook&utm_medium=social&utm_campaign=socialshare&utm_content=sticky+nav_desktop),
entre otras fuentes de información rebelde, radical y reivindicadora. Y esa
opinión no podría ser otra que la de proclamar la necesidad de que sean las
personas trangénero quiénes representen papeles de personajes con esta
identidad de género (tan olvidada, discriminada y vejada), ¡O al menos un
porcentaje significativo!
Considero que desmontar los argumentos en contra de esta
opinión tiene más relevancia que enumerar los propios argumentos a favor de la
misma, ya que, es evidente, al menos eso creo, que el colectivo transgénero es
totalmente ignorado y escondido incluso dentro del colectivo y ya no hablemos
dentro del cine… Sin embargo, primero lo bueno, luego lo peor, o quizá no,
¿quién sabe?.
¿Por qué es mejor que esos papeles los interpreten personas
transgénero? Pues en primer lugar porque lo son, de Perogrullo ¡eh! Y es que es
obvio ¿quién sabrá mejor cómo siente una persona transgénero que una personas
transgénero? Los países de mayoría racial caucásica o blanca, hace años que
afortunadamente superamos el despropósito de representar a personas negras como
cualquier blancx con la cara pintada ¿por qué no avanzar también con el
colectivo transgénero? Muchxs pensaréis como yo lo hacía, que la profesión de
actor significa suplantar una identidad que no es la tuya e imitarla con
perfección, transformar la mentira en realidad temporal cuyo espacio es un
escenario o una pantalla. Durante ese periodo, el actor o actriz puede ser
cualquiera, puede ser un asesino en serie, la presidenta de EEUU o incluso
¡Hitler! Y eso no cambia nada, pues es todo mentira, de ahí la gracia del cine
o del teatro, es “simplemente” una representación. Es por esto, por lo que nos
podría parecer lícito que actores y actrices cisgénero interpretaran personajes
transgénero, al fin y al cabo es todo una mentira ¿no? una alteración de la
realidad, y cuanto mejor lo sepa hacer unx profesional, mejor será, por ejemplo
Antonio Banderas podría interpretar perfectamente a Victoria Abril en Tacones lejanos, o el bueno de Clint
Eastwood a Chiyo en Memorias de una
geisha ¡Que imagen eh! O hacemos como antes, que las mujeres no podían ser
actrices y los papeles de mujeres los hacían hombres, como todavía hacen en el
teatro tradicional japonés o kabuki, o en El
mistèri d’Elx, representación medieval donde el papel de la Virgen María,
lo representa un varón todavía… Por tradición… Así de nuevo, el protagonista de
12 años de esclavitud, sería un
fornido hombre heterosexual cisgénero y blanco con la cara pintada. No ¿verdad?
Pues lo que decía antes, papeles transgéneros para personas transgénero.
Claro pero dentro del colectivo, personajes homosexuales o
bisexuales son representadxs a menudo por actores heterosexuales… Y así es.
Vamos a ver, un actor o actriz puede interpretar a un personaje gay, lesbiana o
bisexual ¡Incluso transgénero! ¡Claro! ¡Pero este no es el tema! El quid de la
cuestión está en otro sitio, en el lugar que se merecen las personas
trasngénero en la sociedad. La visibilidad es fundamental para todo el
colectivo, pero seamos sincerxs, la visibilidad de los hombres blancos
cisgénero y homosexuales no es la misma que la visibilidad de las lesbianas,
bisexuales o transgénero, dentro de sus propias diferencias evidentemente. Y
ningún actor o actriz, por mucho que se prepare su papel, por mucho que
invierta tiempo en ver cómo son las personas del colectivo (como si solo
fuéramos de una manera), nunca llegará a comprender cómo se siente una persona
del colectivo (¡Somos todxs diversxs y diferentes!). Te puede gustar más o menos
Brokeback mountain, La chica danesa, Romeos o Boys don’t cry,
que pese a ser excelentes películas (sobretodo las dos últimas) que merecen ser
vistas ¡desde luego!, no dejan de ser oportunidades perdidas por la industria
cinematográfica para potenciar actrices y actores del colectivo, en especial
transgénero haciéndolxs más visibles.
