25/08/2014

Aroma Just!c!ero

Innumerables veces vemos en las noticias a corruptos, asesinos, violadores, traficantes de droga, ladrones… O bueno, no necesariamente en las noticias, también en según qué películas. Y todos sentimos rabia al ver al abogado de la defensa o al fiscal, defendiendo o atacando respectivamente a un criminal o a un inocente, también respectivamente. Por ejemplo un violador ha de tener defensa, aunque no se la merezca, y el fiscal ha de intentar incriminar al acusado. Y parece todo una obviedad pero yo, quizá porque soy un completo ignorante de la carrera de derecho, a veces no puedo soportar a un abogado utilizando jugarretas para intentar incriminar o exculpar al acusado o a su cliente según sea fiscal o abogado de la defensa. Quizá los términos no sean del todo correctos y estén alterados por mi escaso conocimiento del tema y por la cantidad de películas y  noticias de juicios que he visto. Y como no soy quién para hablar de este tema, ya aviso que todo este artículo probablemente sea mentira. Mas mi objetivo es otro, el de analizar la conciencia del abogado.


Desgraciadamente, el abogado en numerosos, casos ha de lidiar con la opinión pública, al menos fuera del tribunal (o del recinto donde se celebra el juicio, de nuevo disculpas…). Una opinión pública, muchas veces manipulada por los medios de comunicación, creencias, o básicamente porque es lo que les dice su corazón. Y creo que sí, esas opiniones personales las habríamos de dejar y guardar para nosotros y poner siempre delante de nuestras confesiones, la palabra de presunto y/o quitarnos el “idiota” del final de muchas otras. No obstante, cuando un caso salta a los medios de comunicación la opinión pública va a estar presente siempre ¿Dónde? No lo sé pero desde luego quiero creer que no en los tribunales.

De este modo ¿Es lícito llamar ladrón a un presunto ladrón? El instinto me dice que sí y el cerebro que no, así que eso se lo dejo a los entendidos. Lo que no puedes pretender es que en relación a un suceso el pueblo no opine, somos humanos a veces acertamos y otras no, pero desde luego, a mí me da la sensación de que en el momento en que un juez hace público un juicio, no está incitando a opinar, porque oye ¡Tenemos derecho! Lo más lógico es que si un juez no quisiese lidiar con la opinión pública, no abriría las puertas de los tribunales (yo ya desconozco si es que el tema de abrir o cerrar tribunales va por ley).

¿Entonces la opinión pública es buena o mala? Desde luego la libertad de expresión está ahí y mientras no quebrante ninguna libertad individual seguirá estando. Pero no me quiero centrar en este tema, me gustaría centrarme en qué hacen los abogados frente a la opinión pública y otros factores. Es decir tú tienes a tu cliente acusado de evadir impuestos u otras similitudes tan agraciadas y psicodélicas, por decir algún adjetivo de estos llamativos que a mí me gustas y que casi nunca vienen a cuento, como la reflexión que ahora mismo estoy planteando… Así que tú tienes unas reglas del “juego” que son las leyes y has de jugar con ellas para conseguir tus propósitos, ya sea librar al acusado de su condena, minimizarla, declarar su inocencia o inculparle.
Y no voy a eternizaros esto más así que libero esta pregunta al aire, agua o tierra, no vayamos a discriminar a nadie, las sirenas y los “sirenos” tienen los mismos derechos que nosotros: ¿TODO VALE? No me voy a ir por las ramas, YO considero que NO, el fin No justifica los medios. No soy ningún tipo de experto jurídico o legal pero a mí me parece horrible presionar a un testigo hasta hacerle llorar, o quizá deliberar hasta la saciedad y afirmar que no hay pruebas. Es decir no me parece justo investigar en las reglas de ese juego jurídico hasta encontrar un hueco legal en el que colar tu estrategia para lograr lo imposible.

Afortunadamente existen jueces incorruptibles y “legales” (aunque muchos de ellos sean espectacularmente lentos, con todo el respeto del mundo, ya que no siempre es por ellos...) que no se van a dejar engañar por nadie, porque conocen las reglas del juego igual de bien o mejor que los propios abogados, y que van a ayudar y asistir al jurado popular, si lo hay para tomar decisiones sabias… O al menos eso espero… Porque como en cualquier sector hay malos, corruptos, mentirosos y demás, claro que en ciertos ámbitos, como el educacional, jurídico, médico, jugar no es tan lícito, porque evidentemente puede haber víctimas, los humanos, si ya saben, lo que somos nosotros.
Afortunadamente la ética está presente es todas las carreras relacionadas con los ámbitos citados anteriormente, así que debemos confiar, pero para confiar hay que vigilar y examinar, porque la justicia es ciega, pero del olfato no ha dicho nada así que esa cualidad la tiene bien desarrollada y así ha de continuar, porque desgraciadamente, muchas veces el culpable es el que defiende o juzga, no el acusado.

Ahora pensaréis que he visto muchas películas y demasiado las noticias, y os doy toda la razón pero mi propósito con este artículo era pensar si todo valía para ejercer el trabajo de abogado o juez, ya os he dicho mi opinión, que no, no vale todo y pienso que eso debería estar bien plasmado en todo código penal, civil…

Todo se resume en lo siguiente, respeto a la justicia y justicia con el respeto. Sobre los jurados populares ya hablaremos…