No podía ser de otra manera dentro del mes del orgullo del colectivo de personas con identidades y orientaciones diversas e intersexuales LGTBIAQ+ que paso a resumir como colectivo. Temeroso de mi agotamiento monotemático, sabréis disculparme, he decidido escribir del apasionante mundo de las “terapias” de reorientación sexual y de género; que como trataré de explicar a lo largo del artículo: ni cambian nada ni son terapias. Las denominaremos, entonces, tal y como se recomienda desde el año 2009 en la disciplina de la psicología1, esfuerzos en cambiar la orientación sexual, la identidad y la expresión de género (ECOSIEG). Sorprende la osadía de la cisheteronorma para opinar de las vidas de las personas del colectivo o como denomina Brigitte Vasallo, conglomerado2. Decido realizar una contestación elaborada a un mensaje en una red social de una persona sanitaria a favor de esas pseudoterapias. La apelación a la libertad individual, no sabemos muy bien de quién, para escoger cómo dañar tu salud mental no es ninguna novedad. Que una persona aliada trate de cuidarme implantándome ECOSIEG me hace pensar que bien poco me quiere cuidar esx aliadx.
No será este artículo lugar de debate acerca de si la orientación y la identidad son elecciones; mi opinión tras mi experiencia, estudio, discusiones y fracasos es que no es una elección. Respeto a quiénes creen que puede llegar a ser una elección para algunxs, mas comprended que no es mi posicionamiento.
Antes, como inciso, diré que la cantidad de bibliografía dispuesta en la red ha hecho posible que este artículo transmute hacia un cierto intento de revisión bibliográfica. No obstante, como pasa en todos lo ámbitos, la cuestión de género e identidad no son neutrales. La mayoría de guías, estudios hacia supervivientes de ECOSIEG, y demás resoluciones y artículos versan fundamentalmente de hombres cisgénero que sienten atracciones por otros hombres. El apartado que versa específicamente sobre mujeres, personas transgénero y no binarias, y del espectro grisexual3 siempre es mínimo, anecdótico y circunstancial. Cuando sabemos que precisamente la lesbofobia y transfobia no son circunstanciales ni mucho menos anecdóticas. Suena verdaderamente hipócrita viniendo de una persona marica cisgénero blanco; de nuevo la masculinidad protagoniza e invisibiliza el resto de identidades de la diversidad humana.
El miedo a lo desconocido, la ignorancia hacia el sufrimiento.
Los ECOSIEG son un conjunto de ejercicios que pretenden cambiar a una persona no cisheterosexual para que sea cisheterosexual, despojar de lo que me gusta denominar como conglomeridad, a una persona.
Progresivamente la sociedad avanza hacia la igualdad y la aceptación de la diversidad de la condición humana, por tanto, hablar de curación de la “conglomeridad” queda cuanto menos reaccionario. Se prefiere la reorientación: una palabra mucho más amable, casi reminiscente de acompañar. Los argumentos de estas prácticas son lógicos y versan desde la mejora de la salud mental, mejor inserción en la sociedad y seguridad. Las ventajas de ser normal, de no ser unx monstrux4. Las bondades de ser cisheterosexual cuando no lo eres. El conformismo reaccionario.
El despojo de la conglomeridad y el cisheteromorfismo extremo no es inocente, pongámoslo en contexto. Conforme la sociedad ha sido transformada por la lucha feminista y del colectivo, los sistemas de opresión han ido criminalizando según qué prácticas. Divido artificialmente las ECOSIEG en prácticas biológicas, psicológicas y espirituales5. Quizá carece de sentido hacer esta diferenciación dada la complementariedad, pero es didácticamente necesaria debido al tremendo oscurantismo de lxs paladines de estos procedimientos. Un oscurantismo necesario para que ciertos sectores puedan justificar el libre acceso a estas prácticas, a estas torturas.
Dentro de las prácticas5, 6 biológicas constan las intrínsecas que consistían en generar daño médico y quirúrgico al cuerpo de la víctima o superviviente mediante técnicas como la lobotomía, la castración. Estas torturas quirúrgicas datan del año 1930, afortunadamente intolerables en la actualidad. Sim embargo, otros procedimientos biológicos médicos intrínsecos no son tan remotos. El suministro de hormonas sexuales fue una práctica especialmente prevalente hacia las mujeres que sentían atracción sexual hacia otras mujeres, y existen testimonios de sucesos en la China de 2015.