Otro motivo que sustenta la opinión que venía a defender es
la que expresan muchxs profesionales del arte de la representación y
transgénero como Laverne Cox, Shakina Nayfack o Mya Taylor alegando la
importancia de que los papeles de personajes transgénero vayan priorizados en
su destino hacia personas de este colectivo, porque básicamente ellxs no son
hombres o mujeres vestidxs del sexo contrario. Esto sobretodo es importantísimo
para llegar a personas no cercanas al colectivo o que pueden desconocer en su
totalidad los sentimientos e identidades plurales de las personas transgénero,
llegando al equívoco de que unx persona transgénero no es más que una persona
que se viste conforme la sociedad dicta pero al revés. Podríamos cuestionarnos:
¿dónde están las historias de hormonas, operaciones o vejaciones en relación a
tus genitales en un hombre o mujer cisgénero? ¿Dónde quedarían esas emociones
reales e historias? Quizá en espectáculo puro y duro, por no hablar del morbo
de algunxs…
Mis conclusiones son kilométricas, pero alguna vez debía
comenzar el final de este artículo ¿no? Y diré que muchxs profesionales del
cine que además son transgénero (pues de ellxs estamos platicando [que viejo
suena ese verbo…]) a veces reclaman los papeles que por derecho les
corresponderían, por cosas más simples que no precisan un entendimiento en
teoría de género de tercero de carrera ni mucho menos. Si la industria
cinematográfica discrimina ya a actores blancos cisgénero y homosexuales (el
caso de Matt bomer es notorio), no me puedo imaginar lo que les ocurre a las
personas transgénero (no me lo imagino, como persona cisgénero, por eso leo sus
declaraciones en el artículo que os enlacé… Ahí queda eso queridxs…), mas ellxs
declaran cristalina discriminación hacia ellxs ante sus privilegiadxs
compañerxs cisgénero ¡Incluso! en los castings para papeles de personajes
transgénero (algunos reales) como: Brandon Teena, Gwen Araujo (buscad sus
historias tanto en sus películas como en la red, fueron personas que merecen,
cuanto menos nuestro recuerdo), Marsha P. Johnson (esto se remediará en la
película Happy birthday Marsha), Rayon
(Dallas Buyers Club) y otros papeles
en tantísimas películas, que finalmente, fueron encarnados por personas
cisgénero.
Reconozco que aunque he visto muchas películas centradas en
personajes transgénero, muy pocas han sido protagonizadas por actores o
actrices transgénro, me viene a la cabeza Something
must break ¡Claro! mas pensar en lo que nos estamos perdiendo por la
maldita discriminación de siempre… Ver a estas personas actuar como personajes
con lxs que seguro sienten empatía a las mil maravillas… Sí, desde luego que
hay muchas películas centradas en personajes transgénero que aunque estén
protagonizadas por actores o actrices cisgénero dan mucha visibilidad a este
colectivo, pero debemos de ser sabixs y escuchar a estas personas del colectivo
que siempre han antepuesto los derechos de las personas homosexuales o
bisexuales sobre los suyos propios, siempre callándose sus reivindicaciones
(aunque necesitaran respeto tanto o más que nosotrxs) en pos de facilitar los
logros del colectivo homosexual (aunque queda muchísimo todavía, bien lo
sabemos…). Merecen ser escuchadxs, no solo porque se lo debemos, sino porque es
lo mejor, aprendimos del feminismo a escuchar a las mujeres como personas
iguales en derechos y libertades (y repito, lo que queda…) ¡aprendamos de una
vez a escuchar a las personas transgénero! ¡No solo son la “T” de nuestro
colectivo LGTBI/GSRDI! ¡Ya está bien de que los homosexuales monopolicemos las
reivindicaciones del colectivo! Si queremos caber todxs, debemos ceder el
espacio que nos cedieron sacrificándose a ellxs mismxs incluso… ¡Más cine
transgénero! ¡Y más personas transgénero en el cine!