16/01/2023

P/M Atern!d@de$ QUEER (II): un silencio conventual

Muchas son las canciones que hablan del amor, y por supuesto su final; pocas son las que tratan tan activamente la soledad como la homónima canción entonada por la maestra mexicana Chavela Vargas.

 

En momentos de inspiración no debemos tentar a la suerte. Pretendía que este fuera el artículo desenlace de la tétrada que pretendo redactar, no obstante, la vida tiene caprichos de sucesos fortuitos, pensamientos intrusivos que han hecho que la estructuración de este artículo y su elaboración pasen de deseo a necesidad imperiosa, que no impulsiva. Hablar de vidas queer hace inevitable mencionar a la soledad.

 

 

El armario es miedo, contención y dolor; pero en no pocas ocasiones deviene supervivencia.

 

Muchas de las personas que nos identificamos con orientaciones, expresiones o identidades de género no normativas o incluso no establecidas, hemos tenido que vivir encerradxs en este mueble metafórico. En ello han influido tanto la falta de representación como una posibilidad de representación saludable. Es posiblemente, una anomalía estadística encontrar una película en la que sus protagonistas diversxs no sufran un desenlace trágico, fatal o incluso mortal. Este cúmulo de sucesos hacen de la soledad una única opción para aumentar la supervivencia de las personas diversas en su sexualidad y conductas. Al menos de forma transitoria. Es indudable de la existencia del armario, llamemos así al cúmulo de contenciones sociales normativas existentes para con cierto colectivo o conglomerado1. 

 

Ahondemos un poco más en la soledad de aquellos días, de aquellos tiempos transitorios. Incido en el calificativo de transitoriedad pues aunque la existencia del mal llamado armario es indudable, en menos de 10 años los cambios han sido vertiginosos y transformadores hacia el progreso de hacer más vivible las vidas de la gente del conglomerado LGTBIAQ+. Se hace necesario hacerlo, por memoria, porque todavía nos ocurre y porque muchas personas han puesto su cuerpo y sus vidas al abandonar esta soledad, a veces no deseada. Por esas personas luchadoras no debemos olvidar, no nos lo hemos de permitir.

 

Habréis observado que introduzco el concepto de soledad no deseada como el que hemos de analizar, de no olvidar. La soledad es punto de disfrute y de descubrimiento de muchas personas en muchos momentos vitales, a menudo es buscada y es certeza de crecimiento personal, de introspección y autocuidado. Esa soledad de un proyecto y un trabajo, aporta riqueza al alma o al ser de la persona. Me detengo, no obstante, a hablar de su contraparte: la soledad no deseada.

 

Unx puede llegar a presentar o sentir soledad cuando no tiene amigxs, no tiene familiares, no tiene pareja, no tiene descendencia; se trata de un sentimiento que puede ser incluso subjetivo. Me gusta definir esta soledad como la ausencia de personas a las que puedes proporcionar cuidados o las que te los pueden proporcionar a ti, de forma también graduable. Es por tanto deducible que no solo está sola aquella persona sin descendencia, sino la que aun teniéndolxs no les ve, les abraza, les cuida. Es una cuestión donde intervienen determinantes muchísimo más complejos que aquellos circunstanciales y anecdóticos como tener un carácter o unos gustos complejos… En la soledad no deseada hay mucho de opresión, hay mucha desigualdad; generalmente la suele haber en muchas de las situaciones que generan dolor.

 

No es objeto desconocido para este blog la existencia de una intersección de opresión más olvidada de lo que debiera, dadas las tendencias demográficas en la actualidad. La gerontofobia2 junto con la LGTBIAQ+fobia queda plasmada en muy pocos ámbitos; de nuevo soledad y falta de representatividad. La soledad no deseada dentro de las personas queer es una gran preocupación de organizaciones semejantes a la Fundación 26 de diciembre3 o el grupo de majors de Lambda4, que son específicos en el asesoramiento y ayuda comunitaria. De hecho, los cinco pilares de acción de la fundación 26 de diciembre son: investigación y formación, inclusión y vulnerabilidad, residencial, soledad no deseada e inserción laboral. Representativo, desde luego, y a la par terrorífico, da miedo, miedo a la soledad que unx no quiere, no desea. Y de nuevo el deseo, de nuevo algo que no es derecho. Podríamos caer en la falacia lingüística que versa tergiversando calificativos argumentando que, si la soledad no deseada es asumida en las personas de edad, si la soledad no deseada es causa de patología, de dolor, malestar y de muerte en las personas de edad; básicamente las personas de edad no tienen derecho a la vida en salud. Pero no vamos a caer en falacias aquí…

 

Cinco incoherencias es ortodoxia, veintisiete es requerimiento de reflexión.

Llegar a la soledad no deseada no es cuestión exclusiva de no tener pareja o parejas. Dicho pensamiento es altamente jerárquico y monógamo5. La soledad precisa ciertos componentes de intersecciones de opresión para existir, no viene sola. La amistad, la convivencia, relaciones laborales, relaciones afectivas, cuidados a quien los necesita; desde luego no están presentes en todas las personas. Se ha de entender que ciertos privilegios son encarnados por las personas que disponen de todas estas ausencias de soledades, así como las opresiones que pueden llegar a personificar tales grupos sociales.

 

 

Quiero y espero haber llegado a formalizar mi expresión sobre cómo la soledad no deseada no solamente es un sentimiento subjetivo si no un tipo de opresión que existe en nuestros entornos. Desgraciadamente nuestros caminos hacia lugares y entornos más vivibles van a estar llenos de obstáculos en la opresión, nuestra ambición de justicia social es insaciable pero también conlleva importancia la valoración del ahora y el mientras tanto. La utilidad, la imposibilidad de cuidar, el fracaso en todas sus concepciones hacia la normatividad puede ser causas de la soledad no deseada; por tanto, hemos de saber reconocer los privilegios que nos interseccionan aquellas ocasiones en que pretendemos valorar las individualidades sin reconocer el entorno o la historia personal. Ser no normativo sin una red de apoyo y cuidados aterra. Unx llega a ser, vivir, amar, identificarse, cuidar o cualquier acción fuera de los armarios solo: sin soledad no deseada. 

 


1. https://www.youtube.com/watch?v=w_hrHbDb4t8&ab_channel=Alternatiba

2. http://coletines.blogspot.com/2019/11/la-etern-amtd-como-intereccion-la.html

3. https://fundacion26d.org/

4. https://lambdavalencia.org/grups_lambda/gent-gran/

5. http://coletines.blogspot.com/2019/09/el-porque-ii-del-amor-drog.html