Primero de todo, ya os advierto que este artículo no trata de futbol, ya lo
siento, no soy un experto en ese tema, y
siendo sincero en ninguno. Trata, no obstante del bipartidismo y de los votantes,
unos temas un tanto espinosos y como tales, no trataré de descubrir nada nuevo
o viejo, ya que es un tema de tan gran dinámica que yo sólo me veo capaz de
formular preguntas, de momento no ha lugar de conclusiones verídicas o juicios
de valor.
Desde que estamos en democracia se nos permite decir lo que pensamos,
manifestarnos (Ejem, bueno esto ya no tanto…) y votar cada 4 años ¡Qué
privilegio! ¡Y aún así la gente se queja!
A todos se nos llena la boca cuando hablamos de la democracia, y de sus
ventajas frente a otros sistemas de gobierno, evidentemente la democracia es un
sistema bueno, pero ¿Es el mejor? No ¿Verdad? Bueno utópicamente, la democracia
es lo mejor después de la anarquía. Pongámonos en situación. Ya decía Platón
que debían gobernar los mejores, obviamente, y esto sería lo lógico. Pero
también afirman muchos, que los políticos son un reflejo de nuestra sociedad.
Por ende, si nuestros gobernantes no son buenos, será que nosotros tampoco
estamos a la altura ¿No? Quién sabe…
Es bien cierto que sólo existe una verdad (“en mi opinión”) por tanto sólo
existe un bien, es decir, que sólo puede haber un buen partido político.
Conceptos teóricos extraídos directamente del mundo de las ideas de Platón. Y
como son ideas teóricas, en el mundo en el que vivimos es difícil ver su
efectividad, simple y llanamente porque nadie es perfecto (si todos tuviésemos
la suerte de serlo ¡cuán aburrido sería todo!), y todos nos equivocamos consciente
o inconscientemente.
Esto es algo duro porque si yo soy del partido X, pensaré, en el mejor de
los casos que es mejor que el Y o el W. Es decir, pensaré que los votantes del X o el Y son personas equivocadas
consciente o inconsciente mente, en el segundo caso hay remedio, tú, ser
sobrenatural que tienes siempre razón le convencerás con tus grandes argumentos,
de su gran equivocación. Pero si alguien se equivoca conscientemente, evidentemente
no se equivoca, si no que es maligno, malvado, ya que si sólo hay una verdad, y
ellos van en contra de esa verdad, pues es que quieren el mal para ellos, o el
bien momentáneo y la mayoría de veces
material, mientras otros sufren. Desgraciadamente yo no lo sé…
Así que, juguemos a dar palos de ciegos. Tratando de analizar perfiles de
algunos votantes (ni menciono los que votan en blanco o ni siquiera votan,
porque me parece que están equivocados, y esto lo digo férreamente, ya lo
siento). En España vemos varios, entre otros está el de lo menos malo. Concluye
que todos los partidos son catastróficos y vota al que relativamente más se le
acerca. Muchos hemos pensado de este modo, ya sea por pereza de leer e
informarnos o por falta de tiempo. Están también los futboleros, y aquí está la
justificación de este título tan futbolístico, y tan poco psicodélico. El
votante futbolero es de un partido de fútbol y de un partido político, el
problema que a veces los confunde y va a votar con el balón y al fútbol con el
programa electoral. Es la típica persona que es de ese partido por ningún
motivo en especial, supongo que el corazón tiene razones que la razón no logra
entender, ni yo tampoco, la verdad. No sé vosotros pero yo he conocido a
personas que defienden lo indefendible porque “es que son los suyos”, “los he
votado todo la vida”, y seguirán haciéndolo automáticamente. Lo más frustrante
es que muy a menudo son ellos mismos quienes critican a otros partidos por, por
ejemplo, casos de corrupción de mucha menor envergadura que los que comete su
partido, pero claro en su partido, en el fondo son todos buenos y quieren a su
pueblo y tal y Pascual, y eso y lo demás. O simplemente desoyen tus argumentos
y básicamente dicen que la culpa es de los demás. No me preguntéis por qué, yo
no sé la razón de su comportamiento, de hecho me gustaría saberla… A parte del
votante futbolero o “coherente” tenemos al votante responsable, obviamente no
todo es malo, hay votantes responsables que creen que tienen la responsabilidad
de cambiar de partido si al que han votado con anterioridad le gusta demasiado
el dinero de los demás.
En fin, como veis clasificar a las personas es siempre ridículo, más que
algo informativo era algo más demostrativo de una actitud común en nuestro país
y que es meramente un modelo para lograr explicar (más bien preguntarme) por
qué repiten los mismos partidos uno y otra vez. Nos guste o no, algo mal
estaremos haciendo como sociedad, y sí voy a decir lo que dice y redice Julio
Anguita, quien perpetúa el reinado del político corrupto también tiene
responsabilidades (Sí yo lo digo a mi manera, que me queda más poético y
vanguardista… O no). Pero todo tiene remedio, cuando nos encontramos con
personas que votan de este modo ¿Por qué no decirles ciertas pistas para ser un
poquito más demócratas? El pensamiento crítico es algo fundamental y muy útil
para empezar, y se puede materializar en el “usuario” básicamente leen los
programas políticos, al menos del que vas a votar y del que odias con toda tu
alma debido a su acérrimo satanismo. Y de paso puede que comiencen a darse
cuenta de la existencia del bipartidismo. Pero nunca podemos juzgar de forma
aberrante o maleducada, a nadie le gusta que le digan que está haciendo mal, y
además podemos (¡Populista!) ser nosotros los equivocados, pero estamos en una
situación en la que necesitamos un lavado de cara (iba a poner cambio, pero mi
instinto de la belleza me ha dicho que por mi bien psicológico no debía hacerlo),
y yo sinceramente creo que los que nos han estado gobernando, en el caso de
Andalucía, o del País Valencià (me niego a decir su nombre oficial, me parece
demasiado artificial, ya lo siento) no nos van a brindar ese cambio, sencillamente
por razones obvias.
Y nada más, yo ya me despido perplejo pero un poco más lúcido que antes de
empezar. Sin respuestas a esta situación en la que hay regiones enteras en las
que quedan votantes que se empecinan en votar a quiénes les roban, y no pecaré
de pesimista pero País Valencià/Regne de València, por favor te lo pido, vota con
la cabeza, no con los pies ¡Deja ya los pies para el fútbol! ¡Por favor te lo
pido! Que luego no quiero lloros. Ah y os dejo esta canción para despejaros un
poco, ¡que la música no suele defraudar! ¡Y dentro de nada la política va a
empezar a no defraudar! Porque gente buena hay en todos los sitios, y no hay
más.