Como no puede ser de otro modo existen las terapias extrínsecas que versan acerca del castigo positivo: aversión, electroshock, administración de fármacos entre otras muchas. Registros y supervivientes relatan situaciones de descargas eléctricas ante estímulos visuales o tras escoger vestimentas no asignadas a su sexo, pese que sí a su género. Técnicas de provocación de náuseas con fármacos o incluso convulsiones.
La esfera psicológica6 nace de la idea que la conglomeridad se desencadena a raíz de un evento traumático comúnmente relacionado con la xaternidad. La hipnosis, pseudopsicoterapia o el reacondicionamiento clásico en la masturbación son solo unas técnicas recogidas en los ECOSIEG con testimonios que datan de 2017 de Rusia entre otros muchos países. En cuanto a las prácticas psicológicas recomendadas por los organismos promotores hacia usiarxs incluso menores de edad constaban la desnudez colectiva, el contacto no erótico con la persona que actuaba como terapeuta… El superviviente queer canadiense a las ECOSIEG Matt Ashcroft narra cómo se le obligó a golpear un saco de boxeo que representaba su familia, responsable según sus torturadores de unos supuestos traumas que le habían concedido la conglomeridad.
Muy en relación con esta última tenemos la esfera espiritual. Es la más oscurantista de las tres, lo cual es difícil pero no imposible. Introduzco el concepto de no profesionalidad, ya que, los consejos religiosos están más allá de tecnificación de las anteriores esferas. Interseccionar la espiritualidad con la salud mental, la culpa, el silencio.
Señalar el miedo con rabia.
Si hacéis una búsqueda bibliográfica y filmográfica simple os podréis encontrar con numerosas experiencias relacionadas con el sufrimiento psíquico e incluso físico al pasar por los ECOSIEG. Como podréis observar en la sección a las referencias bibliográficas, la mayoría de información ha sido extraída de guías de consenso7 de prevención de las violencias y torturas contra las personas del colectivo. En estos textos hay numerosos apartados analizando de quiénes parte el acceso a los ECOSIEG. El Proyecto Trevor8, en su encuesta nacional anual acerca del estado de la salud mental de las personas del conglomerado identificó en 2020 que el 35% de xadres o tutorxs5, 6, 8 legales fueron quiénes convencen a las víctimas/supervivientes a contactar con los ECOSIEG. Seguidos de amigxs, y un no despreciable 14% de organizaciones religiosas. Y no me resisto, evidentemente no me resisto.
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The Trevor Project: National Survey on LGBTQ Youth Mental Health 2020 |
Libertad de opresión.
Quienes desprecian la diversidad sexual, de género y por tanto humana se refugian frente al concepto de libertad individual para justificar la existencia de este tipo de tortura. No es posible justificar los ECOSIEG con la excusa de la libertad individual pese al empecinamiento patológico recalcitrante de quiénes ostentan poder. Dicen defender la libertad de expresión9 para opinar de la idoneidad de los ECOSIEG para nosotrxs las personas del conglomerado, así hacer de eternxs salvadorxs de lxs pecaminosxs. El conglomerado luchando por la implantación de leyes de protección de los derechos de las personas transgénero y ellxs proponiendo prácticas de sufrimiento. Agenda común cuanto menos.
Es preciso señalarles, es preciso socavar su discriminación con nuestros testimonios de verdad. Los textos revisados proponen numerosas acciones para facilitar la tarea.
La declaración universal de los derechos humanos aboga por el derecho a una vida libre de tortura, con salud y una integridad psicológica en todas las edades, para todxs.
Tras el trabajo de las personas del conglomerado que han puesto sus cuerpos e incluso sus vidas los ECOSIEG que sean practicadas en título de profesional6 no tienen recorrido. Cualquier profesional en la medicina o la psicología que incurra en ECOSIEG atenta directamente con los principios éticos básicos de beneficencia y no maleficencia: desde 2019 todas y cada una de las identidades de género, así como sus expresiones y orientaciones sexuales no cisheterosexuales están oficialmente despatologizadas. Ser personal profesional de los ECOSIEG indica incurrir en una mala praxis profesional.
No obstante, quienes recomiendan y defienden la libertad individual de las personas del conglomerado para el acceso a estas prácticas carecen de vergüenza y rigor científico. No repudian los ECOSIEG interpretados por personas no profesionales. En estos casos sería beneficiosa la evaluación del principio ético básico de la autonomía ¿libertad o es obligación? ¿Qué opciones tiene la infancia o alguien dependiente económica o funcionalmente de otra que profesa por estas técnicas fraudulentas timadoras? Así como la evaluación de los estados que negligentemente incumplen el precepto básico de promoción de la salud permitiendo por omisión o emisión la existencia de estos esfuerzos.
Rabia activa contra el miedo, contra la opresión.
Es papel central de los estados y los gobiernos, de los sistemas sanitarios y de la ciudadanía la promoción de la salud: derechos de la infancia, garantizar el acceso de las víctimas y supervivientes a la justicia, prohibir la publicitación de las torturas de la culpabilidad, ¿cómo? Mediante políticas públicas son unas de las numerosas medidas que debería tomar cualquier gobierno sano para con el colectivo, el estado español todavía no las condena, pese a que muchas comunidades autónomas sí.
Muchxs os cuestionaréis los motivos por los que se habla de promoción de la salud. Y es que pese a que toda sociedad científica médica, de psiquiatría y psicología reniegue del efecto terapéutico de los ECOSIEG, puesto que la conglomeridad no es más que una parte de la diversidad de la condición humana y no una patología curable, hemos de ir más allá. Existen estudios que evalúan los efectos sobre quienes han sobrevivido a estos procedimientos. Con una simple búsqueda en cualquier base de datos científica observamos estudios en que se destaca el efecto de los ECOSIEG9, 10: humillación, ansiedad, depresión, insomnio, trastorno de estrés postraumático, ideación y consumo suicida, a parte del daño físico temporal. Sí, hablamos de salud y lo hacemos porque estos procedimientos atentan contra el derecho a la salud, entre otros muchos.
Gary Cooper, Michael Busse, John Paul, Peter Toscano y un largo etcétera de personas del colectivo6 que han pedido disculpas tras promover los ECOSIEG y ser propixs supervivientes. Narran sus experiencias como víctimas/supervivientes pero también como paladines cómplices de estos procedimientos dañinos. Y de nuevo la ignorancia aprovecha para culpabilizar de la LGTBIAQ+fobia hacia las personas del conglomerado a lxs que se refieren como rerpimidxs sexuales. Como si la conglomeridad fuera de sexo y amor, ya ni digo solamente. Pero precisamente estos preceptos son utilizados por las personas defensoras de las ECOSIEG como libertad individual de la persona. Como ilustres ignorantes desprecian intencionadamente el papel del sistema de opresión cisheteronormativo que criminaliza las relaciones no heterosexuales, las identidades no cisgénero y las expresiones de género no normativas.
La conglomeridad no genera mal estar emocional, la discriminación interseccional que sufrimos sí. Los ECOSIEG podrían ser algo justificable en una sociedad en que todas y cada una de las discriminaciones fueran historia, si las personas que abogan por estas prácticas fueran coherentes buscarían la igualdad, buscarían el bienestar y escucharían al colectivo. Pero no somos insensatxs, no lo harán. No buscan nuestro bienestar sino nuestra desaparición. Son reaccionarios amigxs y por la cuenta que nos trae, aunque solo sea en memoria de quienes pusieron el cuerpo y sus vidas para que pudiéramos vivir y tener la opción de ser felices no debemos dejar de luchar. No nos lo podríamos perdonar.
Referencias bibliográficas
1. https://www.apa.org/centrodeapoyo/sexual.
2. https://www.youtube.com/watch?v=w_hrHbDb4t8&ab_channel=Alternatiba.
3. http://coletines.blogspot.com/2019/07/breve-introduccon-sobre-el-prvlego.html.
4. https://www.youtube.com/watch?v=UAuHa0whIM8&ab_channel=ColectivoManifiesto.
5. Humanos CDD. Asamblea General. 2020;06294:1–24.
6. ILGA Mundo: Lucas Ramón Mendos, Poniéndole límites al engaño: Un estudio
jurídico mundial sobre la regulación legal de las mal llamadas “terapias de
conversión” (Ginebra: ILGA Mundo, 2020).
7. https://www.noesterapia.net.
8. https://www.thetrevorproject.org/survey-2020/?section=Conversion-Therapy-Change-Attempts.
9. https://www.irishtimes.com/opinion/owen-jones-giving-the-gay-cure-quack-a-tv-platform-is-an-abuse-of-free-speech-1.3212873.
10. The Global State of Conversion Therapy - A Preliminary Report and Current Evidence Brief.
11. Cochran BN, Sciences B, Carolina S. Sexual Reorientation Therapy Interventions : Perspectives of Ex-Ex-Gay Individuals. 2013;(August):37–41.